-->

Escribe y presiona enter

On
Ignacio Briones, ministro de Hacienda
El nombramiento del economista Ignacio Briones en el puesto de ministro de Hacienda motivó que su hija de once años le demandara inmediatamente un aumento en su mesada. La demanda de la hija es solo una anécdota frente a la ola de solicitudes que le han hecho diversos sectores del país al nuevo secretario de Estado tras el estallido social del pasado 18 de octubre.

A los pocos días de haber asumido la cartera de Hacienda, el primer gran acuerdo que logró Briones fue el tributario, que será la fuente de recursos para financiar parte de las demandas de la ciudadanía. El miércoles recién pasado, el ministro logró en el Senado el segundo acuerdo importante que compromete aumentar gradualmente en 50% la pensión básica solidaria en un plazo máximo de dos años, reducir a la mitad los pasajes de transporte público a la tercera edad y trabajar una serie de mecanismos que reducirán el precio de los medicamentos.

No pasó un día de los anuncios y el jueves aparecieron varios diputados señalando que rechazarían el acuerdo de la Cámara Alta, pero el ministro se muestra optimista y conciliador en esta entrevista, y dice: "Nunca he tenido el ánimo de desconocer el rol de la Cámara de Diputados, la gradualidad la propusimos porque tenemos que ser responsables y trabajar con los recursos que de verdad disponemos para asegurar una promesa sostenible en el tiempo. No era factible subir un 50% el pilar solidario de una, estamos planteando un aumento gradual, pero súper exigente porque va a llegar a todos los adultos mayores en un lapso de dos años y desde el primero de enero próximo a los mayores de 80".

Ignacio Briones es economista de la Universidad Católica, con un doctorado en economía del Instituto de Estudios Políticos de París. Trabajó con el presidente Sebastián Piñera en su primer gobierno como coordinador de Finanzas Internacionales del ministerio de Hacienda y luego fue embajador chileno ante la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). En este segundo gobierno de Piñera, Briones había optado por mantenerse en la academia como decano de la Escuela de Gobierno de la Universidad Adolfo Ibáñez, hasta que e 28 de octubre lo llamó el mandatario para que sustituyera en el cargo al entonces ministro de Hacienda Felipe Larraín. El viernes, al mediodía, el ministro Briones responde esta entrevista con mucha calma y optimismo, mientras retumba en su oficina de Teatinos 120 una protesta que realizan los trabajadores del Metro en la Plaza Constitución.

-¿Esta es la peor coyuntura que ha enfrentado un ministro de Hacienda desde el retorno a la democracia?
-Creo que sí.

-¿Por qué?
-Porque anteriormente tuvimos crisis económicas que se resuelven con instrumentos económicos. Eso fue el caso de la crisis asiática, en 1997, que enfrentó e ministro Eduardo Aninat o incluso la durísima crisis subprime, de 2008, que le tocó al ministro Andrés Velasco.

-¿Esta no es una crisis económica?
-Esta crisis es diferente porque tiene una base social e institucional que se está trasladando al sector económico. Enfrentamos un nuevo escenario social e institucional que, por supuesto, necesita y demanda medidas económicas.

-¿Es más grave?
-Estamos viviendo algo que también está ocurriendo en otras democracias. En la región vemos situaciones similares en Colombia, Ecuador, también en países desarrollados como Francia con los Cha ecos Amarillos. Lo clave en este tipo de crisis es la coordinación entre las herramientas económicas y las políticas, tenemos que lograr que varias piezas funcionen simultáneamente.

Urgencia

-¿Qué es lo más urgente resolver en esta crisis?
-Es clave lograr que los ciudadanos puedan volver a su cotidianeidad, que la gente pueda volver a hacer esas actividades que hacía regularmente antes del 18 de octubre.

