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Evo Morales En Chile, gane la derecha o ganen los socialistas, no cambia  nada
Buenos Aires. Evo Morales podría estar sentado hoy aún en el sillón presidencial del Palacio Quemado, en La Paz, pero está en Buenos Aires tras un turbulento noviembre que terminó con su renuncia tras 14 años como jefe de Estado de Bolivia. Sin embargo, está lejos de rendirse: trabaja para regresar al poder, aunque no sea como presidente. Y tiene en el radar todo lo que sucede en la región, también en Chile.

"Bachelet y Piñera son lo mismo", le dice a este diario en una calurosa mañana de verano en Buenos Aires. Y admite errores ("presentarme por cuarta vez"), al tiempo que anticipa que regresará a Bolivia para la campaña electoral. Y no le importa que el gobierno interino de Jeanine Añez lo amenace con meterlo en prisión.

-¿Qué conclusión saca de la crisis que se vive en Chile?
-Fueron las juventudes contra el modelo neoliberal, contra las políticas de privatizaciones. Mientras en Bolivia se levantaban las oligarquías, fue como un contragolpe en el fútbol. En Chile se levantan contra las políticas económicas, en Bolivia lo hacen contra una supuesta dictadura, ¿qué dictadura?

-Usted tenía una relación razonable con Piñera. ¿Cree que la crisis es responsabilidad de él o el fenómeno excede a la presidencia?
- El problema de Chile es que en algo se parece a Estados Unidos: ganen demócratas o republicanos no cambian las políticas económicas. Algo de programas sociales, tal vez. En Chile, gane la derecha o ganen los socialistas, no cambia nada.

-¿Bachelet y Piñera hacen lo mismo?
-Lo mismo. Para la derecha, salud y educación son servicios. Para nosotros, derechos. Para la derecha latinoamericana, los servicios básicos son negocio privado, para nosotros, derechos humanos. Son profundas diferencias que tenemos.

-No hay solución ya para la salida al mar de Bolivia tras lo resuelto en La Haya. ¿O sí?
- Tres cosas: primero, Bolivia nació con más de 400 kilómetros sobre la costa del Pacífico. Segundo, La Haya dijo que ningún tratado, ningún acuerdo bilateral ha resuelto el asunto de la salida al mar. Y, como tercer punto, recomienda seguir negociando. ¿Qué nos ha rechazado? Que La Haya obligue a Chile a cumplir con sus compromisos. O sea, que esto sigue. Hay que seguir negociando el tema de la mediterraneidad de Bolivia.

Buenos Aires está dormida y en profundo silencio cuando el ex presidente despierta cada día a las cinco de la mañana. Tiene la vista puesta en La Paz, 2.200 kilómetros en dirección norte y dedica esos primeros momentos del día a revisar todo lo que publican los periódicos "opositores".

El ex mandatario está en Buenos Aires -y junto a él varios miembros de su gobierno- con estatus de refugiado. Ya jugó cuatro partidos de fútbol en las cuatro semanas que lleva en el país, y se jacta de hacer 3.000 abdominales al día: "¿Sabe cuántos años tengo? 60. Las chicas me dan 35, no lo pueden creer", dice.

Morales enfrenta problemas internos en su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS). La presidenta del Senado, Eva Copa (del MAS), pide apertura, caras nuevas y el fin de las imposiciones. "Tal vez nos veamos mucho antes en Bolivia, en la campaña (elecciones presidenciales en mayo próximo). A mí no pueden procesarme en juicio ordinario, solo me pueden hacer un juicio de responsabilidad". Morales trabaja como jefe de campaña de su partido para las presidenciales de mayo.

-¿Por qué renunció?
-Para que no siguieran quemando casas de asambleístas, gobernadores, alcaldes y sus familiares. Y, de paso, se sumó al golpe de Estado a la OEA con su auditoría electoral. Me di cuenta de que si seguía siendo presidente, con la policía amotinada, los enemigos nuestros hubieran masacrado a los compañeros. Eso hubiera sido bajo mi responsabilidad, porque hasta el domingo 10 de noviembre, cero muertos. ¿Se imagina un gobierno indígena, de movimientos sociales, de procesos de cambio como en tiempos de Gonzalo Sánchez de Losada? Para evitar eso acepté nuevas elecciones. Renuncié por la vida, soy amante de la vida.

-¿Es cierto que el gobierno de Estados Unidos le ofreció un avión para salir de Boliviay usted no quiso subirse?
- El lunes posterior a mi renuncia (en noviembre pasado) el gobierno no dejaba entrar ningún avión a Bolivia. Fue ahí que el embajador estadounidense ante la OEA ofreció sacarme de Bolivia e ir a donde yo quisiera.

