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Dueña del J. Cruz cuenta cómo  salen adelante comerciantes porteños
Sonia Guzmán, dueña del tradicional restaurante J. Cruz, dice que al comienzo de las manifestaciones, su marido de 81 años se sentaba a dormir en una silla en el local de calle Condell, la más afectada de Valparaíso con los saqueos.

Y a pesar de que su negocio finalmente no fue tocado, al contrario del comercio del lugar, la cosa se puso muy difícil: sufrieron la baja del 90% en las ventas.

"Ha sido devastador", dice. Muy poca gente se atrevía a pasar por esa arteria. "Es deprimente lo que está pasando, me ha costado llanto, noches sin dormir, con crisis de pánico pensando que van a entrar a robar, miles de cosas que se pasan por la mente", revela.

Por eso, por primera vez en su larga historia, decidió salir de su local de Condell y el de calle Freire, para participar en la feria "Arriba Valparaíso", que reúne a 114 locatarios de 50 rubros de pymes afectadas por las manifestaciones y que se instalaron en el Espacio Simón Bolívar, ex VTP, en el muelle Barón, entre las 12 y 20 horas.

Sólo este fin de semana llegaron más de 8 mil personas.

"Ha sido muy bueno, casi mejor que lo que vendo en los negocios de calle Condell", reconoce. "Esta feria ha sido espectacular para nosotros, una gran ayuda, y no pagamos nada", dice.

Sonia invita a todos, porteños y no, a visitarlos y por eso puso en promoción sus famosas chorrillanas: a $5.000 para una persona; $8.000 para 2; y $10.000 para 3.

En la feria hay de todo: joyas, ropa, artesanía, chocolatería, sushi, productos para mascotas, servicios y hasta los míticos Discos Mayra y la tienda La Camelia.

Eric Almonte, del Restorán Capri, dice que las ventas le bajaron en 70% y que esta feria es "una gran experiencia". "Paradójicamente se ha transformado en un mall para Valparaíso, pero con marcas y tiendas de los propios porteños", opina.

Cuenta que no tiene toda la carta del local de calle Cochrane, pero los pasteles de choclo se le acaban rápidamente y no faltan las humitas, prietas, longanizas y el costillar.

"Estas instancias nos están ayudando a ponernos al día y a seguir adelante", agrega Eric. "Es un honor estar en un resumen del comercio porteño", asegura.

Ahora, tanto Sonia como Eric y el resto de los 114 locatarios esperan que las autoridades de la Empresa Puerto de Valparaíso (EPV) les permitan permanecer todo el verano.

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