-->

Escribe y presiona enter

On
Martina Weil trajo a su pololo a Chile
En la casa de los Weil Restrepo en Lo Barnechea hay reglas claras. Se levantan temprano y almuerzan y cenan todos juntos, sin celular. "El celular en la mesa nunca. Mi mamá puso horarios: hay que tomar desayuno antes de las 10 y estar vestidos antes de las 11. Como íbamos a estar todos en la casa, fue para poner orden", explica la atleta Martina Weil, récord chileno de 400 metros (52,60 segundos).

Martina estudia ingeniería biomédica en la Universidad de Tennessee, en Knoxville, Estados Unidos, con una beca deportiva. Viajó a mediados de marzo a Chile aprovechando el Spring Break (vacaciones de primavera) y no volvió más. Allá se canceló la temporada de atletismo y dice que extraña a su equipo de relevos, pero siguen conectadas. Este viernes terminó sus clases online del semestre ("tengo un promedio súper bueno", asegura).

A Chile no llegó sola. Por primera vez la acompañó su pololo belga Jonathan Sacoor, a quien conoció en el equipo de atletismo de la universidad y que es un crack. Campeón mundial juvenil de 400 metros con 45,03 segundos, es miembro de los Belgian Tornados, poderoso equipo de relevos 4x400: lograron la medalla de bronce en el Mundial de Doha 2019 con Robin Vanderbemden y los gemelos Dylan y Kevin Borlée, hijos del legendario Jacques Borlée, su coach, quien le aconsejó pasar la pandemia en Chile.

Hasta ahora Jon, como le dice Martina, no pudo conocer mucho del país, pero vio las montañas de las que tanto le habló ella. El joven de 20 años estudia International Business y estaba clasificado para Tokio 2020. La pausa le sirvió para conocer en profundidad a la familia de su polola, que no es cualquiera.

Como se sabe, Martina es hija de Gert Weil, dos veces campeón panamericano de la bala, y la colombiana nacionalizada chilena Ximena Restrepo, bronce en los Juegos Olímpicos Barcelona 1992. Gert trabaja en Vitacura con su empresa de infraestructura deportiva MW Sport Welt y Ximena es vicepresidenta de la World Athletics y organiza los Panamericanos Santiago 2023.

Martina dice que, al ser todos atletas, tienen mucho en común, aunque sus pasatiempos son simples: le enseñó todos los juegos de mesa chilenos a Jon, arman puzzles y bromean bastante. El belga perdió en el cacho y Martina le hizo pagar: se tuvo que comer un huevo crudo.

Los jóvenes alcanzaron a entrenar en San Carlos de Apoquindo unas semanas, pero luego vino la cuarentena en Lo Barnechea. Ahora hacen algunos entrenamientos de intervalos en la calle, pero más pasan en el gimnasio en casa.

-¿Qué tal la convivencia?
-Mis papás son súper relajados, se llevan increíble con Jon y mi hermana chica, Franka, lo adora también. En la casa, cero drama. Jon se está quedando en el segundo piso, que es como un departamento separado y cada uno si se quiere ir por su lado puede. La rutina funciona. Nuestro mayor problema es quién se comió la última barrita de avena. Nos comunicamos en inglés, aunque Jon ha aprendido español.

-Entrenan todos juntos.
-En mi casa tenemos un gimnasio chiquitito pero bacán, con barras, discos y una trotadora. Si nos toca hacer pesas, entrenamos desde las 5 y podemos estar hasta las 8. Es el punto de encuentro familiar.

En 1988, Gert Weil protagonizó un comercial que no se olvida: con su metro 96, levantó por atrás un auto Lada, de 960 kilos.

-¿Le asusta a Jon tener un suegro con tanta fuerza?
-Primero que todo, ya no es capaz de levantar un auto. De hecho, yo creo que Jon levanta bastante más que él porque está todo jodido, jajajá. Se llevan bacán. Para el Mundial de Relevos en Japón, mi papá lo vio por la tele. Y este loco corrió dos veces 400 metros como en 15 minutos porque faltaba gente en su equipo. Mi papá dijo que nunca había conocido a alguien que tuviera la guata para hacer eso. Ahí se ganó a mis papás y ni siquiera lo conocían.

-¿Son amigos ahora?
-Con mi papá ahora ya son aliados. Él es cero celoso aunque estaba acostumbrado a ser el único hombre de la casa. El otro día, mi mamá estaba enojada por algo y yo le dije: ¿Qué hacemos para que se le pase el enojo? Y mi papá, en vez de responderme a mí, miró a Jon y le dijo: Oye, lo que te espera, las hijas salen iguales a las madres En vez de estar de mi lado.

Click para comentar