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Joven que se enfermó de Covid-19
El viernes 20 de marzo Valentina De Risi decidió escribir en su cuenta de Twitter (@vderisi_) lo que había vivido en la última semana. Ese día un centro médico la llamó para confirmarle sus suspechas: se había contagiado de Covid-19.

Desde ese momento la joven venezolana de 26 años, radicada en Chile hace dos, empezó a recordar paso a paso, a través de varios tuiteos, desde cuando sintió los primeros síntomas hasta que finalmente fue al doctor porque ya se sentía demasiado mal.

En el relato detalla que las molestias empezaron el viernes 13 de marzo, con ardor en la garganta. "Estuve así toda el fin de semana. El lunes ya tenía tos seca y en el transcurso del día empecé a sentir malestar", detalló.

El martes tomó paracetamol para ir al trabajo (es comunicadora audiovisual), pero una vez allá la mandaron para la casa. Ahí comenzó lo peor. En ese momento tenía 37,30 de temperatura y llamó a Salud Responde. Como aún no llegaba a los 380 y tampoco había estado en el extranjero, le dijeron que debía esperar hasta que tuviera 380 antes de ir a un centro de salud, pese a que informó que había tomado paracetamol.

"El miércoles seguía con mucha tos. Me dolía el pecho de tanto toser y la garganta la tenía destruida. Me subió la temperatura a 37,6 y seguí con paracetamol", escribió en Twitter.

El jueves siguió así: dolor de cabeza muy fuerte, los dolores de cuerpo se mantuvieron, piel sensible y "me dolía hasta el cuero cabelludo". ¿Temperatura? 37,8°.

Ese día decidió ir a un centro médico y dijo que sí había tenido 380. Le dieron la orden médica para el examen. Luego fue a un hospital a hacérselo: "Él que recibió la orden médica no tenía guantes. No me querían atender porque no había salido del país y me dejaron sentada en el mismo lugar que todos los demás, donde había enfermos y ancianos".

La joven decidió irse de ese lugar. Se fue a una clínica, donde dice que encontró mayores protocolos, y finalmente le hicieron el examen.

De Risi prefiere no entregar detalles del tratamiento médico "porque todos los casos son distintos", pero aclara que ha mantenido el paracetamol, le dieron un jarabe y este sábado, al fin, empezó a sentirse mejor. Mientras habla, cada cierto rato se le oye una tos seca, que le impide seguir conversando, y cuenta que el domingo empezó a tomar un antiinflamatorio para las vías respiratorias. Desde ese día siente un sonido en el pecho al toser.

-¿Cuál ha sido el peor momento de la enfermedad?
-Los peores días fueron el martes, miércoles y jueves. El jueves fue un día horrible. Aun tomando paracetamol tuve 380 de fiebre. Ese día tuve los dolores más fuertes, tuve la mayor sensibilidad de piel, de cuerpo. Ese día decidí ir a la clínica a hacerme el examen. Yo he tenido gripe, pero jamás he tenido dolores así. Eran dolores muy fuertes, como que si me hubieran caído a golpes. Los brazos los tenía desmayados. Ni siquiera podía abrir cosas. Me levantaba de la cama y me dolían los codos, me apoyaba en la mesa para comer y me dolía la piel que tocaba la mesa.

-En tu relato dices que no percibes olores. ¿Cuándo empezó eso?
-Todavía sigo sin percibir ningún tipo de olor. Absolutamente nada. No recuerdo con exactitud cuando empezó, pero el jueves ya no olía nada. Como no percibo olores, se me ha bajado mucho la apreciación de sabores. Cuando como siento algo de sabores, pero nada que resalte mucho. Ojalá recupere eso pronto, porque es muy raro estar así.

La joven vive en un departamento de Santiago centro con sus padres, su hermano y su pololo, el que tuvo que irse a dormir al living. Están todos en cuarentena y cuando alguien entra a su pieza a dejarle comida, por ejemplo, usa guantes y mascarilla. Nadie ha presentado síntomas aún.

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