A pesar de haber trabajado durante toda la noche, Juan Pablo Gallardo (31) no dudó en partir a ayudar cuando este sábado se desató la emergencia en el Hospital San Borja Arriarán. A eso de las 7:07 AM recibió el desesperado llamado de una funcionaria del recinto, quien le imploró que fuese allá con sus ambulancias para poder rescatar a los pacientes del tercer piso -donde se habría iniciado el incendio- y así trasladarlos hasta una zona segura.
"Recibimos el llamado y era algo fuera de lo normal; partimos y nos demoramos tres minutos en llegar", relata Gallardo.
Desde hace 10 años, este técnico en enfermería tiene su emprendimiento Ambulancias Código Rojo. Ha participado de labores voluntarias en megaincendios en Valparaíso y en el reciente incendio de Quilpué; en inviernos de años anteriores, cuenta, ha rescatado a gente en situación de calle para llevarla hasta albergues.
Nunca, eso sí, había sido protagonista de la evacuación de un hospital. "Esto supera con creces todas las cosas que he hecho como voluntario y con mi empresa".
Armadura de plástico
"Llegué a las 7:10 de la mañana. Lo primero fue sacar a todos quienes estaban en el tercer piso. Ahí se encuentra la UCI (Unidad de Cuidados Intensivos) y la UTI (Unidad de Tratamiento Intensivo), donde estaban todos los pacientes Covid positivo", detalla.Para ingresar, Juan Pablo se revistió con cuatro pecheras plásticas, cuatro mascarillas simples, tres pares de guantes y un escudo facial. "Es satisfactorio poder ayudar. No importa si el día de mañana me contagio, lo que importa es que logramos sacar vivos a todos esos pacientes graves", valora.
"Para bajarlos de la mejor manera posible hacia un lugar seguro, intubados y con toda la indumentaria que corresponde, todo el personal del SAMU, bomberos y voluntarios que trabajamos para eso utilizamos las medidas de protección adecuadas. Además, se habilitó de emergencia la energía de los ascensores. Así logramos movilizarnos lo más rápido posible", destaca.
Experto en evacuaciones
Apenas salió del colegio, Juan Pablo ingresó a estudiar la carrera de técnico en enfermería (los llamados TENS); tras titularse llegó a una empresa privada de ambulancias. "Ahí aprendí todo el funcionamiento, vi todo lo que se necesitaba y haciendo doble turno logré generar dinero hasta que me compré mi propia ambulancia", recuerda. "Hoy tengo tres y siempre que puedo intento ayudar".Gallardo ha tomado cursos especializados en evacuación que este sábado le fueron muy útiles. "Esta situación fue muy difícil, había mucho humo y también mucha agua. Todo fue más caótico cuando comenzaron a llegar los familiares preocupados. Realmente era como una película de terror. Nos alcanzaban las llamas, nos caía agua casi hirviendo y con la poca visibilidad por el humo tuvimos que recorrer cada rincón del tercer piso gritando ¿hay alguien con vida? , tal como en el Titanic".
En medio de ese infierno, Juan Pablo se accidentó: un cielo falso le cayó en la cabeza, causándole una herida en su frente que no le impidió seguir trabajando. "Trasladé pacientes al Centro de Referencia de Salud CRS de Maipú y a la Posta Central".
¿Una evaluación de lo que se siente tras vivir una experiencia así? Gallardo se queda por sobre todo con el óptimo trabajo de equipo que se logró en minutos y la logística que coordinaron sobre la marcha entre personal del SAMU, voluntarios, bomberos y militares.
"El que nosotros estábamos despejando tenía en su interior a casi treinta pacientes Covid; todos estaban entubados sedados y conectados a ventilación mecánica, pero gracias al trabajo de todos, ningún paciente resultó herido o descompensado", finaliza.