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Cómo actualizar el sistema eléctrico de un departamento antiguo

En los 70, los hogares contaban solo con un televisor, una radio, un refrigerador, una lavadora, ventilador y una aspiradora. Por eso los sistemas eléctricos eran mucho más simples y soportaban mucho menos energía eléctrica que los actuales.

"En aquellos tiempos, no existían los hervidores ni los hornos eléctricos ni nada similar. Eran la iluminación y muy pocas cosas enchufadas. Pero las necesidades de hoy son otras y estos sistemas no tienen la capacidad para resistir los aparatos modernos", explica Patricia Vidal, arquitecta de la corredora Domingo Propiedades, especializada en reformas integrales a las casas y departamentos antiguos que venden.

Junto con la revisión de gasfitería, la eléctrica es la primera que hay que contemplar al adquirir estos bienes. Es por comodidad (nadie quiere que se le corte la luz a cada rato por sobrecarga) y también por seguridad. Así lo corrobora el electricista José Moya, fundador de la empresa Sermacon Facility, especializada en reformar el sistema eléctrico de edificios antiguos, quien asegura que los cables eléctricos no son eternos, se van desgastando al igual que las tuberías que los conducen.

"Un técnico electricista debe revisar el tablero eléctrico y luego dar las directrices sobre cómo seguir. En los 70 y 80 la gente tenía muy pocos aparatos eléctricos, pero hoy casi todo funciona con electricidad. Y ese mayor consumo genera que el cable sufra y se deteriore con el tiempo. Los amperajes de antes eran de diez, pero lo ideal es hoy una casa trabaje con 40 amperes", señala.

La modernización

Vidal advierte que una de las cosas que encarece el trabajo es que en muchas ocasiones se debe intervenir los muros.

"Los departamentos antiguos tienen tabiques que son de albañilería: no son de tabiquería metalcon, que es liviana. Por ende, hay que picar muchas veces las paredes que son muy gruesas para realizar todo el trabajo', explica la arquitecta.

Luego de intervenir los muros (si es que lo amerita), se deben renovar todos los tubos que conducen el sistema eléctrico.

"Antes se utilizaba plansa (polietileno de baja densidad) o tuberías metálicas que hoy están prohibidas. El problema que tienen las tuberías metálicas es que con el tiempo se van oxidando. Y la corrosión deteriora los metales y los cables quedan expuestos, sin recubrimiento. Por eso también se cambia toda la sección del tubo, sustituyéndolo por conduit, que es una tubería de PVC libre de alógeno, que es ignifuga y de color naranja", indica Moya.

Los cables también se cambian, con una herramienta especializada llamada laucha que los va conectando. "Se pasa un cable eva multifllar, que tiene varios filamentos. Los nuevos cables que exige Superintendencia de Electricidad y Combustible (SEC) vienen con tecnologías de protección ignifugas (también la norma permite la aplicación del cable Thermoplastic High Heat Nylon y el cordón RV-K). A la vez, este cable disipa mejor el calor y mejora la conductividad, cosa que el alambre de cobre antiguo no hacía (porque es unifilar). La gracia es que el multifllar tiene más hebras, disipa mejor el calor, pasando mejor la energía eléctrica", precisa el especialista.

La arquitecta añade que necesariamente se deben hacer estos cambios, ya que los nuevos cables eléctricos son de mayor diámetro y no entran por las tuberías antiguas. Otra modificación es separar el sistema en varios circuitos. Por ejemplo, se separan por sectores de la casa y/o por enchufes e interruptores. Así se evitan los cortes por sobreconsumo, que ocurren cuando se consume más energía que la soporta el disyuntor termomagnético (automático) de un circuito eléctrico.

"Lo ideal es que cada cosa vaya en un circuito eléctrico independiente hacia el tablero. Por ejemplo, el horno eléctrico y encimera eléctrica que vayan solo en uno. Así los artefactos van a poder funcionar bien y no van a tener cortes. El mínimo de circuitos que puede tener una casa es de cuatro", precisa Moya.

La arquitecta suma que hoy hay circuitos especiales para cocina, horno, living, comedor y luces.

"Los tableros son cinco veces más grandes de lo que eran. Año a año están actualizando la normativa y cada vez están más exigentes. Antes era uno o dos: uno el general y el otro las luces' , advierte.
 

"El cable pierde conductividad con los años"

El electricista José Moya menciona que las normas de la Superintendencia de Electricidad y Combustibles se van actualizando y por eso aconseja diagnosticar cada cinco años el estado de sus cables eléctricos e idealmente cambiarlos cada diez años. 'Se necesitan cambiar cuando el cable se encuentra quemado o el circuito no da el amperaje para poder conectar equipos de alto consumo. Además de que el cable antiguo pierde su conductividad a través de los años. Eso lo puede observar un electricista revisando las instalaciones', señala el especialista. Las personas se van a dar cuenta de que hay fallas si es que hay un corte por sobreconsumo o cuando sale olor a quemado.

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