Que 104 de las 346 comunas del país hayan sido declaradas con escasez hídrica, significa que 136.613 kilómetros cuadrados o el 18,1% del territorio de Chile sufre oficialmente los efectos de la sequía que afecta al país desde hace una década.
Las últimas incorporaciones corresponden a las 26 comunas de las provincias de Osorno Llanquihue y Chiloé, en la Región de Los Lagos, que desde el 5 de abril cuentan con su correspondiente Decreto de Escasez Hídrica.
Alfredo Moreno, ministro de Obras Públicas, explica que "para declarar escasez hídrica se consideran los últimos resultados del Informe de Condiciones Hidrometeorológicas de la División de Hidrología de la Dirección General de Aguas (DGA), dependiente del MOP, que declarará la sequía en un territorio cuando la falta de agua se manifiesta en, al menos, una de estas tres condiciones: menos lluvias, menos agua en los cauces superficiales o bajas reservas en los acuíferos subterráneos". E insiste en que "no es necesario que se cumplan todos los requisitos, pues basta sólo uno para entrar en el listado".
Moreno también cuenta cómo se hace el cálculo en el caso de las precipitaciones. "Se realiza un estudio pluviométrico, en que se comparan la actual temporada de lluvias -que va desde abril a agosto-, con el promedio de ese mismo periodo durante los últimos 30 años. Con toda esa información se obtiene el índice de Precipitaciones Estandarizados (IPE), que determina la distribución de las lluvias en el tiempo y territorio", dice. Si éste es igual o menor a -0,84, se declara la condición de sequía en ese lugar.
En el caso de los ríos, Oscar Cristi, director del DGA, cuenta que el proceso es similar. "En los análisis de la DGA, se consideran los caudales medios mensuales acumulados de los últimos tres meses y se calcula el Índice de Caudales Estandarizados (ICE), que debe ser igual o menor a -0,84 para que haya una condición de sequía". Lo mismo rige para los acuíferos, que son monitoreados semanalmente.
Decreto importante
Como todos los recursos limitados, cuando se produce una caída en la disponibilidad de agua, se producen disputas entre sus consumidores. El ministro Moreno explica que "precisamente para evitar conflictos y priorizar el uso del agua para consumo humano, es necesario un Decreto de Escasez Hídrica, que faculta a la DGA para ordenar la distribución".En caso de ser necesario, la DGA puede autorizar transitoriamente a las empresas sanitarias o agrupaciones de pequeños agricultores, a sacar agua de pozos y ríos, aún cuando no sean dueños de un derecho.
Pero esa no es la única ventaja. "Gracias a este decreto muchos de los 778.495 chilenos que viven en el mundo rural, y que ya no tienen acceso a pozos o ríos, pueden ser abastecidos por camiones aljibes", dice Moreno, quien destaca que "estos decretos también nos habilita para hacer inversiones directas, lo que nos permite reaccionar con más agilidad ante problemas puntuales".