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Paula Pavic apaña a Ríos

Hace unos días en la casilla de Instagram de Paula Pavic (@paulipavic 46.200 seguidores) se podían leer mensajes mala onda en contra de su marido, el tenista y ex número uno del mundo, Marcelo "Chino" Ríos. Decían que "nunca había estudiado nada", que "es un mal educado", etc. Como nunca lo hace, pues su cuenta la usa para su emprendimiento, promover el network marketing u compartir reflexiones positivas, decidió zanjar las agresiones con un video en vivo "dedicado a mi lindo marido a quien admiro tanto".

A tener en cuenta: los mensajes en tono de crítica hacia el tenista vinieron tras la noticia de que Ríos dejó de ser entrenador de Juncheng Shang a sólo dos meses de empezar ese trabajo. El chileno dejó al jugador chino en el puesto 195 del mundo, antes estaba en el 362.

Paula al habla: "La gente cree que lo que hablé era para defender a Marcelo. No lo estoy defendiendo ni tampoco estoy de acuerdo con las cosas que él dice y se lo digo. Lo que alegaba en el live es que la gente viene a mi espacio a sacarme en cara a mí cosas que dice él. Creé ese espacio (cuenta de Instagram) para que todos creciéramos, no para ensuciarlo. Ahora, a Marcelo lo admiro, tanto como a cualquier persona que haya logrado Io que se propuso o esté dispuesto a lograr todo; Marcelo es así".

Por eso y más, Pavic le dedicó, además, un par de frases que acompañó con una foto familiar. "Más allá de lo que piensen de él no se imaginan todo lo que he aprendido de su forma de ser. Él aprendió a ser de una manera por lo que vivió en su momento, yo voy al fondo, tengo el mejor mentor de resultados. Que no me importe lo que pase a mi alrededor, mi meta está clara; todo eso lo he aprendido de él".

-En una de sus fotos contó que Marcelo ha sido un mentor para usted.
-Sí, claro, es mi mejor mentor. Veo cómo es la forma de pensar de él, que es súper autoexigente cuando se compromete en algo lo hace a full. Un ejemplo: cuando lo contrataron como ayudante del capitán de Copa Davis, a él le ofrecieron ser el capitán y no quiso tomar esa responsabilidad porque él se conoce mucho. Yo le dije: Tú no tomaste esa responsabilidad porque sabes cómo eres . El se hubiese metido demasiada presión. Otro ejemplo: andaba súper mal de la cadera y se fue a operar a Chile, al día siguiente (que llegó a Sarasota, donde vive en Florida) viajó con Jerry, el chino, a un torneo en Canadá.

-¿Cómo lo vio entrenando a Jerry?
- Ahora que se puso a entrenar al chino vi su parte de coach más que entrenador de tenis. Es impresionante su mentalidad. Es diferente ser profesor y enseñar desde la teoría, en este caso cuando se referían a que no tenía estudios, a ser un mentor que muestra que todo funciona con la práctica. En un mentor buscas a alguien que ya llegó donde tu quieres ir y te muestra el camino para hacerlo.

-¿Qué pasó entonces?
-A Marcelo le faltó toda la vida alguien que le enseñara a manejar la inteligencia emocional. Le falta manejarla. Él podría ser un coach motivacional para un montón de generaciones, pero el tema es que como nunca trabajó su inteligencia emocional no sabe cómo manifestar hacia fuera.

-Igual pasó casi toda su vida en el rigor del tenis.
-Marcelo se autoexigió toda la vida. Él no necesitó que su papá le exigiera. Su papá le puso metas que cumplir; por ejemplo en el colegio de atletas al que iba el papá le decía cuál era la meta de ese año para seguir con el tenis y qué se yo, la meta era el 50 él llegaba al 100. Marcelo no parte del desde, él hace eso y más.

-¿Qué siente al ver esto, Paula?
-A mi motiva. Me hace cuestionarme cuando uno dice qué lata hacer esta cuestión , pero lo hago igual. Lo veo a él que se ha sacado la cresta y tiene una energía sobrenatural, un compromiso, entonces no puedo ser tan penca, menos si él me está viendo. Lo hago por mí, pero también porque no puedo bajar la vara, tengo la vara demasiado alta y me gusta seguirla, no podría hacer las cosas a medias.

-Con lo entendida que es usted en inteligencia emocional, ¿lo guía de alguna forma?
-Por eso nos complementamos. Hay mucha gente que me da la responsabilidad, cuando por ejemplo hago unos retos del día, y me dicen, tu marido debería ponerlo en práctica . Yo no puedo influir en nadie. Y eso es lo que hablaba en el live: que no lo estoy defendiendo ni tampoco es que esté de acuerdo con todas las cosas que dice o hace él. Marcelo puede ser muy mi marido, pero él sabrá lo que hace, él tendrá esta parte donde le cuesta controlar su sentimientos y responde.


-¿Le dice algo a veces?
-Lo converso con él cuando pasan situaciones cuando explota y tira mierda. Le digo que para qué sirve darle importancia. Pero a veces me meto a ver sus redes sociales y te juro que me afecta ver toda esa cantidad de mala energía que le llega. Es fácil opinar cuando él prendía la tele cuando era joven y veía que lo hacían papilla, debe haber sido una presión heavy para un niño. ¿Cómo manejas esa situación si no hablas con nadie? Te creas una barrera tan grande que te llena de rabia; él tiene que sanar esa rabia que se acumuló por tanto tiempo.

-¿Cómo lo ayuda usted en eso?
-Las personas que están alrededor tuyo crean realidad y eso ha pasado entre nosotros. Todo mi crecimiento personal se la ha ido pegando, no con la misma rapidez que a mí el suyo, pero sé que Marcelo está evolucionando, sé que está manejando situaciones, y sanándose de la rabia que le generó la injusticias y abriéndose a algo que él nunca supo: manejar su inteligencia emocional.

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