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Consejos y fórmulas para que sus vegetales y frutas batallen contra la descomposición
Una de las problemáticas de salir lo menos posible de casa es mantener los alimentos por más tiempo sin que se echen a perder. Sobre todo, frutas y verduras que están dentro de la categoría de los perecibles. Esto de debe a que son productos vivos a pesar de que hayan sido cortados del árbol o la planta. "Respiran, pierden agua, liberan calor, se pueden enfermar (podrir, por ejemplo) e incluso morir. Estos cambios se aceleran, una vez cosechados ocasionando el deterioro", dice Bruno Defllippi, especialista en postcosecha del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (Inia). ¿Cuál es el factor principal que ayuda a acelerar el proceso de descomposición? "La exposición continua a la temperatura ambiente (15-300 C), ya que a mayor temperatura más respira el producto. Por otro lado, los daños por golpe propios de una mala manipulación, contribuyen a aumentar la pérdida de agua desde los frutos y la incidencia de pudriciones", agrega el experto, por lo que recomienda que al comprarlos no sobrellene de productos las bolsas o carros evitando para evitar ocasionar daños.

Las peras duran un mes

Una vez en el hogar, es importante llevar los alimentos de inmediato al refrigerador (entre 4 y 60 C) o a un lugar fresco dentro de la casa, según sea el producto. "En hortalizas, como la lechuga y el repollo, se aumenta la vida útil entre 3 y 6 veces, si se compara con dejarlas a temperatura ambiente", segura Defllippi. Peras y manzanas son las frutas que más duran refrigeradas. "Un mes sin problemas", dice Carolina Cruz, gerente de calidad de Dole. Pero agrega que "hay que revisarlas permanentemente, la primera que tenga un hongo o se ponga blanda, hay que sacarla y consumirla de inmediato. El dicho de la manzana podrida que echa a perder el cajón, es cierto, y se aplica a todas las frutas. En el caso de la uva, por ejemplo, se saca el grano afectado". Limones y naranjas, se echan a perder rápidamente. "La cáscara de los cítricos es ultra rugosa, lo que atrae más los hongos, porque guarda mayor humedad", cuenta Cruz.

Vinagre y agua

En cuanto a las hojas, como lechuga, acelga, cilantro, espinaca, perejil, lo que hay que evitar es "la gota de condensación. Para esto, se deben guardar en una bolsa semiabierta o con perforaciones. También, hay que someterlas a revisión, sacar las hojas podridas y si la bolsa se moja, hay que secarla con papel absorbente", advierte Carolina, y agrega que el repollo, envuelto en film transparente puede durar un mes. Otra forma de guardar las hojas es "sumergirlas en una parte de vinagre por tres de agua, luego enjuagar, secar, guardar en contenedores herméticos y refrigerar para que no pierdan turgencia", recomienda Karla Flores co-fundadora de Disco Sopa Chile y emprendedora del catering sustentable Voló Food (@volo.food en Instagram). La razón es simple, el vinagre ayuda a limpiar las hojas lechuga del exceso de bacterias y microoganismos que son los que producen la descomposición. Al ser el vinagre ácido, su pH ayuda a que los bichos no se reproduzcan. El ingeniero agrónomo Bruno Defilippi dice que el fuerte olor del vinagre puede afectar el sabor de la lechuga y que por ese motivo es mejor guardar las hojas en bolsas perforadas.

Tomates

En el caso del tomate, debieran ser mantenidos a temperatura ambiente en un lugar fresco. "Las bajas temperaturas del refrigerador, se traducen en cambios en el sabor", recomienda el especialista de Inia. Mientras que frutas tropicales como el plátano, tampoco es recomendable refrigerarlos. "Hay que comprarlo de distintos tonos, desde verde a amarillo, para que vayan madurando de a poco", cometa Cruz. Ajos, cebollas y papas, se guardan secos "en bolsas de tela o malla en un lugar oscuro donde pueden duran hasta dos meses", agrega la especialista de Dole.

Que nada se pierda

Para detectar frutas o vegetales que aún se pueden consumir, a pesar de que en apariencia han cambiado, es a través de la textura y olon "Si un vegetal que es firme, está muy blando como, por ejemplo, el pepino o el zapallo italiano, lo más probable es que su textura ya no sea agradable. Muchas veces, solo están deshidratados, por lo que se pueden pelar y utilizar cocidos, como por ejemplo en tortillas, guisos, cremas o sopas", recomienda Flores. Y con los Tomates "puedes hacer salsa y conservar en frascos de vidrio". En el caso de frutas, como las manzanas, peras, membrillos, "se echan a cocer en una olla con agua y canela, luego se guardan calientes en un frasco de vidrio, se deja enfriar con la tapa puesta antes de guardar en el refrigerador", aconseja Cruz. Plátanos negros "pueden ser congelados y utilizar en batidos o repostería como reemplazo al huevo, además aportan azúcar a las preparaciones, sugiere Flores.

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