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El caso del ingeniero que vendió su casa y compró uno de los departamentos fantasmas de Estación Central

El ingeniero mecánico César Román (38 años, venezolano) cuenta que hace un año vendió el departamento que tenía en Caracas, en Venezuela, para pagar parte de otro en Chile, de dos dormitorios y dos baños, más un estacionamiento, por 3.300 UF, en el último piso de un edificio de 14 pisos en Estación Central. Lo compró en blanco hace más de tres años y hoy, con el 15% del pie ya pagado (unos $3.000.000) y dos créditos aprobados que tuvo que desechar, está viviendo una pesadilla.

Es uno de los miles de propietarios de departamentos en los 20 edificios fantasmas que están listos para vivir en la comuna, pero que la municipalidad les ha negado la recepción final porque aducen que fueron construidos fuera de norma urbana.

En esta situación hay 15 mega edificios -llamados popularmente guetos verticales- y otros cinco de menos altura, con 1.200 departamentos. Uno de estos últimos es de los que compró Román.

"Hace 11 meses debió hacerse la recepción final. Cuando lo vi, en 2018, no conocía Santiago. Fui a mirar en San Miguel y Santiago Centro también, pero en Estación Central me dieron buenos precios, tenía bonita vista y se veía un bonito proyecto. Ahora me arrepiento, no tengo nada", se queja el ingeniero, quien llegó a Chile en 2017 y trabaja en una empresa de mantención de ascensores.

-¿Cuándo se dio cuenta de que había problemas?
-En septiembre de 2021 me llamó la inmobiliaria para decirme que iban a hacer la escrituración esperando la recepción final para que activara el crédito hipotecario. Fui a Venezuela, vendí mi casa en US $5.000 para pagar los gastos; pasó octubre, noviembre y en enero de 2022 me dicen que no tienen recepción final. Me dijeron que hay un tema con los balcones, que están por fuera de la acera y no por dentro como debería ser. El peor de los escenarios es que demuelan, lo que no me gustaría para nada. Ya ha pasado bastante tiempo y el problema es que ya gasté el dinero: se acabó el departamento propio.

-¿Qué implicancias ha tenido que no le entreguen su departamento?
-Muchas. El dividendo me quedaba en $388.000 y ahora la cuota va en $550.000 por el aumento de la UF y la tasa de interés. Además, para que me lo den, tengo que demostrar ingresos por $I .500.000 y yo gano $I .100.000, así que he tenido que trabajar sábados y domingos para hacer horas extras y llegar a ese monto. Y también sigo arrendando. Pago $500.000 en San Miguel, prefiero pagar por dividendos y no por arriendo. Yo quería que mi beba naciera cuando estuviéramos en el departamento, pero ya tiene cinco meses de nacida.

-¿Tiene esperanzas de que se lo entreguen?
-¿Le digo la verdad? Tiendo a ser positivo, pero llevo muchos meses y se me está acabando el optimismo. La espera significa llenarme de paciencia, pueden pasar un año, meses y días y es una incertidumbre horrible. Ya no sé qué hacer.

-¿No ha pensado en recuperar el pie y ver en otro lado?
-Lo que firmé en la promesa con la inmobiliaria es que si desisto, pierdo el 10% del valor del inmueble. Es como si perdiera todo el pie, es mucho. Pero tampoco lo he visto con abogados porque he estado esperando y teniendo pequeña fe de que sí puedo negociar con ellos más adelante. Me dieron la opción de cambiarme a un edificio con entrega inmediata, pero los precios no se comparan. Por Io que compré en Estación Central, me están ofreciendo un departamento de una habitación en Santiago Centro.

Otro afectado es Juan Carlos, quien prefiere mantener su apellido en el anonimato y compró en blanco seis locales comerciales en uno de estos edificios.

"Cuando la inmobiliaria me comunicó que estaba atrasado el permiso de recepción final, me imaginé que serían un par de meses, pero llevamos más de un año esperando no sólo yo, sino los emprendedores que iban a instalar sus negocios. Al no entregar los permisos creen que están afectando a las inmobiliarias, pero perjudican a los propietarios y a las pymes", opina.

Municipio responde

Mediante una declaración enviada por escrito a través del departamento de comunicaciones de la Municipalidad de Estación Central, el alcalde Felipe Muñoz cuenta que ha estado en conversaciones con el ministro de Vivienda, Carlos Montes, y la Seremi de Vivienda, para dar una salida razonable al conflicto, puesto que no es conveniente tener "elefantes blancos".

"Esperamos que en el corto plazo esto se resuelva y que exista un compromiso de todas las partes, principalmente del mundo inmobiliario, para que esto nunca más suceda en nuestro país. Y que nunca más se transforme una comuna en zona de sacrificio urbano, como ha sucedido con Estación Central", dice su declaración.

Señala que se ha acreditado que estas construcciones, sobre todo los megaedificios, generan daño a los barrios en donde se emplazan y que sus permisos fueron otorgados de manera ilegal por la administración anterior.

Ya en julio pasado, el presidente de la Fundación Defendamos la Ciudad, Patricio Herman, alertó que serían unos 20.000 departamentos listos para ser habitados que no tienen la visa del municipio y señaló que algunas de las constructoras involucradas están dispuestas a compensar económicamente a la comuna para mejorar los barrios.

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