"No es en mala, pero... yo a mi hijo le di pechuga hasta los tres años". "Pero ¿por qué le cortas la leche?, si es tan chico". Estos fueron algunos de los comentarios que le llegaron a Vale Ortega después de que contara en su Instagram (@vale_ortega, 192.000 seguidores) que estaba en el proceso para terminar la lactancia de su hijo Ollie, quien tiene siete meses y medio. Ella no se molestó y les respondió, a algunas de forma pública y a otras por mensaje directo, estableciendo su posición de forma muy clara: "Lo hice porque simplemente lo quiero hacer. La decisión es súper personal y nadie debe meterse", afirma ella.
Cuando estaba esperando a su hijo, Valeria prefirió no pensar en el tema de la lactancia para no llenarse la cabeza. "Tenía muchas referencias de amigas: estaban las que no querían dar pecho, otras tenían la intención de dar pero no tuvieron leche, algunas no pensaban que iban a dar y terminaron dando mucho tiempo, entonces me bajé la presión y dije lo voy a ver cuando llegue el momento".
Cuando Ollie apareció en este mundo, el 23 de enero, tuvo que enfrentar el tema. "Pensé si logro dar (pecho) el primer mes, estoy feliz . Después, cuando lo logré dije voy a ver si logro tres meses . Me fui poniendo metas según iba avanzando porque no tenía planes", detalla y aclara que su sistema siempre fue mixto, es decir, le daba pecho al niño y también leche, que se sacaba y congelaba, en una mamadera. Así ella podía hacer cosas fuera de la casa y además compartir la alimentación del pequeño con su pareja.
El sistema funcionó bien hasta pasados los seis meses. En agosto se fueron de vacaciones a Pichilemu y algo le hizo click a Valeria y decidió terminar con la lactancia. "Me sentí esclavizada. Tenía que sacarme leche, levantarme en la noche, porque la libre demanda tiene eso. No me podía sacar leche y congelarla porque andábamos de paseo y no teníamos las comodidades de la casa. Pensé esto no es práctico y no es nada cómodo . Fue por trabajo y por comodidad. Llegué a un punto en que estaba cansada", explica. Ahí empezó a mezclarle a su hijo leche materna con fórmula.
-Habló la decisión con su pareja.
-Le conté, le dije "estuve pensando en cortarme la leche" y me dijo: "Obvio, lo que tú quieras, ¿Qué hay que hacer?".
-¿Tuvo algún miedo?
-El miedo mayor que tuve era el riesgo de tener mastitis, que se me fueran a tapar los conductos por bajar la producción, no poder sacarme la leche y tener que recurrir a una pastilla (que corta la producción de leche). No quería que el cambio para Ollie fuera tan duro (de leche materna a fórmula), quería que fuera paulatino y menos traumático.
Claudia Gómez es enfermera, matrona y consultora internacional de lactancia materna. Trabaja como asesora de lactancia (@amordemama.lactancia en Instagram). Ella cuenta que "la OMS (Organización Mundial de la Salud) recomienda como alimento óptimo para el bebé la lactancia materna de forma exclusiva hasta los seis meses y complementada con comida hasta los dos años o más, pero siempre el destete es una decisión personal de la madre y del niño, porque a veces los niños no quieren tomar más pecho. En esto no hay nada correcto o incorrecto. Si me preguntas ¿Cuál es la edad ideal para el destete? No existe un momento ideal, es cuando la madre lo decide, de manera informada y sin dejarse influenciar", afirma.
-¿Informada de qué forma?
-Sobre los beneficios de la lactancia, del proceso de destete, que no es de un día para otro. Por ejemplo, en la pandemia muchas mamás habían destetado y después querían volver, porque descubrieron que con la leche se transmitían anticuerpos. Si hubiesen estado informadas eso lo habrían sabido antes.
-¿Quiénes son los que pueden influenciar?
-Familiares, profesionales de la salud, terceras personas. Yo hice una encuesta en Instagram y el 47 por ciento de las mamás siente culpa por destetar y la mayoría de las veces es por los comentarios de los familiares.
Roberto Boisier, pediatra de la Clínica Alemana, explica que "uno recomienda la lactancia exclusiva hasta los seis meses y ojalá pudiera mantenerse, pero eso involucra la comodidad de la madre y aspectos laborales. La lactancia materna siempre va a tener más beneficios que la leche de fórmula, en eso no hay ninguna duda, pero la tecnología ha logrado que uno pueda confiar en las leches de fórmula. La gente hoy está más proclive a las cosas naturales y opina que es mejor la leche materna, pero no estamos hablando de darle un yogurt (al niño), es una fórmula que se trabajó para que fuera lo más parecida a la leche humana".