-->

Escribe y presiona enter

On
Estudios europeos dicen que partos prematuros bajaron en la pandemia
Investigadores de centros científicos de Dinamarca, como el Departamento de Neonatología del Hospital Rigshospitalet de la Universidad de Copenhague, compararon los nacimientos ocurridos en ese país entre el 12 de marzo y el 14 de abril del 2020 con los del mismo período de los cinco años anteriores.

El 2020 hubo 58 nacimientos extremadamente prematuros, es decir de no más de 28 semanas y seis días de gestación, lo que representa una prevalencia de 0,19 por cada mil. El promedio del resto de los años fue de 2,19. "La cuarentena del Covid-19 ha cambiado dramáticamente nuestras vidas, al reducir las interacciones físicas, al aumentar nuestro foco en la higiene, al cambiar nuestro ambiente de trabajo, al bajar la contaminación del aire. Es probable que esta situación inusual haya influido en varios de los factores de riesgo del parto prematuro", dice el estudio.

El Hospital Universitario de Maternidad de Limerick, en Irlanda, hizo un estudio similar, basado en nacimientos en el período enero-abril de los últimos 20 años en ese país. Tomaron en cuenta el Very Low Birth Weight (VLBW) o Peso Extremadamente Bajo al Nacer, una constante en niños y niñas que llegaron al mundo antes de completar su período de gestación. "La tasa histórica regional de VLBW por cada mil nacidos vivos para enero-abril de 2001 al 2019 fue 8,18. Desde enero a abril del 2020 se observó una inusual tasa de VLBW de sólo 2,17 por cada mil", asegura el estudio.

Antonio Ríos, jefe de Neonatología de la Clínica Dávila, dice que en Chile ocurre algo similan "Hay cierta tendencia. Esto que está pasando o que pasó en Europa lo estaríamos replicando. Ahora, hay que esperar que se ratifique en números", explica.

Sugiere algunas explicaciones: "Parece bastante lógico que esto de tener a la gente en sus casas, en reposo, está siendo muy efectivo. No sólo eso. La gente está acompañada de sus familias. Las mujeres no estarían yendo a trabajar, entonces quizás están menos estresadas", explica.

La gestación normal de un ser humano dura 40 semanas. Técnicamente se considera parto prematuro a una gestación de 37 semanas o menos. La baja se centraría sólo en los prematuros extremos.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos aseguran que los niños y las niñas que nacieron prematuramente pueden desarrollar problemas a lo largo de sus vidas, como dificultades visuales y auditivas, parálisis cerebral e incluso la muerte.

El doctor Hugo Salinas, ginecobstetra del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, dice que aún falta por investigar. "Uno podría tener una información más rotunda con un mayor número de casos. No hemos visto partos prematuros más allá de la tasa oficial del Ministerio de Salud, que es de 7 por ciento", cuenta.

Los estudios de Irlanda y de Dinamarca parecen ir en contra de la lógica. Una hipótesis basada quizás en el sentido común es que el miedo y la incertidumbre que las embarazadas experimentan durante la pandemia, por mucho que estén en sus casas, debiera aumentar los partos prematuros, pero Salinas explica que estos factores podrían actuar incluso al revés. "Se ha visto muchas veces que, producto del estrés, se atrasa el nacimiento. La mujer trata de proteger a su niño. Para el terremoto del 85, yo estaba de turno en Maternidad y vimos mujeres que detuvieron su trabajo de parto", cuenta.

Fernando Valenzuela, pediatra y jefe de Neonatología de la Clínica Biobío, cuenta que el tema ha surgido en conversaciones de colegas. "En algunas unidades de neonatología han notado que ha bajado el número de prematuros, específicamente los menores de 1.500 gramos", cuenta. Dice que incluso se está estudiando como posible causa la disminución de la contaminación del aire en este período.

El doctor Mario Carstens, ginecólogo y obstetra de la Clínica Santa María, es cauteloso. "La verdad es que la data es demasiado precoz, muy errática, muy distinta de lugar a lugar, como para sacar conclusiones", asegura. La experiencia de Irlanda y de Dinamarca, explica, no es extrapolable al resto del mundo. "En los lugares en los que las tasas de contagio fueron mayores, porque la gente no hizo caso a las cuarentenas, no deben estar viéndose las cifras de esos países", explica.

Click para comentar