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Relato de víctimas inocentes en balacera de feria en Maipú

Jerson Maliqueo (25) y Araceli González (23) se casaron hace tres meses, luego de ocho años juntos. Ella, la baterista de los servicios religiosos dominicales de la iglesia evangélica Elohim de La Florida y él, director del coro del mismo templo. Allí se conocieron y unieron sus vidas hasta el matrimonio. Ambos viven en el pasaje Esquilo de Maipú.

La noche del lunes, a las 23.02, junto con unos amigos compraban regalos para las fiestas de fin de año de la iglesia en la feria navideña de 3 Poniente con Rinconada, en Maipú, cuando escucharon gritos que iban subiendo de tono.

Todo fue coronado con unos estampidos. Rápidamente se dieron que eran balazos.

"Estábamos viendo unos bolsitos cuando vimos a unos tipos que se habían puesto a discutir unos dos puestos más adelante de donde nosotros íbamos a comprar", recuerda Jerson.

Dice que vio cuando un hombre sacó un arma y "baleó al tipo que estaba frente a él; le dio muchos disparos. De ellos uno nos llegó a nosotros".

La persona a la que iban dirigidos los disparos era un adolescente de 16 años. Según la policía, registraba al menos 16 detenciones y tenía una orden de aprehensión pendiente. Todas en Talca. Sus causas iban desde hurto en supermercados a robo en lugar no habitado.

El muchacho ingresó fallecido al Hospital El Carmen producto de los tiros, uno de los cuales impactó en su cabeza.

La disputa, según el relato de testigos, partió por el control de unos estacionamientos para vehículos.

Uno de los proyectiles, según Jerson, dio en su rodilla, rebotó y fue a dar a la pierna izquierda de su esposa. Ambos fueron atendidos en el Hospital El Carmen.

"Yo traté de cubrir con mi cuerpo a Araceli para que no le llegaran los disparos", recuerda algo más tranquilo, este martes, en su casa. Había recibido el alta durante la madrugada, aunque su mujer no corrió la misma suerte. Un primer diagnóstico arrojaba para ella fractura de peroné y el proyectil alojado en su pierna.

Su reacción inmediata, al ver sangre en su cuerpo y en el de ella, fue sacarse el polerón para tratar de hacerle un torniquete en la pierna de su esposa. "Uno actúa en el momento no más", reflexiona.

Jerson, quien se desempeña como contador en una empresa de seguridad de la comuna de San Joaquín, muestra las huellas de la herida en su rodilla, considerada leve por el primer diagnóstico médico, aunque quiere conocer una segunda opinión en una clínica particular porque los dolores se mantienen y casi no puede flectar la extremidad.

Ella fue ingresada a pabellón cerca de las 17 horas de este martes, para lo cual su marido debió volver al hospital y llevarle sus útiles personales y ropa.

"Estábamos preocupados como familia, porque no le habían puesto la vacuna anti tétano y no había recibido la atención directa por la bala. Estuvimos esperando al traumatólogo durante toda la mañana", afirma.

Araceli, quien es técnico en química y farmacia de Herbolaria, se encuentra con licencia médica, aunque no sabe por cuánto tiempo.

"En ese momento, cuando sentí los disparos, se me vinieron muchas cosas a la mente y me vino un miedo que no se lo doy a nadie, porque ver que estén baleando a alguien que está a un par de metros de uno, que caiga muerto y con una de esas balas uno se vea afectado, es un gran momento de pánico", reflexiona el hombre.

"No hay seguridad en ninguna parte", dice. "Afectan a gente inocente", agrega.

A pesar de que las primeras indagatorias las tomó Carabineros, la fiscalía metropolitana occidente derivó la investigación a la Brigada de Homicidios de la PDI.

Y como se trata del segundo tiroteo en pocas horas en ferias navideñas de Maipú, el alcalde de esa comuna, Tomás Vodanovic, aseguró que Carabineros se comprometió a dar mayor vigilancia en ese tipo de comercio.

El prefecto Víctor Ruiz, de la Brigada de Homicidios, dijo que investigarán si hay nexos entre estos dos baleos.

Hasta este martes no había personas detenidas en este caso.

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