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Así opera el engaño para robar cuentas bancarias

Apropiarse de la cuenta de WhatsApp de una persona para pedir dinero a sus contactos no es la única manera de robar datos sensibles. Ivette Fuentes perdió 2 millones de pesos porque cayó en una trampa: una persona la contactó, le ofreció resolver un problema bancario, le pidió que le leyera un código que supuestamente le estaba mandando, y perdió el control de su cuenta.

¿Cómo funciona?

El subcomisario de la Brigada metropolitana del Cibercrimen de la PDI Julio Vargas explica que a esto le llaman "Smishing", un concepto que resume la idea de salir a pescar usando mensajes de texto. Consiste en que a una persona le llega un falso mensaje de texto que advierte que su cuenta bancaria ha sido bloqueada. "Si coincide con que la víctima tiene cuenta en ese banco, los delincuentes confían en que se preocupará e ingresa al link que viene en el SMS y que se presenta como solución para recuperar la cuenta. Pero lo que se abre es una web fraudulenta, que solicita información personal de acceso al banco". Entre los datos que pide la página, por supuesto están el RUT y contraseña de ingreso.

Con esos datos en la mano, el ladrón ya puede entrar a la cuenta verdadera. Si el saldo que ve ahí le interesa, entonces inicia el siguiente paso: obtener la tercera clave de seguridad que usan algunas entidades bancarias.

Entonces realizan una llamada a su víctima en la que le ofrecen algún servicio muy lucrativo. "Usualmente dicen que tienen un dinero que devolver de parte del Sernac o la Superintendencia de Bancos", dice Vargas. Y le dicen que le enviarán un código que debe entregar.

Pero lo que en realidad está haciendo el delincuente es tratar de manipular la cuenta de la víctima. Para conseguir hacerlo, el banco (los que la usan) le manda la tercera clave por sms al titular. "Con la rapidez del momento, muchos clientes no alcanzan a percibir eso y entregan la clave", describe Vargas. En ese mismo instante, el antisocial ya puede sacar el dinero.

"Estas denuncias no paran durante todo el año y es muy probable que quienes estén detrás sean delincuentes desde centros penitenciarios", dice el subcomisario.

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