Al teléfono, la argentina y también coanimadora de "Morandé con Compañía", cuenta sobre la situación médica de Jorge, su padre de 66 años: "Está con una actitud positiva, está consciente de la gravedad de ese tipo de cáncer pero con buena disposición y eso me tiene muy tranquila. Estamos hablando más seguido que nunca".
-¿Cómo les tocó la noticia como familia?
-Somos sólo dos hermanas, Noelia y yo (en la foto con su padre). Ella está muchísimo peor porque está más cercana a él, en Buenos Aires. Yo creo que se pasa por procesos. Hubo días que mi papá estaba más triste, ahora está más positivo y eso nos pone bien. Lógicamente como familia estamos tristes, buscando tratamientos y alternativas, pero ante todo tenemos que pensar que él va a salir adelante, que es joven y eso le hace bien a él porque nosotros queremos seguir disfrutando su vida así que necesitamos que esté fuerte.
Desde mediados de marzo que el gobierno de Argentina cerró sus fronteras por la emergencia sanitaria del coronavirus, por lo que Borghi está imposibilitada de viajar a ver a su papá. "Ahora siento mucho más los efectos de la pandemia, porque me encantaría poder ir, verlo y abrazarlo. Iba a viajar por el matrimonio de un primo y ahííbamos a estar juntos pero todo se suspendió. Por el momento no es posible estar con él pero estoy muy ansiosa por volver a verlo", confiesa Vanesa.
-En Buenos Aires, ¿quién lo está cuidando?
-Él vive solo pero mi hermana es quien se dedica a acompañarlo en todas porque viven cerca. Mi papá es súper autónomo, independiente. Le gusta estar en su casa con su huerta y sus animales, en su espacio. Noelia le dijo que se fuera a vivir con ella y no quiso, pero igual todos estamos pendientes de él.
-En el live de Instagram contó que este momento la ha hecho pensar sobre la maternidad.
-Pasa que mi papá siempre nos dice a mí y mi hermana: "¿Cuándo me van a dar un nieto?, yo no quiero morirme sin haber tenido uno". Nunca pescamos mucho el comentario pero hoy en día una piensa en esas palabras, las toma más en cuenta... pero bueno, cuando llegue un hijo, que llegue. No se fuerza nada.