-¿Qué significa eso?
-Hablo de poder retomar la hora a la que voy al trabajo, volver a tomar la micro regularmente, que los niños vuelvan a la escuela con sus horarios normales, que el panadero de la esquina vuelva a abrir su negocio, la empresa a funcionar y e comerciante a abrir su local. La falta de cotidianidad deriva en una situación de estrés importante que también ha afectado muy fuertemente el ambiente político y económico.

-¿Cómo ha visto este estrés en el mundo político y económico?
-El mundo político está muy afectado y eso dificulta a veces que los dirigentes tomen distancia reflexiva de la coyuntura al momento de decidir medidas importantes que deben perdurar en el tiempo. En términos de la vida económica, ha cambiado porque si no puede operar normalmente el comercio y la empresa, estas empiezan a vender menos, generan menos empleos, enfrentan problemas de pago y eso produce el impacto que estamos viendo en la economía.

-¿De la larga lista de demandas cuál es la que le preocupa resolver con más urgencia?
-El mejoramiento de las pensiones es la primera demanda que debemos resolver y es la más exigente en términos financieros por la cantidad de dinero que involucra y por eso hay que hacerla con mucha responsabilidad para que las modificaciones sean sostenibles en el tiempo.

-¿Pero no sería más popular resolverla de una vez y postergar otras?
-Si nos soltamos las trenzas solo vamos a lograr aplausos por un año. Una medida populista, como aumentar el 50% de las pensiones de una vez, solo pone en riesgo la mantención de dicha mejora y terminaría deshonrando las expectativas que tiene la gente. No podemos volver a fallar en este tema.

-La gente en la calle pide respuestas rápidas a sus demandas. ¿Qué pueden hacer ustedes frente a esta necesidad de inmediatez?
-Estos cambios a las pensiones tienen que hacerse vía ley. Nada me gustaría más que salir a la calle a entregar este beneficio ahora, pero hay una institucionalidad que Queremos que el aumento de las pensiones comience el primero de enero, faltan menos de 40 días, el primero de enero está ahí, a la vuelta de esquina. Sé que la gente ha esperado mucho tiempo, pero les pido un poco de paciencia porque estamos haciendo un esfuerzo gigante para que todo esté operativo este primero de enero.

-¿Han evaluado la posibilidad de dar un bono en este contexto de tanta demanda?
-Es algo que está siempre dentro de las posibilidades. Pero hoy creemos que el mejor bono que podemos entregar es el mejoramiento de las pensiones, en e sentido que es dinero directo al bolsillo de las persona.

-¿De dónde van a sacar el dinero para financiar tantas medidas: aumento de pensiones, reducción de precios en el transporte, aumento en el gasto en salud, baja en valor de los medicamentos?
-El marco de entendimiento tributario que logramos hace dos semanas y que se plasmará en indicaciones al proyecto de ley que estaba en el Senado luego de su aprobación por la Cámara de Diputados, va a permitir acceder a una relevante suma de nuevos recursos provenientes en parte importante de gravámenes a los sectores de mayores ingresos. También habrá una reasignación de recursos. La otra fuente de financiamiento es el déficit fisca corriente, que en este presupuesto va a ser de casi tres puntos del Producto Interno Bruto (cerca de US$9.000 millones).

-¿Eso no es peligroso para la estabilidad de las cuentas fiscales?
-Esto va a afectar de manera transitoria la trayectoria de convergencia estructural que el gobierno había comprometido. Pero cuando uno tiene una situación como está, es necesario incurrir en un déficit transitorio, asegurando, por cierto, que en el futuro se retomará una senda de convergencia al equilibrio estructural, aunque este proceso sea más lento.

-¿Cómo quiere volver a la regla estructural si va a seguir aumentando el gasto?
-Tendremos mayores ingresos producto de los cambios tributarios y además esperamos hacer reestructuraciones de gasto sigrfficativas que aseguren un mejor uso de los recursos y una transferencia lo más directa posible de recursos a los sectores con menos ingresos.

