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Explicación de por qué algunas personas son más friolentas que otras

¿Frío o calor? ¿Invierno o verano? Cuando hablamos de gustos, las respuestas a estas preguntas podría ser cualquiera. Sin embargo, el debate también es de importancia para la ciencia, que nos da pistas de por qué podríamos preferir una u otra opción. Principalmente, depende de qué tanto resistimos las bajas temperaturas.

Un estudio realizado por el Karolinska Institute, en Suecia, descubrió que la razón de que algunas personas tengan mejor resistencia al frío está directamente relacionada con nuestras fibras musculares. Esto porque en las fibras de contracción rápida de los músculos se encuentra una proteína llamada alpha-actinina-3 que, entre más presente esté, más sensibles al frío nos hace.

Hakan Westerblad, fisiólogo muscular celular y coautor de la investigación, explica desde Suecia y al mail que "aproximadamente el 20% de todas las personas tienen una mutación genética por la que carecen de la proteína muscular alfa-actinina-3. Ahora, hemos demostrado una posible ventaja de las personas con esta falta: tienen más fibras de contracción lenta, que son mejores para generar calor".

El estudio

Para llegar a esta conclusión, los investigadores juntaron a un grupo de 32 hombres sanos de entre 18 y 40 años. Estos entraron en tinas con agua a 14° centígrados. El 20% de ellos logró mantener una temperatura corporal superior a 35,50 centígrados. Después, tomaron biopsias de los músculos de las pantorrillas a cada uno de los participantes y determinaron que aquellos que sí disminuyeron su temperatura corporal, tenían una alta presencia de la proteína alpha-actinina-3, "que solo se expresa en las fibras de contracción rápida", detalla Westerblad.

Las fibras

Hugo Marambio, deportólogo y fisiólogo muscular de la Clínica Santa María, ejemplifica que "cuando tu corres, estás usando tus fibras rápidas, que contienen la proteína alpha-actinina-3 y provoca una hipertermia, con lo que liberamos mucho calor corporal. En cambio, si no tenemos esta proteína, se desarrollan mucho más las fibras lentas, que hacen un gasto calórico más concentrado y provocan una activación muscular mucho más controlada, evitando la pérdida de calor".

Además, Marambio detalla que "para entenderlo en simple, las fibras rápidas son las que usan los atletas en movimientos explosivos, de mayor velocidad y fuerza. Mientras que las lentas son más notorias en triatletas o maratonistas, por ejemplo, que requieren de mayor resistencia muscular", agregando que "Usain Bolt, por ejemplo, debería ser más friolento".

Cabe destacar que estas fibras musculares, tanto rápidas como lentas, se encuentran en todos los músculos del cuerpo.

Velocistas y friolentos

Hakan Westerblad comenta que "casi ningún buen velocista carece de alfa-actinina-3. Por lo tanto, los velocistas deberían ser menos resistentes al frío". Esto lo confirma el actual diputado y ex velocista, medalla de oro en los 100 metros planos del Campeonato Sudamericano de 1997, Sebastián Keitel. "Yo por lo general soy muy friolento. De hecho, cuando me ha tocado competir en países fríos me ha ido mucho más mal, incluso he rechazado ir a competiciones en Inglaterra por lo mismo. En cambio, en países calurosos y húmedos he hecho mis mejores marcas", cuenta Keitel, después de terminar una de sus rutinas de entrenamiento.

Entrenarse para el frío

Marambio explica que "las fibras rápidas pueden convertirse en fibras lentas, pero no al revés. Por ejemplo, si entrenamos más la resistencia, se desarrollan más las fibras lentas y el cuerpo deja de producir la proteína alpha-actinina-3. Por lo tanto, uno puede entrenar para ser más resistente al frío".

Esto, continua Marambio, "es por un cambio epigenético, que significa que tu estilo de vida puede modificar tu carga genética. De hecho, los humanos perdimos la resistencia al frío cuando comenzamos a utilizar ropas, abrigos, parkas. Entonces, si tú creas un modelo adaptativo, comienzas a generar adaptaciones genéticas asociadas a eso".

Westerblad, por su parte, acota que "las fibras de contracción rápida tienden a ser un poco más vulnerables al carecer de alfa-actinina-3 y su diámetro disminuye. Como consecuencia, el diámetro de las fibras de contracción lenta tiende a aumentar y una mayor proporción de la sección transversal del músculo contendrá fibras de contracción lenta".

Pero, ¿Cómo se puede entrenar esto? Sebastián Keitel cuenta que, como velocista, "yo entrenaba fuerza, velocidad, resistencia en velocidad y resistencia. En ese orden. Mientras que quienes entrenaban para triatlones y competencias de larga duración, se dedicaban esencialmente a la resistencia, corriendo distancias largas en la pista atlética".

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