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Valeria Vivanco

El Ministerio Público formalizó este viernes a Leonel Contreras Canales, integrante de la Brigada de Homicidios Metropolitana de la Policía de Investigaciones (PDI), por el delito de homicidio en contra de su compañera Valeria Vivanco Caru, quien falleció el 13 de junio pasado mientras realizaba en la comuna de La Granja un control de identidad a los pasajeros de un vehículo presuntamente involucrado en otro homicidio.

Los hechos

El 13 de junio, cerca de las 15.30 horas, cuatro funcionarios de la PDI, entre ellos Vivanco y Contreras, tenían la misión de encontrar a los autores de un homicidio que había ocurrido en Puente Alto. Según el persecutor Christian Toledo, jefe de Delitos Violentos de la Fiscalía Metropolitana Sur, la información era que podían estar a bordo de un Kia Río blanco.

Cuando los detectives encontraron el vehículo, mencionó el persecutor, lo siguieron por varias calles de La Granja hasta que decidieron hacerle un control de identidad a sus ocupantes justo cuando estaban en la intersección de las calles Santo Tomás y Las Parcelas.

Quien conducía el auto policial, destacó el fiscal, se interpuso delante del Kia Río en forma diagonal. En ese momento, agregó, la subinspectora Vivanco, quien estaba de copiloto, bajó del auto empuñando su arma de servicio. Lo mismo hizo Contreras, quien iba sentado detrás de ella. Ambos detectives, dijo Toledo, les pidieron a los ocupantes del vehículo que descendieran para realizarles el control. Pero no lo hicieron y finalmente huyeron.

Según la primera versión que entregó la fiscalía, tras los hechos, el disparo que le provocó la muerte a la detective habría provenido del auto sospechoso. Sin embargo, el 4 de agosto el caso tuvo un vuelco, luego que los peritajes establecieran que el disparo provino de un arma de la institución.

"Sin que existiera amenaza real o peligro inminente", aseguró el fiscal Toledo, "el detective Leonel Contreras, de manera directa e intencional, efectuó un disparo con su pistola fiscal, el cual impactó a su compañera Valeria Vivanco, quien resultó lesionada en su zona del tórax con entrada y salida de proyectil. Esas lesiones posteriormente le causaron la muerte".

La pólvora residual

El fiscal Toledo mencionó que un informe pericial hecho a los tres detectives que acompañaban ese día a Vivanco concluyó que Contreras tenía residuos de pólvora propios de un disparo de arma de fuego. Esas partículas eran restos de plomo, antimonio y bario. "Estaban en las muestras tomadas de ambas manos de Leonel Contreras. En los otros dos detectives los resultados fueron negativos", confirmó el persecutor.

De un lado o de otro

Toledo dijo que en las primeras diligencias, el detective insistió varias veces en que no había usado su arma de servicio.

En ese momento de la audiencia de formalización, la jueza Mariela Hernández, del 120 Juzgado de Garantía, quiso saber cómo explicaba entonces la pólvora en sus manos.

Toledo relató la versión del detective Contreras: dijo que tenía pólvora porque fue él quien presionó la herida de Vivanco para evitar que agravara. Además, que la tomó en sus brazos y la subió al auto para trasladarla al Hospital Padre Hurtado.

Toledo resumió: "Esa es la explicación, que pudo haberse producido un intercambio de material. Pero al tomar el arma, es la parte externa de las manos la que queda expuesta a que se depositen elementos que provienen del disparo, no la parte anterior. Es raro que hubiera presionado (la herida) con el dorso de la mano".


Las marcas del proyectil

El fiscal mencionó también que Carabineros perició el proyectil y las armas de todos los detectives que ese día estaban en el vehículo policial, incluida la de Vivanco. La que usaba la compañera de la subinspectora era una Smith and Wesson, que al dispararla deja una huella de tipo estriado en el proyectil. "El proyectil que le causó la muerte tiene unas marcas poligonales. Por lo tanto, esa arma quedó descartada con un 100% de certeza", detalló Toledo.

Agregó que las otras tres armas, todas Jericho, efectivamente dejan una marca poligonal en los proyectiles. Sin embargo, la que portaba el policía conductor del vehículo quedó descartada debido al análisis químico, al igual que la de la subinspectora Vivanco, a quien no se le encontraron residuos de disparo. "Ese es otro indicio para concluir que no se disparó de un arma distinta que no sea la de Contreras", enfatizó el fiscal Toledo.

Fuerza del disparo

"Efectuar el proceso de disparo fue una acción directa e intencional del imputado", aseguró el fiscal. Para demostrarlo, describió un informe pericial que indicaba que para realizar el proceso de disparo hay que ejercer una fuerza de dos kilogramos sobre la acción. Por eso, mencionó, no resulta verosímil que el imputado haya disparado sin darse cuenta.

Tras casi seis horas de formalización, el 120 Juzgado de Garantía de Santiago decretó la medida cautelar de prisión preventiva para Leonel Contreras.

"No existe ninguna duda razonable en cuanto a los antecedentes aportados que el imputado tuvo participación y fue quien disparó el arma que provocó la muerte de Valeria", expuso la jueza Mariela Hernández.

Se ordenó el ingreso del imputado a dependencias de la Brigada de Reacción Táctica Metropolitana de la PD', en Cerrillos, y se decretaron seis meses de investigación.

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