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los diferentes tipos de mascarilla y cuál le conviene usar
Partamos por lo más básico. "Usar una mascarilla que cubra la nariz y la boca evita que uno transmita pequeñas gotitas que pueden enfermar a las personas que nos rodean", explica Sebastián Ugarte, el querido jefe de la Unidad de Pacientes Críticos de Indisa. "En la Universidad de Berkeley hicieron simulaciones para ver la propagación de una pandemia con modelos computacionales y descubrieron que si el 90% de la población la usa, la curva se amortigua hasta 60%".

Desechables

También llamadas mascarillas quirúrgicas, filtran de 80 a 95% de las micropartículas que circulan; se pueden usar sólo una vez y duran de 2 a 4 horas. "Siempre hay que manipularlas desde los elásticos, porque es lo que se considera menos contaminado. Hay que lavarse las manos antes de usarlas y ajustarlas en la nariz; la idea es que se haga una especie de sello", sugiere José Luis Espinoza, presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Enfermeros.

Aconseja lavarse las manos antes de cada uso y después de quitarlas. Si la mascarilla molesta (a algunas personas su uso les causa dolor en el cartílago de las orejas), Espinoza recomienda manipularla desde los elásticos o la banda. "Lo más alejado de las mucosas posible", recalca. Dice que no es necesario fijarse mucho en la marca: "Todas tienen un índice de filtración elevado en relación a las otras telas".

Un ejemplo son las mascarillas Emumed, con tres capas de polipropileno. "Es una fibra no tejida que no se deshilacha", destaca Juan Pablo Concha, gerente general de la marca, quien asegura que se pueden llegar reutilizar un par de veces. "Se pueden lavar con un poco de agua y jabón líquido por ambos lados sin estrujar y luego se dejan secando al sol. No se deshacen ni pierden efectividad".

¿Otras marcas? Depende del material: si se sienten muy delgadas, es mejor descartarlas directo a la basura tras cada uso; dejarlas rápidamente fuera de casa en una bolsa aparte y lavarse bien las manos después. En el mercado lo común es encontrarlas en paquetes de 50 unidades, con precios que parten en $20.000.

N95 y sucedáneas

Son las más eficaces y escasas. Filtran hasta 95% de las partículas de un tamaño de hasta 0,03 micrones. Son las que usa el personal de la salud que trata a pacientes contagiosos. "Tienen dos elásticos de ajuste y quedan muy fijas al rostro, es muy difícil que se muevan. Duran entre 6 a 8 horas", explica Annette Trombert, microbióloga y doctora en biociencia molecular, quien aclara que para una persona común y corriente, que quiere protegerse cuando sale a la calle, no tienen mucha ventaja en comparación con las desechables. "Uno en el día a día no está en contacto con pacientes altamente contagiosos, lo ideal es que las use el personal de salud. Puedes reutilizarlas en caso de que no vayas a una clínica y las uses en un lugar de muy bajo riesgo, como llevar a la mascota a una plaza. Lo más sencillo es dejarla en el interior de una bolsa plástica y esperar dos o tres días: el virus sólo se replica si está en un huésped", puntualiza.

La marca estándar de las mascarillas N95 es 3M, y están prácticamente agotadas. Sus precios van desde $6.990 hasta $19.990 en Mercadolibre.cl. La versión KN95 es la homóloga china, pero sus elásticos tienen menos poder de sujeción. Pueden encontrarse desde $14.990 las 10 unidades en Mercadolibre.

Escudo facial

Aunque en la película "Contagio" la doctora interpretada por Kate Winslet decía que una persona se toca la cara en promedio entre 2.000 a 3000 veces por día, estudios afirman que es entre 15 a 23 veces por hora, que igual es bastante. Acá es donde un escudo facial sirve, sobre todo junto a una mascarilla. "Te da una segunda capa de protección: te proteges de ti mismo, de tocarte. Muchas veces uno se rasca y se arregla la mascarilla, así que esta es una muy buena mezcla", define Trombert.

El escudo facial se puede limpiar con una solución jabonosa, cloro o desinfectante. Aunque hay modelos hasta con partículas de cobre, Trombert explica que los escudos caseros con mica también son eficaces: "Lo importante es que tengas un plástico que te cuide la cara. Y se pueden encontrar muy baratos".

Reutilizables

En este formato, Trombert sugiere optar por aquellas de tela no tejida (nonwoven ), TNT y, de manera preferente, con más de una capa de protección, ojalá tres. "Lo ideal es que la capa más externa sea repelente de líquidos, porque tienden a humedecerse con la propia respiración y los virus se aferran más a la humedad", explica.

Sugiere, antes de cualquier uso, lavar la mascarilla reutilizable ("uno no sabe cómo fue envuelta"). Explica que la higiene de cada mascarilla depende del uso. "Si sales al parque a pasear a tu mascota por treinta minutos, da lo mismo si la lavas: basta que la ventiles por unos días. Pero si vas a un lugar donde hay mucha gente, como una feria libre o una clínica, a la vuelta lo ideal es que la laves aparte a una temperatura sobre los 60 grados, que es cuando uno siente que el agua está caliente", dice Trombert. Lo ideal es tener más de una. "Mientras estén bien cuidadas, no tengan ningún hoyo ni fluidos, se pueden seguir usando".

Los precios acá son muy relativos. Hay modelos que van desde $1.000 hasta $6.990 la unidad. ¿Un ejemplo? Las mascarillas Monarch con filamentos de cobre y elásticos que rodean la cabeza.

Hechas en casa

El doctor Sebastián Ugarte cuenta que estudios previos a la pandemia sobre la eficacia de las mascarillas homemade revelan la importancia del material del que están hechas. "Se llegó a la conclusión de que aquellas con géneros, como funda de almohada o una camiseta de algodón poliéster, son bastante efectivas en filtrar las partículas que expulsa una persona al hablar. Las que son menos efectivas son las de tejidos con espacios muy anchos, como una bufanda de lana". Para lavarlas, usar los mismos criterios de una reutilizable. El Ministerio de Salud hasta a publicado tutoriales sobre cómo elaborarlas.

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