A 10 días de tener a su primer hijo, al que ya nombró Kai, Javiera Acevedo (36) reflexiona sobre el término madre soltera. "Una es madre no más", admite la actriz, que ha preferido mantener su situación familiar fuera de la luz pública, aunque inmediatamente después (y muy relajada) lanza la siguiente la frase: "Con Fede, el papá de la guagua, tenemos una relación preciosa. Es un papá tremendamente preocupado".
La influencer además ha sido regaloneada por toda la familia del papá de Kai. "Todos han estado atentos de mí desde el minuto uno. Me han venido a ver sus hermanas, sus tías me han enviado regalitos, me ha escrito su papá, me ha llamado su mamá. No tengo ningún pero que decir, al contrario, todos mis agradecimientos al universo por haberle dado a mi hijo el papá que tiene. Estoy segura que se va a enamorar a morir de su guagua cuando nazca".
-Pareciera que todo está súper resuelto.
-Sí, él está súper involucrado. Ha estado conmigo en todo y no se le ha ido ningún detalle. Estoy segura que será un tremendo papá. Veo cómo es con sus sobrinos, con sus hermanos, como son de achoclonados y guaguateros en su familia. El amor a mi hijo nunca le va a faltar porque nosotros (ella y Fede) tenemos una relación preciosa; nos queremos mucho, nos respetamos, nos cuidamos y hablamos a cada rato. Nunca a mi hijo le faltará el amor de padre y madre. Yo me saco el sombrero por la suerte que tiene mi hijo de tenerlo de papá.
-¿Ustedes están juntos?
-No, pero puede ser el papá perfecto para tu hijo y no necesariamente esa persona es la pareja correcta para ti. Imagínate, estuviste en el minuto preciso con la persona indicada que tenía que ser el papá de tu guagua. Nosotros estamos aquí para y por Kai. Muchos hijos nacen en matrimonios donde los padres no se llevan bien, donde hay peleas y discusiones, donde las madres se sienten súper solas en todo su embarazo. Eso pasa mucho.
-Finalmente él está.
-Exacto, él (Fede) está conmigo, eso es Io lindo y Io importante. A mí me basta con que él sea preocupado, ame a su hijo y sea un buen padre.
-¿Rápidamente lograron esa unidad?
-Todo va mutando, pero siempre me sentí cuidada, protegida y querida con lo necesario no más, con lo que tenía que ser. Uno tiene que ir viendo las cosas día a día, porque el presente es lo único que a ti te entrega una realidad de las cosas. Puedes prometer y decir mucho, pero lo importante es estar. Yo lo que iba viviendo, lo agradecía; los llamados, los detalles, la preocupación. Creo que más que estar pidiéndole cosas a los demás, uno debe agradecer lo que le toca. Agradezco todo y no me quejo de nada.
-¿Por qué el momento es ideal?
-Por la suerte que tuve no necesariamente de elegir el momento, pero sí de haberme dado todo el tiempo que quise para tener mi independencia, eso me hace estar satisfecha con todo lo que viví y no me hace extrañar nada para atrás. Yo, a los 36 años, ya sentía ganas de ser mamá porque había hecho todo.
-Mencionó que estaba aburrida.
-Sí, llega un momento en el que ya no le encuentras la gracia a salir. Claramente es rico distraerse y tener todo el tiempo del mundo porque depende de ti si vas o no vas. De ahora en adelante mi vida depende de mi hijo, pero creo que nada me puede llamar más la atención que poder tener esa dependencia máxima con otro ser humano. Ya había hecho todo, a cada rato y cuando quería. Uno se aburre de todo al final. Estaba satisfecha con todo el tiempo que tuve y abierta a una nueva etapa en mi vida. Siento que lo que llega es tan power que lo que dejas pasa de lado.
-¿Piensa seguido en el primer encuentro con Kai?
-He soñado con eso. Con la primera vez que nos veamos.
¿Ya quiere que nazca?