-Usted no confiaba.
Me iban a llevar directo a Guantánamo.

-¿Quiénes fueron sus apoyos para salir de Bolivia?
El día 11 de noviembre cuatro presidentes me salvaron la vida. El de Paraguay, Mario Abdo Benítez; Andrés Manuel López Obrador, de México, Nicolás Maduro y Alberto Fernández como presidente electo. Si no iba al cementerio, era encarcelado. Cuando estaba en el trópico esperando despegar se me acercó un policía que me dijo que le habían ofrecido US$ 50.000 para detenerme. Fueron los alcaldes del trópico, entrando a toda velocidad a la pista del aeropuerto en 15 vehículos los que me salvaron.

-El 22 vence su período constitucional y sus abogados están proponiendo que asuma la presidencia el presidente del Tribunal Supremo. A usted le gusta esa solución, entiendo.
-El 22 acaba la asamblea, entonces Añez, autoproclamada, deja de ser senadora. Y como ya no será senadora no puede ser presidente. Y hay antecedentes, jurisprudencia que marca que pueda asumir el presidente del Tribunal Supremo de Justicia la presidencia para un gobierno de transición que termine en las elecciones.

-¿Cuál ha sido su mayor error político en estos 14 años?
-Tal vez haber aceptado la propuesta del pueblo para presentarme nuevamente como candidato a las elecciones. Mi error fue haber aceptado presentarme por cuarta vez mediante una sentencia constitucional (sentencia del Tribunal Constitucional).

-¿Por qué?
A pedido del pueblo.

-Está bien, pero usted tenía la potestad de decir sí o no. Usted tiene experiencia política. El pueblo a veces se equivoca.
-Se puede equivocar, pero ganamos en la primera vuelta. De haber estado equivocado hubiera perdido.

-Usted planteó muchas veces la grieta entre los blancos y los indígenas en Bolivia. ¿Esto es así? ¿No es algo que precisamente usted como primer presidente indígena haya logrado moderar o cambiar?
- Yo soy el primero en integrar a todos los sectores sociales. Si de algo tengo experiencia es unir, unir, unir. No solo clases indígenas y trabajadoras, sino clases medias, sectores empresariales o los blancos.

-En esos días turbulentos de noviembre usted tenía gente manifestándose en las calles en su contra, y no eran solo blancos, eran también indígenas.
- Hmmmmm... A ver, algo, puede ser...

-Se planteaba como decisivo en aquellos días la sugerencia de las Fuerzas Armadas para que usted renunciara, una fórmula, la sugerencia, que tiene rango constitucional.
- No me dijeron eso, son golpistas. Yo lo que he escuchado por la prensa era que Evo debía renunciar. Eso es un golpe.

- Pero también tenía a la Central Obrera Boliviana (COB) reclamando su renuncia. ¿Eso lo sorprendió?
- (ríe) Eso fue una sorpresa. También estuve reunido con ellos, me dijeron "vamos a defenderlo todos".

-Hay gente que incluso dice que lo de Evo fue un autogolpe, provocado para retornar luego al poder en mejores condiciones.
-Renuncié para que no hubiera muertos.

-¿Venezuela es para usted hoy una democracia?
La Venezuela de Maduro es una democracia, ha ganado las elecciones.

-Unas elecciones muy cuestionadas.
-Todas las elecciones se cuestionan. En Estados Unidos se cuestionan las de Trump. Y las alemanas también se cuestionaron, con la gente gritando contra Merkel.

- Pero la situación de Venezuela en lo social y económico es bastante trágica. En eso está de acuerdo, ¿o no?
Hay problemas económicos, pero también acá en Argentina hay problemas económicos...

-Suponga que el MAS pierde las elecciones presidenciales del 3 de mayo. ¿Qué hace?
Nosotros empezamos con cuatro diputados. Me expulsaron del Congreso, y gané. Ahora es batalla legislativa y con los movimientos sociales. Pero somos optimistas. Ahora de verdad puede haber fraude, ahora de verdad puede haber otro golpe. El debate que tenemos es cómo prepararnos para el post elecciones, el Plan B.

-¿Usted descarta absolutamente volver a ser candidato a presidente?
-Yo tenía en claro que en 2025 me iba a mi casa una vez cumplido mi cuarto mandato. Pero ahora, como me han conspirado, yo me dije que, mientras tenga la vida y el deseo me acompañe, voy a hacer política, porque la política es la ciencia de servir al pueblo.

-Si el MAS gana el 3 de mayo y usted vuelve a Bolivia. ¿No es el momento de sanar heridas?
- Yo me abocaría a pacificar Bolivia.

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