Críticas

-La semana termina con diputados que se oponen a la gradualidad del aumento de las pensiones, con el Colegio Médico considerando insuficiente el aumento en el gasto en salud y fiscales, jueces y funcionarios del Congreso que se oponen a la baja en sus remuneraciones. ¿Cómo se enfrenta esta insatisfacción ante las medidas propuestas?
-La divergencia es parte de la diversidad y de la naturaleza humana. Tenemos que dialogar, ser extremadamente responsables y entender que no podemos atender todas las demandas en forma inmediata y en las cuantías que se demanda. Eso es imposible, no hay billetera que lo aguante. Es la misma restricción que enfrenta cualquier hogar de Chile, solo que en este caso hablamos a nivel del Estado.

-¿Cuál es la dimensión de este esfuerzo?
-En salud estamos haciendo un aumento del gasto per cápita en la atención primaria de 11%. Se trata de un aumento muy significativo en recursos, el más alto desde 2010.

-¿Cómo puede ayudar el ministerio de Hacienda a disminuir la violencia en la calle?
-Este tema no es propio de Hacienda, no tenemos las herramientas ni el conocimiento técn.co para enfrentarlo directamente. Nuestro aporte es empatizar con las principales demandas de la agenda social, procesarlas con sentido de urgencia, pero siempre cuidando su sostenibilidad financiera en el tiempo. Adicionalmente, tenemos un rol importante de actuar extremadamente coordinados con otras carteras políticas y mostrar que el gobierno es uno solo.

-Un lema de estas movilizaciones es lograr reducir la desigualdad entre los chilenos ¿Cuándo y cómo veremos un cambio en la desigualdad?
-Con un crecimiento saludable creo que las medidas que hemos tomado van a lograr reducir la desigualdad. El acuerdo tributario que tenemos implica que aquellos que ganan más pongan más. Sin embargo, si la economía no retoma su actividad va a ser más difícil ver una disminución en la desigualdad. Una economía robusta, en crecimiento, es condición necesaria para disminuir la desigualdad.

-¿En que medida aumentaron los impuestos a los más ricos?
-El grueso de la nueva recaudación vendrá de los sectores de mayores ingresos. Una vez aprobada la reforma tributaria entrará en vigencia una tasa de impuestos adicional a los mayores ingresos que crece de 35% al 40%. También entrará en vigencia un impuesto a los activos inmobiliarios que superen el avalúo fiscal de $400 millones de pesos, que ahora tendrán una sobretasa de contribuciones. También incluimos impuestos a las ganancias de capital en los fondos de inversión. Una buena parte de la nueva recaudación viene de los sectores de más altos ingresos y eso contribuye a la redistribución de la riqueza.

-¿Qué pasa si disminuye el crecimiento más de lo esperado?
-Si no tenemos crecimiento hay menores recursos disponibles para la política social. De la misma forma, si experimentamos mayor desempleo, ese efecto positivo sobre la reducción de la desigualdad se puede revertir.

-¿Cuál es su percepción respecto a la posibilidad de llegar a acuerdo en el Congreso?
-Soy optimista. En el Parlamento hay una diversidad ideológica y de estilo que considero muy buena porque expresa la diversidad de Chile. Hemos generado acercamientos importantes y prueba de ello son los acuerdos en materia tributaria, presupuestaria y ahora en el aumento del pilar solidario, transporte para los adultos mayores y remedios. Los chilenos esperan que seamos capaces de conversar a pesar de nuestras diferencias. Tengo un gran respeto por el rol de ambas cámaras en el Congreso y espero muy sinceramente que podamos tener un clima de buen entendimiento en beneficio de los chilenos.

-¿Cree que estos acuerdos van a tener efecto en la calle?
-Creo que sí, estamos trabajando firme para eso, para que tenga efectos concretos en la calle. La reforma previsional va a favorecer a un millón quinientos mil adultos mayores, eso es algo grande.

Click para comentar