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Estudio demuestra que los jóvenes pueden transmitir el virus a dos generaciones en 15 días

Los jóvenes están contribuyendo a la propagación del Covid-19, perjudicando especialmente a los ancianos, concluye la última investigación de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés). El estudio demuestra que los jóvenes pueden ocasionar verdaderas olas de contagios en el resto de la población, afectando en menos de dos semanas a las generaciones con más años.

"Durante junio y agosto, la incidencia de Covid-19 fue mayor en personas de 20 a 29 años, quienes representaban más del 20% de todos los casos confirmados. Los adultos más jóvenes probablemente contribuyen a la transmisión del virus. En todo el sur de los Estados Unidos, en junio pasado, los aumentos en la positividad del virus SARS-CoV-2 entre los adultos de 20 a 39 años precedieron a las alzas entre las personas mayores de 60 años, en 4 a 1 5 días", afirma la investigación.

El coronavirus proliferó en la juventud americana durante los meses de verano, justo en la época donde reabrían los bares y restaurantes; y regresaban los estudiantes a los campus universitarios. La investigación de los CDC confirma que los brotes ocasionados en fiestas, bares o lugares con nula preocupación por la pandemia, no sólo afectan a quienes contraen el virus en primera instancia, sino que pueden perjudicar a toda la población, incluyendo a los más ancianos.

Según el estudio, el virus saltó de generación en generación en cuestión de días en el país, principalmente, en los estados del sureste, como Alabama, Georgia o Florida, que experimentaron una transmisión secuencial por rango etario. En estas regiones, el peak de casos de los veinteañeros fue seguido a los nueve días por un aumento de los contagios entre los adultos de 40 a 59 años. Luego, a los 15 días, surgió una brusca alza de casos entre los mayores de 60.

"Se debe hacer hincapié en estrategias de mitigación específicas para reducir la infección y la transmisión entre los adultos más jóvenes, incluidos mensajes de prevención adecuados a cada edad; la restricción de reuniones y eventos presenciales; la recomendación del uso de máscaras y el distanciamiento social en los lugares donde las personas socializan; la aplicación de prácticas seguras en los lugares donde se come y se bebe; y la aplicación de medidas de protección para los trabajadores de la industria esencial y de servicios", propone la investigación.

La epidemióloga Marisa Torres, de la Facultad de Medicina de la Universidad Católica, asegura que "los jóvenes deben tener consciencia de que ellos pueden llevar y transmitir el virus a sus familiares directos. Ese es el gran problema. Hay que visibilizar el riesgo que existe para los jóvenes. Lo más probable es que ellos no sufran una enfermedad grave, pero pueden ser transmisores, reservorios de este virus, y eventualmente contagiar a sus propios padres o abuelos".

El infectólogo Rodrigo Blamey, especialista de la Clínica Las Condes y el Hospital El Salvador, asegura que "los jóvenes saben que la letalidad y la gravedad del Covid es menor en ellos. Por lo tanto, muchos tienen esa sensación de invulnerabilidad. De creerse campeones mundiales. Que no les pasará nada. Y eso se asocia a una conducta más irresponsable. Si uno analiza la movilidad de las personas por segmento etario, probablemente los que más se han desplazado han sido los jóvenes. Al contrario, los que más han respetado la cuarentena han sido los adultos mayores".

La doctora Torres pone otro tema sobre la mesa: la sexualidad de los jóvenes como factor de riesgo. Asegura que el sexo casual también propicia la transmisión de la enfermedad. No porque el Covid se adquiera por la vía sexual, como el VIH/Sida, sino porque se rompe la barrera del distanciamiento físico. Recomienda a los jóvenes que tengan múltiples parejas sexuales, acudir a un centro médico y pedir un examen PCR.

"La idea es que todos los jóvenes expuestos a situaciones de riesgo consulten para que se les haga el test diagnóstico. Al igual como lo hacen otros jóvenes con patologías distintas. Lo ideal sería que primero eviten estas situaciones riesgosas, pero si no lo hacen, sería bueno que vayan a examinarse y mantengan un aislamiento de las personas mayores hasta que tengan el resultado negativo", agrega.

"Durante junio y agosto, la incidencia de Covid-19 fue mayor en personas de 20 a 29 años, quienes representaban más del 20% de todos los casos confirmados", afirma estudio del CDC.

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