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Marcelo Marocchino hizo viaje express a Italia para bautizar a su hija

Chiara (3 años) fue bautizada este martes 5 por don Genesio, párroco de la iglesia San Martino de Azeglio, pueblo ubicado en la provincia de Torino, al norte de Italia. En ese mismo lugar y con el mismo cura, Marcelo Marocchino (32) hizo su primera comunión y su confirmación cuando era niño. "Fue una ceremonia muy linda y significativa. Por el Covid debimos hacer todo muy privado: en la iglesia éramos poquitos y usamos mascarilla toda la ceremonia. Luego hicimos una pequeña recepción en la casa de mis papás, con mi Nonna, mi hermana y dos primos que fueron los padrinos de Chiara. Ella estaba toda emocionada y se quedó muy tranquila cuando el párroco le mojó la cabeza", cuenta el empresario de moda.

Marocchino, su mujer -la modelo argentina Magui Benet- y Chiara llegaron a Italia el 20 de diciembre. El viaje original iba a ser seis meses antes, pues la pareja tenía todo listo para casarse el 13 de junio en la iglesia San Martino con el cura Genesio. Por la pandemia debieron suspender todo. "Aprovechamos de reprogramarlo para junio de este año. Espero que el Covid nos permita casarnos esta vez. Ya nos hicimos la idea que haremos una ceremonia mucho más privada con los familiares más cercanos", cuenta él.

Por la misma pandemia fueron reprogramando el viaje mes tras mes hasta que en diciembre les resultó. "Por tener nacionalidad y pasaporte italiano Chiara y yo podíamos entrar sin problema al país, que desde la aparición de una nueva variante del Covid-19 en Inglaterra, puso más exigencias para entrar. A Magui la dejaron ingresar por ser la mamá de Chiara y los tres debimos mostrar nuestros PCR negativos, hechos 72 horas antes", explica el empresario.

Pese a todos estos resguardos, Marcelo reconoce que la situación en Italia es delicada. Las últimas cifras publicadas el martes 5 dan cuenta de 15.375 nuevos casos y 649 muertos en la península, sumando desde el inicio de la pandemia 2.181.269 contagios y 76.329 decesos. "Acá se volvieron locos durante el verano (del hemisferio norte). Abrieron hasta las discotheques que son un alto foco de contagio. Faltó más criterio. Ahora el país está dividido por zonas en color rojo, naranjo y amarillo, dependiendo de las restricciones. Para las festividades de Navidad, Año Nuevo y Reyes Magos (6 de enero), que también es feriado, quedamos todos en zona roja, con prohibición de movernos fuera de nuestras comunas y con una salida máxima al día. En las calles y lugares públicos hay que usar mascarilla con filtro médico. A partir de mañana (jueves 7) los restaurantes podrán reabrir hasta las 18 horas y con aforos muy reducidos. Eso ha provocado mucho descontento entre los dueños de restaurantes", relata Marocchino.

-¿Su familia cómo ha vivido la pandemia?
-Bien. Mi Nonna tiene 87 años y está estupendamente bien. Están muy contentos con nuestra visita. Hace más de un año y medio que no nos veíamos y ahora estoy viendo caras muy largas y tristes porque debemos regresar a Chile. Nos hemos dedicado a compartir y a comer pastas y postres. Vamos a volver con kilos de más, jajajá. Esta casa es muy especial para mí. Yo nací acá, porque fui un bebé prematuro y mi mamá no alcanzó a llegar al hospital. Chiara ha disfrutado un montón jugando con los perros y gatos. A los cuatro días de haber llegado nos tocó una nevada y ella quedó emocionada. Hasta hicimos un mono de nieve con una zanahoria de nariz. Por otro lado, como Torino fue la primera capital de Italia, donde vivía el rey, está lleno de castillos y eso la tiene fascinada. Dice que acá viven muchas princesas en sus castillos.

Este jueves, los tres irán a hacerse otro PCR para poder ingresar a Chile. "En Italia hay cosas que se deben mejorar. Para tomar el examen tienes que llegar con la prescripción (receta) médica, tuve que conseguir tres con el médico de mi familia y el test es muy caro. iCuesta 130 mil pesos cada PCR! Yo, que soy residente de Chile hace 10 años y no pago contribuciones acá, no tengo derecho al sistema de salud público italiano y debo pagar como si fuera extranjero. Eso no puede ser", reclama.

Pero Marocchino también ha trabajado desde Azeglio: "Hice dos clases magistrales de cocina por Zoom. Yo no soy chef, sino un cocinero amateun Con Cielo Milano (@cucinabycielomilano en Instagram) estamos ofreciendo unas cajas con materiales gourmet para cocinar que incluye una clase para aprender a hacer las pastas y salsas con el sabor de las diferentes regiones de Italia. Fue bonito hacer las clases desde mi casa de niño".

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