Desde que cursaba su doctorado, el farmacéutico Javier Morales pensó en el desarrollo de una alternativa a las inyecciones para que los pacientes reciban la dosis justa de sus medicamentos de forma efectiva y amigable. En 2013 comenzó a probar un método nuevo: usando una impresora común y corriente, en lugar de tinta puso medicina y probó imprimirla sobre una lámina similar a una mica.
Con el tiempo, Morales ha perfeccionado el sistema y recientemente patentó el proceso en los registros chilenos: la idea es que las personas consuman sus fármacos poniendo una lámina en la cara interna de sus mejillas.
"De esa forma el medicamento se absorbe rápido y pasa a la circulación sanguínea", dice Morales, actualmente académico de la Faculta de Química y Farmacéutica de la Universidad de Chile y director del Centro de Nuevos Fármacos para Hipertensión (CENDHY).
El proyecto sigue en pruebas con animales, afirma, demostrando hasta ahora un funcionamiento óptimo. "Acá hablamos de inyecciones; es decir, el suministro de un medicamento para controlar una condición. No es una vacuna, definida como un sistema preventivo para activar el sistema inmune", aclara el también investigador del Centro Avanzado de Enfermedades Crónicas.
Morales dice que ha pensado principalmente en los diabéticos de tipo 1 y 2, quienes deben inyectarse insulina varias veces al día -y de por vida- para controlar el nivel de glucosa en la sangre. "Los diabéticos suelen sufrir lesiones en las piernas y el estómago, pues allí de aplican las inyecciones. El sistema de las láminas impresas será más amigable y, por nuestras pruebas, igualmente efectiva", dice Morales.
-¿Y funciona con la misma rapidez?
-Tenemos pruebas de efectos tan rápidos como 15 minutos; es decir, funciona en ese lapso. Pero estimamos que, si lo medimos en menos tiempo, tendremos resultados positivos.
En contra, el método de las láminas no sería tan veloz como las inyecciones o infusiones intravenosas. "Esa clase de inyecciones (intravenosas) tiene un mayor uso clínico y su efecto es inmediato", dice Morales, quien dice que su sistema está pensado en personas que deben administrarse usualmente un medicamento.
Patricia Gómez, diabetóloga de la Clínica Las Condes y docente del Hospital Clínico de la U. de Chile, explica que los pacientes con diabetes tipo 1 deben "administrarse inyecciones muy seguido": una dosis por la mañana y cada vez que comen.
"No se provocan lesiones, pues se trata de agujas de 4 mm, muy pequeñitas y que no duelen. Si se desarrolla esta lámina con insulina podría evitar tantos pinchazos", evalúa la especialista, pero pone paños fríos: "Administrar la dosis correcta no es tan sencillo. Depende de muchos factores, como el nivel de glicemia, cantidad de carbohidratos consumidos y la insulina activa en ese momento, entre otros. Un paciente necesita múltiples ajustes".