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Catherine Zeta-Jones habla de su vida en pandemia con Michael Douglas

A pesar de la pandemia, Catherine Zeta Jones cuenta que ha estado muy ocupada con la segunda temporada de la serie de Fox "Prodigal Son" ("Hijo Pródigo"). Interpreta a la doctora Vivian Capshaw, quien trabaja en el Hospital Siquiátrico Claremont ayudando a resolver casos de asesinatos perpetrados por enfermos mentales. "Nos tomamos PCR todos los días", dice la actriz, que vive en Nueva York junto a su familia, cerca de donde se graba la producción.

De origen galés, Zeta Jones (51) nació el 25 de septiembre de 1969, el mismo día de su marido, Michael Douglas (76), pero con un cuarto de siglo de diferencia. La pareja, que se conoció en el Festival de Cine de Deauville (presentados por Danny de Vito), contrajo matrimonio el 2000 y tienen dos hijos: Dylan (20) y Carys (18). "Me encuentro en nuestra casa en Nueva York, dejé a mi perrito en la cocina. Ml marido e hijos salieron y yo estoy feliz de estar sana y de conversar con ustedes", comenta desde la pantalla.

-¿Cómo se han organizado durante la pandemia?
-Mis hijos se encuentran en la universidad y en un campamento de verano, y cuando regresan a casa, no tienen problemas en hacer sus camas. A mí me encanta encerar, es algo terapéutico, sobre todo limpiar los pisos de madera, me hace feliz dejarlos súper brillantes. Nunca le pido a alguien hacer algo que pueda hacer yo.

-¿Cómo se distraen en familia?
-Pasamos mucho tiempo en el lugar donde me encuentro, una especie de living, en el cual tengo mi piano. Miramos TV sentados en este sofá, donde nos apilamos los cuatro. Tanto Michael como yo, preferimos no ver ninguna película o serie donde aparecemos. Les hemos mostrado a Dylan y Carys muchas películas clásicas, y también miramos comedias inglesas en Brit Box. Me río y me río pero mis hijos, no entienden porque (se ríe) son norteamericanos, tienen otro sentido del humor.

-Al parecer usted no se ha aburrido.
-Pero me siento muy insegura porque mis amigos me cuentan que han "visto todo en la TV", leído la mayoría de los súper ventas y amasado su propio pan. En cambio yo soy feliz abrazando a mi perro y leyendo un sólo libro. Por suerte, Michael y yo, somos adictos a los noticieros. Mientras tejo, vemos muchos programas de noticias. Pero ha sido duro para nosotros dos porque somos súper aficionados al golf, y todos los clubs han cerrado.

-Ustedes jugaban mucho golf cuando vivían en las Islas Bermudas, ¿Cómo llegaron allí?
-Cuando conocí a Michael recién me había comprado una casa en Los Ángeles. Todos piensan que mi marido creció en Hollywood, por su papá Kirk Douglas, pero lo hizo no lejos de aquí, en Nueva York, y Connecticut, junto a su madre y a su padrastro. Después que nos casamos, nos mudamos a Nueva York, una ciudad que me encanta, y cuando quedé encinta, decidimos cambiarnos a un lugar más tranquilo y nos fuimos a vivir a The Hamptons (Long Island). Descubrimos que allí se encontraban las mismas personas de Nueva York, pero usando shorts. Entonces Michael me llevó a visitar Bermudas, el lugar donde su familia materna había vivido desde 1600. Sólo queda a una hora 45 minutos de Nueva York. Y me enamoré de esa isla. Pasamos allí 10 años maravillosos criando a nuestros hijos.

-¿Qué más nos puede contar de sus hijos?

-Lo mejor es que hoy ya son dos muy buenos ciudadanos de este planeta, muy inteligentes, les encanta aprender. Mi hijo (Dylan) está en la universidad y Carys, comienza en septiembre. Puedo descansar sabiendo que ya están preparados para salir al mundo y estoy feliz de observar su nuevo viaje que ahora comienza. Pero por supuesto como mamá, me preocupo, como por ejemplo cuando Dylan sale en su auto y no me avisa si llegó. Soy católica y tengo judíos en mi familia, por lo que el resultado es que soy completamente paranoica, jajajá.

-Nació el mismo día que su marido. ¿Cree en la astrología?
-Recuerdo que mi abuela irlandesa, antes que yo fuera a un casting, me leía de 5 a 6 horóscopos y yo me guiaba por ellos, jajajá. En realidad, mi marido y yo somos parecidos en muchas cosas, incluso nuestra ortografía es similar. Pero no al punto que yo sepa lo que él está pensando y viceversa. La primera vez que nos conocimos y descubrimos que teníamos el mismo cumpleaños, no lo podíamos creer y celebrar nuestros cumpleaños juntos era fabuloso. Pero llegó un momento en que yo quería tener mi propia celebración, con mi propia torta y no ver dos nombres en una sola torta. Tener mis propios regalos y no gente llamando y deseándonos felicidades a los dos. Con Michael bromeamos sobre eso.

-Hace algunos años pasaron por una crisis matrimonial.
-Bueno, todos los matrimonios tienen altos y bajos. Y cuando se está en el ojo público, se transforma en una historia mundial y corren rumores que no son ciertos. Aún estamos, muy, muy enamorados, ahora con el nido vacío, porque nuestros hijos han partido del hogar. Estar encerrados un año por la pandemia es una prueba de fuego para cualquier pareja, si se sobrevive a esto, se puede sobrevivir a cualquier problema. Y nosotros lo logramos muy bien.

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