Antes de las 17:00 horas de este viernes, el diseñador Nicanor Bravo decidió salir un rato de su hogar. Pese a las lluvias, todo en su hogar y su taller parecía normal. Sin embargo, al regresar, media hora después su vivienda y su lugar de trabajo estaban inundados, causando estragos.
"Se me arruinaron los vestidos. Tenía algunos en el showroom y otros para un desfile que me habían invitado la semana que viene, para apoyarme. Los trajes eran para llevarlos, pero están arruinados. Nada que hacer". Bravo no ha planeado qué pasará con los vestidos afectados. Enviarlos a la tintorería, dice, es "carísimo". Transformarlos en una nueva pieza aún no se lo ha planteado.
"Me llueve sobre mojado", se lamenta el trasandino avecindado hace más de dos décadas en Chile. No es para menos. En un año ha tenido que lidiar con un tratamiento contra el cáncer colorrectal, deudas que lo tienen "arruinado" y las dificultades para salvar la misma casa afectada con barro, donde vive con sus once perros.
Para superar el impasse, hace dos semanas lanzó un sorteo con 5 mil tickets a 5 mil pesos, cuyo premio mayor es un vestido de novia u otro a gusto del ganador, con un valor de 2 millones de pesos.
En marzo pasado, Bravo terminó sus sesiones de radioterapia y quimioterapia. El viernes 14 de junio se realizó el PET para determinar si el tratamiento había hecho efecto o no, resultados que estarían este viernes.
No obstante, explica el diseñador, "los resultados los tiene mi médico, pero debido a todo esto, no pude saberlos. Si me llamaron para decirme algo, no había posibilidad de contestar porque estaba con toda la inundación".
Busca ayuda
Durante la mañana de este sábado, junto a sus amigos y vecinos, logró secar el agua y el barro, limpiar con cloro, pero su lugar de trabajo seguía damnificado.¿Sabe por qué se inundó?
"No sabemos de dónde vino el agua. Hay canales, pero casi todo Chicureo se inundó".
Su vivienda, de un piso, fue la única del condominio que resultó afectada, pues "las otras casas están en alto y no les pasó nada", apunta. Perdió casi todos sus muebles. El agua alcanzó, calcula, unos 40 centímetros dentro de su casa.
"Murió el equipo de música, internet, muebles. Mi cama, que había diseñado, ya no sirve", lamenta Bravo, quien tuvo que dormir en el hogar de unos vecinos solidarios. El modisto describe a sus once perros como sus "niños". Ellos por ahora están en la cocina del taller, que afortunadamente se mantuvo seca.
"Necesito camas para ellos, porque no tengo, se mojaron todas. Ellos en la casa tienen sus habitaciones, los tenía adentro, porque estaba lloviendo y ellos estaban con sus patitas mojadas, mirándome como si preguntaran en qué pueden ayudar", señala.
Esto le llega en el peor momento.
"Sí, aparte que no he vendido muchos tickets, todo mal. Ojalá puedan seguir ayudándome con la venta de tickets para el sorteo, cuestan 5.000 pesos y se venden por mi página nicanorbravo.cl".
¿La municipalidad se acercó a usted para ayudarlo?
"Deberían haber sacado ellos el agua con una bomba, pero trajeron plásticos y sacos de arena. Bueno, además no soy el único, hay muchos que están en las mismas condiciones que yo. Estoy cansado, dormí tres horas y me está doliendo todo de nuevo. Esto me tiene mal, no puedo creer que puedan seguir viniendo cosas malas".