-->

Escribe y presiona enter

On
Renata Ruiz sinceró el lado B de la maternidad
"No vas a dormir nada", "sigue tu instinto" son frases que Renata Ruiz asimiló antes de que naciera su primera hija, Maya. A un mes de ese momento la modelo se dio cuenta de que los consejos y adelantos se quedan cortos o no sirven de nada: "Nada de lo que te dicen te hace imaginar lo rudo que puede ser tener un hijo; no muchas mamás lo cuentan", expresa.

Este lado B de la maternidad, Renata lo contó a través de un post en su cuenta de Instagram, @missrenataruiz: "Confieso que he perdido la calma dos veces después de un par de noches en vela. No dormir es desesperante, pero no dormir y no entender qué le pasa a tu guagua, eso es desesperante", aseguró.

Según explica ella: "Hace unas semanas Maya lloraba sin parar en las noches. Podía pasar desde las tres de la mañana a las seis llorando seguido. No tengo idea qué fue lo que pasó. Pensé en cólicos, alergia alimentaria, pero nada... Es ahí cuando tu hija está llorando y no puedes ayudarla que dices: ¿En qué me metí? Uno se siente mal por pensar eso".

-¿Por qué mal?
-Definitivamente cuando no logro controlar su llanto pierdo los estribos. Me siento mala madre porque ahí no me cae tan bien mi hija, de hecho me cae pésimo y a uno no le puede caer mal un hijo. Pero sí están esos momentos en que pasa y me he sentido con sentimientos de rabia y desolación por eso, porque siento que no estoy cumpliendo con las expectativas.

-Pareciera que eso es muy común.
-Sí, pero uno no lo sabe porque nadie te dice eso. Pese a que yo quería tener un hijo y que estaba dispuesta a todo lo que implica, uno no está preparada para esto.

-¿Los consejos no sirven?
-Nada. Eso que te dicen sigue tu instinto, ¿qué es eso? El instinto no funciona en la reacción inmediata, menos cuando llevamos un mes conociéndonos con mi hija. Supongo que uno va leyéndola mejor con los meses, pero la mayor parte del tiempo no sé lo que le pasa. Ahora por ejemplo, para el llanto, busqué una solución: hice un taller de masajes y aprendí recién a botarle los chanchitos, porque más encima tiene una técnica y me ha ido mejor. Ahora llora una hora y media. Ha mejorado harto y ruego no volver a sentir que mi hija me cae mal. La amo y estoy feliz de tenerla en mi vida.

-¿Ha pedido ayuda?
-Tengo mi red de apoyo, pero con esto de la pandemia se puede por chat nomas. Igual trato de pedirle ayuda a amigas que hayan pasado por esto más recientemente, pero tampoco puedo escribirles a las seis de la mañana. También pasa algo muy loco porque uno trata de no pedir ayuda para que no crean que no te la puedes.

-¿Y su esposo?
-Estoy súper agradecida de que le haya tocado este periodo en la casa. Me ayuda bastante: por ejemplo en las mañanas se la dejo a él para poder ir a dormir un ratito y apañó harto en el período de llanto.

Según Luis Ernesto Padilla, pediatra de la Universidad Católica, "el llanto en los recién nacidos es muy normal. Ellos se están adecuando a un nuevo ambiente, todo es nuevo y un poco hostil en este nuevo mundo, por llamarlo así. Normalmente uno le dice a las mamás que un bebé llora porque tiene hambre, porque tiene el pañal sucio o porque tiene frío o calor. La idea es ir agotando las posibilidades y si no es por ninguna de esas es recomendable hablar con el médico".

Padilla agrega que "el primer mes desde que el recién nacido llega a la casa es el más complicado para los padres. Es un período de conocimiento para todos y es normal desesperarse con el llanto de un hijo".

Renata Ruiz, además, está justo en el período llamado puerperio (en que recientemente se ha dado a luz), del que Alejandra Silva, sicóloga perinatal de centro Ser Mujer (@centrosermujer) instruye que "es el más difícil, dura aproximadamente hasta el primer año de crianza. Es aquí donde se produce la matroesencia, que es una especie de adolescencia de la mamá que la afecta tanto emocional como físicamente: surgen un montón de dudas, hay un proceso de conocimiento del hijo, cambian las hormonas. También hay un proceso de reconstrucción de identidad, donde se vive un duelo por dejar parte de lo que se era antes de asumir otro rol más en tu vida, un rol muy exigente y además hacerlo bien".

-¿Qué produce a nivel emocional todo esto?
-Produce lo que se llama baby blues , que son momentos muy concretos en que te agobias más de lo normal, puede ser por el llanto continuo, porque no sabes bien qué hacer o por el miedo a no saber si lo haces correctamente. Son muy normales en este período de adecuación.

-¿Qué lo diferencia de la depresión post parto?
-La diferencia es que los baby blues son momentos, la depresión post parto es una sensación más permanente y donde se pone en jaque el vínculo con el hijo.

-¿A los hombres también les pasa?
-A ellos les aparece también este nuevo rol y el duelo de perder a su pareja que está abocada a satisfacer las necesidades del hijo, además, vienen pensamientos de inseguridad de no poder proveer la seguridad a una familia, al hijo.

-¿Qué soluciones hay para esto?
-Para las mamás, lo primero es hacerse de una red de apoyo. No tener miedo en pedir ayuda y al entorno se le aconseja ofrecer ayuda a la madre también. Hacer una terapia corta si es necesario y darse espacios con pares, no aislarse.

Click para comentar