Jacqueline Colonelli se contagió de Covid-19 a fines de mayo. No le dio tan fuerte, pero perdió el olfato. Estuvo tres días sin gusto ni poder oler. Como a la semana empezó a recuperar el gusto, pero con el olfato el proceso ha sido más lento.
"Hasta hoy no lo tengo totalmente recuperado. Algunos olores los recuperé, otros los siento distintos y otros no los siento", describe la tecnólogo médico de 47 años.
-¿Qué cosas hueles distinto?
-Las naranjas y limones. Tengo el recuerdo de cómo huele una naranja, pero al olerla no huelo una naranja. Si cierro los ojos no la reconozco. Es un olor nuevo, que no tiene que ver con algo cítrico. A mi me encanta el café de grano y nunca más volví a oler el café. Lo tomo igual, pero sólo siento lo amargo, no el aroma rico.
-¿Qué otras cosas no hueles?
-La cebolla, el ajo, el ají y el pimentón.
-¿De esas cosas, hay algo que extrañas más?
-Puedo prescindir de esas cosas, pero yo soy de tacto y es más difícil con lo afectos. No oler a mi marido y mis hijas, que son adolescentes.
-¿Tampoco hueles a las personas?
-No, algo recuperé del pelo y piel de mis hijas. Al Leo, mi marido, algo. Su polera de hacer ejercicio la huelo un poquito. Es rico cuando puedo oler ese poquito, pero ojalá lo oliera más. Hace deporte, entonces siempre tiene las poleras sudadas y me gusta su olor. Eso lo echo de menos.
Jacqueline dice que esas pérdidas la afectaron más y por eso pidió ayuda.
-¿Cómo te sientes con todo esto?
-No estoy resignada. Tengo fe de que las neuronas que se dañaron se van a recuperar. Me doy seis meses. Llevo tres y algo he recuperado. Antes no olía el cloro y hace como una semana empecé a olerlo. Lo celebré mucho, fue un éxito. Porque estaba echando mucho cloro y me empezaban a doler los ojos. No me daba cuenta.
-¿Y te pasa algo con el gusto?
-El gusto ha cambiado pero está mejor que el olfato. La sal ha cambiado mucho. Tendría que poner el triple para sentir lo de antes. El pollo ahora lo siento muy distinto. Aunque esté súper aderezado lo siento desabrido.
Jacqueline empezó un tratamiento hace un mes y medio en la clínica Alemana. "Las fonoaudiólogas me están ayudando. Tengo que oler aceites esenciales. Estoy con rosa, eucaliptu, clavo de olor y limón. Tengo que oler cada uno 10-15 segundos. Lo hago en la mañana y en la tarde" cuenta.
Francisca Fernández es otorrinolaringóloga de la clínica y explica el trasfondo del tratamiento. "Nosotros olemos porque las esencias entran a la nariz y tenemos unas neuronas especializadas en eso. El epitelio olfatorio, las neuronas del bulbo olfatorio, está ubicado en la parte alta de la nariz. Se cree que probablemente el virus está dañando directamente las neuronas olfatorias", explica.
"Con estos pacientes estamos haciendo un tratamiento que se llama reeducación o reentrenamiento olfatorio. Las neuronas tienen plasticidad, así que la idea es estimularlas para que vuelvan a acordarse de la función que tenían y así reestablecerla", describe.
En pacientes que no son Covid "la efectividad no es espectacular, es de un 30-40%". Respecto a los Covid, aún el panorama es incierto. "No tenemos muy claro cómo van a evolucionar. Estamos aprendiendo sobre la marcha", reconoce.