-->

Escribe y presiona enter

On
Jorge Vargas
Todos los días, Jorge Vargas agarra su bicicleta, pedalea cerca de una hora y recorre los rincones de Shenzhen, la ciudad china donde vive. No lo hace simplemente por deporte. Vargas, conocido en su época de futbolista como Potencia, cubre el tramo ida y vuelta desde el condominio donde reside hasta el complejo del club de la ciudad, Shenzhen FC, para cumplir sus labores como ayudante del DT del equipo, el ex seleccionado italiano Roberto Donadoni.

"Shenzhen es una ciudad moderna, de mucho edificio y centro comercial. Es ya la segunda ciudad más importante de China y creo que, en poco tiempo más, será la más relevante", cuenta Vargas.

-¿Ya se ha vuelto a la normalidad tras el estallido de la pandemia?
-Poco a poco se está retornando a la vida cotidiana. Obviamente que se deben tomar medidas de precaución, pero ya están volviendo los niños al colegio y los restaurantes están abriendo. Poco a poco porque aquí se tiene conciencia de lo peligroso del virus. No como en Chile.

-En su equipo, ¿están trabajando con normalidad?
-Sí, aunque también con los resguardos. Pero nos estamos preparando para el inicio del torneo, que seguramente será en junio. Incluso hemos jugado algunos amistosos.

-Usted es ayudante de Donadoni, quien lo dirigió en Livorno. ¿Cómo llegóél a elegirlo a usted como su asistente?
-Eso ni siquiera lo sé. Yo tenía buena relación con él cuando fue mi entrenador y conversábamos harto. Incluso después que dejó de ser mi DT hablábamos. Por ejemplo, lo llamé para preguntarle si era bueno aceptar la oferta para jugar en Red Bull Salzbug, en Austria. Pero que me llamara para ser su ayudante para mí sigue siendo un misterio (ríe).

-¿Cuál es su labor? ¿Usted ve el trabajo de los defensores?
-La verdad es que yo soy como el segundo ayudante y estoy en todo lo que pide el profe. Ahora, por ejemplo, paso el día viendo videos de jugadores porque estamos buscando reforzar algunos puestos.

-¿Su idea es seguir un tiempo como ayudante o y quiere lanzarse como DT titular?
-Voy paso a paso. Aquí en China tenemos contrato hasta fin de año y ahí veremos qué pasa. Es Donadoni el que decide. Puede ser que sigamos todos, que él decida seguir con algunos o con otros, que se vaya y quiera formar otro equipo técnico. Hay muchas posibilidades. También que yo tenga alguna oferta y me lance como DT. Todo está abierto.

-¿Le gustaría dirigir por primera vez en un equipo chileno?
-Sí, claro. Desde donde me llegue la opción la analizaría.

-Pero en Chile estaría más resguardado. Aquí tiene su familia y sus amigos.
-Chile es mi país, obvio, pero allá solo volvería a trabajar, pero no a hacer mi vida, menos con mi familia. Mi lugar en el mundo hoy está en Italia.

-¿Por qué dice que no volvería a vivir en Chile con su familia?
-Porque intenté hacerlo, quise establecerme en Chile con mi señora y mis dos hijas después de haber hecho mi carrera en Italia y no resultó. Me equivoqué al tomar esa decisión.

-¿Tanto así?
-Porque viviendo allá me di cuenta de que los afectos no eran los mismos. Que el país y la gente habían cambiado. Noté que ahora allá importa más el trabajo que la familia y los amigos. Y eso que yo me fui a vivir a La Serena, una ciudad hermosa pero donde igual sentí que ya no era mi lugar. Ni tampoco el mejor donde podrían estar mi señora y mis hijas.

-¿Y qué pasó con los familiares y amigos de siempre? ¿No hubo contención por parte de ellos?
-De un ciento por ciento de la gente cercana, diría que solo el 30 por ciento estuvo ahí, lealmente. El resto desapareció, no estuvo. En un momento me dio la impresión de que nosotros cuatro estábamos solos en Chile. La Navidad, los cumpleaños eran cosa solo de nosotros. Ese no es el país que yo conocía ni en el que quiero que crezcan mis hijas. Giorgia tiene 13 años y Eliana 11, son chilenas y saben hablar español, aprendieron mientras estuvimos allá, pero lo más beneficioso para ellas es que hagan su vida en Italia.

-Igual debe dolerle sentir esa distancia con el país.
-Imagínese. A mí siempre en Italia me dijeron "Chile" porque no podían pronunciar mi nombre.

-Su señora debe sufrido harto también.
-Sí, Deborah es italiana y tiene a toda su familia en Reggina, donde nos conocimos.

-¿Era hincha suya en ese tiempo?
-Jajajá, para nada. Ella nunca pescó el fútbol. Su hermano sí, era tifoso de la Reggina y por eso me ubicaba.

-¿Él le hizo "gancho" con su hermana?
-Nooo, fue un venezolano que me ayudaba porque yo no sabía mucho italiano. Ahí nos presentaron.

-¿Amor a primera vista?
-Jajajá. Sí, pero antes de proceder formalmente con ella -pololeamos como tres años antes de casarnos en 2005- tuve que romper con la polola que tenía en Chile.

-¿Y rompió a la distancia?
-Sí pues. No me quedó otra.

Click para comentar