La flexibilización fue anunciada por el Ministerio de Salud tras el reporte de este miércoles, detallando que estará sujeta al plan "Paso a Paso". De este modo, en los pasos 1 y 2, que corresponden a las ciudades en cuarentena y en transición, como la Región Metropolitana, los adultos mayores podrán salir durante una hora diaria los lunes, jueves y sábados entre las 11 y 12 del día.
En los pasos 3 y 4, que corresponden a las ciudades que están en preparación y apertura inicial -como Osorno y Valdivia-, podrán salir cualquier día de la semana entre las 11 y 12 horas, o entre las 15 y 16 horas.
El paseo puede ser en compañía de un cuidador (pero no es obligatorio); para hacerlo efectivo, solo bastará con que ambos porten su cédula de identidad. No es necesario sacar el permiso de la Comisaría Virtual, pero sí es requisito el uso permanente de mascarilla y el distanciamiento social.
Gerardo Fasce, presidente de la Sociedad de Geriatría y Gerontología de Chile, celebra la medida. "Desde el punto de vista físico y mental la cuarentena obligatoria ha sido muy dañina. Hay una tremenda pérdida de masa muscular. Tenemos un aumento en la tasa de consultas por caídas y fracturas tardías, aumento en los problemas de agresividad, aparecen alteraciones conductuales en aquellos con enfermedades cognitivas como la demencia, hay personas que quieren escaparse. Por eso este cambio de ambiente va a ser muy beneficioso", evalúa el también jefe de la Unidad de Hospitalización Geriátrica de Clínica Las Condes.
Calzado cómodo
"El paseo debe ser algo progresivo, aunque va a depender de la condición de la persona. La recomendación es salir con una botella de agua para hidratarse, con un buen calzado y ropa en capas por el frío. Evitar ir a lugares donde potencialmente puedan haber otras personas; si se encontró con alguien, lo ideal es ducharse y cambiarse de ropa al llegar a la casa. Caminar distancias cortas en lugares donde pueda haber espacios de descanso. Para los que han hecho ejercicio en la casa, deben hacer algo parecido afuera, con la misma exigencia", recomienda Fasce.Un aspecto importante, recalca, es que si se sale con un acompañante este debiera vivir en la misma casa del adulto mayor. "Si viene de afuera, tiene el riesgo de ser un contacto estrecho de alguien que pudiera estar infectado. Que sea con las personas que están haciendo el rol de cuidador", sugiere.
Juan Carlos Molina, geriatra promotor del envejecimiento activo de la Clínica Meds, también aplaude esta medida. "Había permiso para sacar a las mascotas, pero no para mantener la salud mental y física de las personas mayores. Ahora hay que tener claro que no van a salir de la pandemia, van a salir con ella ", advierte el especialista, quien recomienda salidas cerca del hogar.
"Probablemente durante las primeras salidas van a tener dolores articulares, pero el objetivo de este permiso es ser una salida terapéutica para recuperar la salud que se ha perdido. Esa mejoría física y anímica se dejará notar al cabo de dos a tres semanas", anticipa Molina.
Abrazos
Hay que manejar bien la ansiedad al momento de salir, dice el geriatra Juan Carlos Molina. "Es probable que al volver a la calle se encuentren con algún vecino o persona que no los había visto en mucho tiempo. En ese contexto puede darse un descuido y que se saluden sin protocolos de distanciamiento. Todavía no se pueden dar abrazos; queda mucho para eso, cuando salga la vacuna".Gerardo Fasce agrega que el contacto físico todavía supone riesgos muy altos. "El distanciamiento físico se tiene que mantener, salvo para las personas que viven en la misma casa. Cuando haya menos tasa de contagios, más trazabilidad y menos ocupación de camas críticas, podríamos pensar en abrazar a los adultos mayores. Nos falta que mejoren aún más las cifras, pero queda menos. Si seguimos como lo estamos haciendo, creo que será a mediados de agosto", proyecta.
Ignacio Silva, infectólogo de la Universidad de Santiago, agrega que para volver a tener contacto físico con los adultos mayores -la población con mayor riesgo de complicaciones- debiera estar controlada la pandemia. "O tener disponible la vacuna. Creo que es muy riesgoso, incluso cuando se levanten las restricciones, darles un abrazo a los mayores de 75 años".
Claudia Dechent, psicóloga de la sección de geriatría del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, enfatiza que la idea es que los mayores salgan a caminar.
"Esta salida no es para hacer trámites, ir al banco ni a la peluquería. Es una instancia de recontacto con el exterior. También es importante motivar a que salgan, porque muchas personas mayores están felices encerradas durante el invierno. Esta flexibilización es para que bajen los niveles de ansiedad y no se sigan atrofiando. Caminar nos hace bien para la salud mental", dice.