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Soluciones en la casa y en el edificio para los malos olores que salen del lavaplatos

Si su cocina huele mal, es muy probable que sea por culpa de los restos de comida que quedan depositados en el sifón del lavaplatos. El sifón es el sistema que se encarga de conectar el desagüe con el resto de las cañerías de la vivienda. El problema, sobre todo si se considera que hoy los departamentos se construyen con cocina, living y comedor integrados en un mismo espacio, es que esos olores pueden percibirse en todo el hogar.

Felipe Meza, magíster en Ingeniería en Tratamientos de Residuos, docente de la Universidad Tecnológica Metropolitana y subdirector de la división de Aguas Servidas de Aidis Chile, reconoce que los malos olores se originan por la obstrucción de residuos orgánicos que se van concentrando y acumulando en el sifón y en la propia tubería de descarga.

"El problema es que muchas personas no ocupan la rejilla que los captura. El propósito de la rejilla es que drene el agua y que los residuos orgánicos y sólidos se queden ahí, para luego arrojarlos al basurero. Sin embargo, hay gente que los bota directamente al lavaplatos", asegura.

El inconveniente, dice, es que los residuos sólidos van a quedar al interior del sifón.

"Residuos muy livianos o de menor densidad seguirán la dirección del agua. Los más pesados precipitarán y quedarán en el sifón. Por acción de los propios microorganismos, existirá descomposición y mal olor", fundamenta.

Concuerda el magíster en Hidráulica Ambiental, Andrés García, académico de las asignaturas de Redes de Agua Potable y Alcantarillado de la Facultad de Ciencias de la Ingeniería de la Universidad Austral: "Ello obedece a un tema de acumulación de alimentos en el sifón. Los que tienden a descomponerse rápidamente son aquellos de origen animal, frutas y verduras, y finalmente los derivados de los cereales. La descomposición bacteriológica de los alimentos va generando eliminación de gases y eso se traduce en malos olores".

Otro elemento que obstruye bastante las tuberías son los aceites y grasas.

"La gente los tira por esta vía cuando hace un pollo al horno o cuando hacen papas fritas. Ese aceite se cristaliza por los cambios de temperatura, adhiriéndose a las paredes de la tubería. Lo anterior genera disminución de su sección transversal, y por ende, la obstrucción de la tubería. Los residuos pasarán más lento, dado que la tubería tiene una sección menor", expone.

García explica que al solidificarse el aceite y teniendo una sección menor, se favorece el atrapamiento de partículas en su interior. "Puede generar una descomposición acelerada, sobre todo en tuberías que puedan ser de material plástico", añade.

¿Qué hacer?

Meza sugiere utilizar siempre el tapón o rejilla que está en el lavaplatos para lavar. Y Io segundo, es hacer limpieza mensual del sifón para retirar los residuos sólidos que se precipitaron ahí.

"Lo importante es que haya paso de agua. De esa manera los olores se van a ir yendo. Retirando los sólidos, el olor desaparece. También no habiendo obstrucción de la tubería. Las tuberías se instalan para que, por efecto de la pendiente, corran sin problemas las aguas servidas y no se generen olores. No obstante, las ocupamos mal", admite.

El constructor civil Leonardo Álvarez, académico de la Escuela de Ingeniería en Construcción de la Universidad Mayor, aconseja usar una cuchara sopera de cloro en tres cuartos de litro de agua para acabar con las bacterias y los malos olores.

"Esta solución lo que hace es acabar con el universo de microorganismos que generan los malos olores. Pero el paso número uno es siempre limpiar el sifón y luego hacer este tipo de lavado. Lo puede hacer cada vez que sienta olores desagradables", señala.

Problema en edificios

Si el agua pasa y no hay residuos en el sifón, Meza cree que los malos olores se pueden estar generando por un problema estructural del alcantarillado del edificio.

"Si es que le ocurre, debe hablarlo con el administrador. Es un problema típico al vivir en comunidad. Todos los ramales van a dar a un gran ducto general, una gran tubería que lleva los residuos líquidos hacia las zonas inferiores del edificio. Lo que puede estar sucediendo es que haya obstrucción en el colector general del edificio. Y eso puede estar generando los malos olores", comenta.

Lo ejemplifica así: "Un pescado tiene varias espinas. Para ilustrar, una de esas espinas serían las descargas de los departamentos, y la espina central es el colector general que va recolectando todo eso, y Io lleva hacia los pisos inferiores. En algún tramo de esa espina central hay un atasco, que genera los olores de ese tramo hacia arriba".

¿Cómo se soluciona? "Las redes domiciliarias de alcantarillado tienen tapas de registros que son para estos casos. Personal especializado, gasfíter, abre esto y ocupan agua a alta presión para lavar estas redes interiores domiciliarias. Con eso rompen estas costras de aceites y grasas".

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