Con rostro repuesto y actitud templada, Mark González reapareció tras el inconveniente de salud que afectó a su corazón y que, en primera instancia, fue diagnosticado como un infarto al miocardio.
"Aquí estoy, vivo y sano. Bueno, no sé si sano, pero estoy bien en mi casa, descansando, pasé un momento difícil", dijo el ex seleccionado chileno de 36 años. Luego develó Io que finalmente sufrió y Io tuvo a tan maltraer en los últimos días.
"Me dio una miopericarditis, que ya cada uno podrágooglearlo . Fue un momento difícil que ya superé, por suerte, y seguimos fuertes", añadió González, a quien le espera un periodo de recuperación en el que el reposo total, los medicamentos desinflamatorios y no forzar el corazón serán aspectos claves.
De hecho, la miopericarditis que sufrió el esposo de Maura Rivera se confunde muchas veces con un infarto porque ambas dolencias tienen una sintomatología muy similar.
"El infarto de miocardio es una patología que se caracteriza por la muerte de una porción del músculo cardíaco que se produce cuando se obstruye una arteria coronaria, mientras la miopericarditis es la inflamación de dos estructuras del corazón producida por una infección viral. Una es el miocardio, que el músculo cardíaco Y la otra es el pericardio, que es la capa que recubre el corazón", explica Nicolás Bunster, cardiólogo del Centro de Enfermedades Cardiovasculares Clínica Universidad de los Andes.
"Una persona puede llegar con un dolor torácico infarto y se realiza sugerente de un electrocardiograma o una medición de enzimas cardiacas que pueden mostrar niveles alterados, pero al momento de estudiar las arterias del corazón, éstas están limpias y sanas. A veces los pacientes también cuentan que una semana antes estuvieron mal de la guata o resfriados, y luego de una semana presentan dolor torácico, y todo eso puedo dar luces", añade el especialista.
El golfista Benjamín Alvarado sufrió la misma infección en el corazón a fines del 2019. "Me dijeron que sufrí un infarto muy fuerte, muy agudo, pero a los tres días con los exámenes me diagnosticaron miopericarditis. Los síntomas son los mismos casi que los de un infarto: dolor en el pecho, mareos, ganas de vomitar, el brazo dormido. Incluso es más doloroso que un infarto. Pero no hay forma de saber qué virus te provocó esa inflamación, a no ser que te hagan una biopsia al corazón, que es imposible. Mark tampoco va a saber", dice el deportista.
"Mi corazón quedó ciento por ciento sano porque no tengo arterias tapadas y eso es Io bueno, pero el otro problema es que tengo un 40% de probabilidades que cada vez que me entre un virus, como el coronavirus por ejemplo, me pueda dar miopericarditis. Entonces me tengo que cuidar mucho para el resto de mi vida. El cuerpo queda muy machucado, como si un camión te hubiera pasado por encima. Una vez olvidé tomar los desinflamatorios y de inmediato me sentí pésimo", añade el golfista.
Para Pablo Pedreros, cardiólogo de Clínica Santa María, la miopericarditis es complejo que genere un agravamiento de la condición del paciente: "Es muy raro un fallecimiento. El 99% la evolución es muy buena. Esta inflamación de las membranas que recubren el corazón puede ser reversible, el tejido se recupera completamente, a diferencia del infarto que sí deja secuelas y donde hasta puedes perder masa muscular del corazón al no abrir la arteria de forma precoz".
González grabó dos videos con su testimonio y agradecimiento y los compartió en su cuenta de Instagram. En el posteo recibió innumerables saludos y mensajes de buena onda.
"Viví un momento tan difícil que siempre existe un antes y un después, y pasar un mensaje no está de más: decirle a cada uno de ustedes que se cuiden, que nadie es inmortal y que valoremos las cosas que tenemos en la vida, porque así como las tienes, se te puede ir todo en un segundo", señaló el ex jugador del Betis, Liverpool, Universidad Católica y la Roja, entre otros.
Por la noche, su esposa Maura Rivera volvió a compartir sus emociones durante estos días de miedo y las retrató con una postal tomada desde la misma clínica. "Ese día hice lo imposible por estar ahí, nunca sentido tanta necesidad de abrazarte. Tú siempre con esa sonrisa, con humor y preocupado por mí. En la foto apenas me alcanzó para el labial, con cara de no dormir de pena, de angustia, de aferrarme a mis hijos. Todavía estamos juntos, todavía somos fuertes", escribió la bailarina.