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Ángeles Araya vuelve al 13 tras su fractura de clavícula

A escasas horas de tomar un vuelo hacia Nueva York para grabar el programa "Café social", que este sábado la trae de vuelta a las pantallas de Canal 13, la periodista Ángeles Araya cuenta cómo fue su recuperación tras la fractura de clavícula que sufrió en octubre.

Recuerda que cuando iba en una van que la trasladaba hacia el aeropuerto de Estambul para volver de sus vacaciones a Chile, el chofer que conducía no se dio cuenta que había un choque múltiple y colisionó. Allí la ex animadora de "Tu día", se golpeó el hombro con el asiento de adelante y se fracturó la clavícula. "Menos mal que íbamos a baja velocidad", dice.

"Me desmayé del dolor, duele mucho mucho", asegura. Cuando logró incorporarse llamó a un amigo traumatólogo en Chile. Él le dijo que lo más probable era que se tratara de una fractura y le aconsejó una cirugía urgente. Aporreada y quebrada, Ángeles decidió subirse igual al avión que la traería a Santiago para entrar al trabajo en dos días más. "Cuando llegué a la clínica me retaron porque jamás se debe viajar fracturado, es súper riesgoso, pero yo no quise quedarme en Turquía porque no manejo el idioma, imagínate no entender nada o que me dijeran que me tenía que quedar dos semanas ahí. Por eso me dio pudor contar detalles en ese momento", explica.

Su primer vuelo fue desde Estambul a París, 3 horas y 45 minutos, donde tuvo una escala, para luego seguir directo a Santiago en un viaje de 14 horas y 20 minutos sin pausa. En el intertanto se tomó dos antiinflamatorios y se armó un cabestrillo para el brazo izquierdo con un pañuelo.

Una vez en la Clínica Alemana internada de urgencia la mañana de ese sábado, tuvo que esperar hasta la tarde para ser operada. "Me pusieron una placa con seis pernos", precisa. Pasó dos días internada y le recetaron un reposo absoluto por dos semanas con cabestrillo. Ese tiempo lo pasó en su casa junto a su padre y su hija de II años. "Me di cuenta que soy lo más colorienta con el dolor. No me podía mover, así que mi papá me peinaba, me cocinaba, me daba los remedios. Yo era una guagua, muy regalona. Igual abusé un poco", admite.

-¿Y su novio cirujano plástico, Álex Eulufí, la ayudó?
-Me cuidó, pero en casa de herrero cuchillo de palo porque está tan acostumbrado que para él es algo súper normal. Y yo soy lo más cobarde que hay. La cesárea era mi única cirugía.

-¿Su hija cómo reaccionó?
-Rica ella, me cuidaba también. Me pintó las uñas y me cambiaba los aros todos los días para que me sintiera linda, me hizo unas trenzas. Me decía "mamá, estás hermosa" y yo estaba hinchada como un sapo, jajajá. Me dejé regalonear.

-¿Descansó?
-No mucho porque tenía que dormir sentada. Me despertaba del dolor, me tomaba los remedios y seguía dormitando. Todos me decían "aprovecha de descansar" y yo amanecía más adolorida. Pasé dos semanas rígida y todavía no puedo dormir apoyando el lado izquierdo.

-¿Cómo está ahora?
-Aún me duele. Al principio sentía adormecido el brazo y el dolor está justo en la clavícula, como que me dan unos pinchazos. Ahora siento el brazo, pero queda una sensación de cosquilleo, como de corriente, pero me dijeron que era normal hasta los tres meses. No perdí la movilidad, aunque no he ido a los controles por falta de tiempo porque por esto se atrasaron las grabaciones de dos programas que estoy haciendo: "Café social" junto a Sergio Lagos, que son historias de emprendedores e innovadores que impactan en la sociedad y "Conexión única", que es de mascotas. He estado trabajando incluso los fines de semana.

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