Mas encierro: menos deporte
Marco Garrido, psicólogo y coach deportivo, afirma que
generar comunidad en torno al deporte es fundamental
para la salud física y mental. Afiade que la tendencia
invernal a querer estar más encerrados, a sociabilizar
menos, inevitablemente reduce la capacidad creativa y por
consiguiente la constancia disminuye. Y por eso hay que
estar atentos. "Se ocasiona disminución de hábitos y
rutinas deportivas importantes para mantenernos en un
equilibrio emocional", sostiene. Y luego entrega un par de
tips: "Para dar el primer paso, es posible apoyarse en algún
equipo de entrenamiento, presencial u online. Llevar un
registro de la actividad física semanal, a su vez, contribuye
a crear la sensación de desafío". Esto, agrega, se puede
extrapolar a otras areas de actividad en que se cumplan
metas a corto plazo. La entrenadora Karen Torrealba, runner y embajadora de la marca de relojes Garmin, entrega una recomendación para ejercitarse en invierno. "Si debe dirigirse a algún lugar a entrenar, recomiendo planificar de modo tal que camine muy rápido unos 2 km previo al inicio del entrenamiento".
Menos luz: menos motivación
El frio nos empuja a estar puertas adentro. A buscar refugio bajo las frazadas o al lado de una estufa. Es algo totalmente natural. Pero, advierten los especialistas, hay que estar atento a los efectos que ese encierro puede producir en el cuerpo.Perla David, neur610ga de la Universidad de Chile, especializada en trastornos del sueño, dice que en invierno, por la falta de luz, se afecta la producci6n de melatonina, la hormona que regula los ciclos de sueño y vigilia, 10 que produce que las personas presenten una mayor somnolencia. La neuróloga explica que la melatonina consigue su máxima secreción con la oscuridad. "Si cambia la hora y hay menos luz más temprano, se secreta y da sueño más temprano", explica.
Matías Molina, magister en Neuropsicología, agrega otro aspecto a tener en cuenta. Con menos luz y con más frio, explica, algunas personas sienten una baja en la motivación para salir y hacer cosas. "La falta de luz influye en nuestras emociones y nuestra percepción e interpretación de experiencias", afirma. "El invierno, aparte de ser menos luminoso, Lleva consigo menos contacto social, más repliegue en nosotros mismos, 10 que conlleva que se ha observado un aumento de trastornos del ánimo. Los investigadores de salud mental hablan del trastorno afectivo estacional", sostiene el neurobiólogo del Servicio de Neurología de Clínica RedSaIud.