-Sí, jajajá. Molesta igual ya la espalda, las caderas, las piernas. Ya estoy poniéndome un poquito más
-Sí, él está súper involucrado. Ha estado conmigo en todo y no se le ha ido ningún detalle. Estoy segura que será un tremendo papá. Veo cómo es con sus sobrinos, con sus hermanos, como son de achoclonados y guaguateros en su familia. El amor a mi hijo nunca le va a faltar porque nosotros (ella y Fede) tenemos una relación preciosa; nos queremos mucho, nos respetamos, nos cuidamos y hablamos a cada rato. Nunca a mi hijo le faltará el amor de padre y madre. Yo me saco el sombrero por la suerte que tiene mi hijo de tenerlo de papá.
-¿Ustedes están juntos?
-No, pero puede ser el papá perfecto para tu hijo y no necesariamente esa persona es la pareja correcta para ti. Imagínate, estuviste en el minuto preciso con la persona indicada que tenía que ser el papá de tu guagua. Nosotros estamos aquí para y por Kai. Muchos hijos nacen en matrimonios donde los padres no se llevan bien, donde hay peleas y discusiones, donde las madres se sienten súper solas en todo su embarazo. Eso pasa mucho.
-Finalmente él está.
-Exacto, él (Fede) está conmigo, eso es Io lindo y Io importante. A mí me basta con que él sea preocupado, ame a su hijo y sea un buen padre.
-¿Rápidamente lograron esa unidad?
-Todo va mutando, pero siempre me sentí cuidada, protegida y querida con lo necesario no más, con lo que tenía que ser. Uno tiene que ir viendo las cosas día a día, porque el presente es lo único que a ti te entrega una realidad de las cosas. Puedes prometer y decir mucho, pero lo importante es estar. Yo lo que iba viviendo, lo agradecía; los llamados, los detalles, la preocupación. Creo que más que estar pidiéndole cosas a los demás, uno debe agradecer lo que le toca. Agradezco todo y no me quejo de nada.
"Ya había hecho todo, a cada rato y cuando quería".
Por las noches, Javiera Acevedo imagina el rostro de Kai. "Me veo dando papa, me imagino toda la noche despierta mirándolo, veo su carita, me imagino paseándolo y viéndolo caminar, me pregunto si llorará mucho o poco. Me lo imagino gordito y con fuerza", dice entre risas la actriz, que tilda de "justo" el momento que se convertirá en madre. "A veces me da un poco de susto, pero es rico porque es tan novedoso. Una va perdiendo la capacidad para sorprenderse y ahora todo es nuevo. A veces una está como aburrido en la vida, como que siempre todo es lo mismo. Esto era algo que tenía que tocarme. Aún no puedo creer que estoy embarazada".-¿Por qué el momento es ideal?
-Por la suerte que tuve no necesariamente de elegir el momento, pero sí de haberme dado todo el tiempo que quise para tener mi independencia, eso me hace estar satisfecha con todo lo que viví y no me hace extrañar nada para atrás. Yo, a los 36 años, ya sentía ganas de ser mamá porque había hecho todo.
-Mencionó que estaba aburrida.
-Sí, llega un momento en el que ya no le encuentras la gracia a salir. Claramente es rico distraerse y tener todo el tiempo del mundo porque depende de ti si vas o no vas. De ahora en adelante mi vida depende de mi hijo, pero creo que nada me puede llamar más la atención que poder tener esa dependencia máxima con otro ser humano. Ya había hecho todo, a cada rato y cuando quería. Uno se aburre de todo al final. Estaba satisfecha con todo el tiempo que tuve y abierta a una nueva etapa en mi vida. Siento que lo que llega es tan power que lo que dejas pasa de lado.
-¿Piensa seguido en el primer encuentro con Kai?
-He soñado con eso. Con la primera vez que nos veamos.
¿Ya quiere que nazca?
-Sí, jajajá. Molesta igual ya la espalda, las caderas, las piernas. Ya estoy poniéndome un poquito más