Un dramático video de un operativo de la Guardia Costera
de Estados Unidos muestra el
momento en que los efectivos tomaron por asalto un mini submarino
usado para contrabando de drogas.
El vehículo sumergible fue interceptado en alta mar, en el Océano Pacífico este y llevaba cinco tripulantes,
7,7 toneladas (7.711 kilos) de cocaína y 423 kilos de marihuana, todo
por un valor de 232 millones de dólares, dice "Washington Post"
Las imágenes fueron liberadas el
jueves, aunque la captura se realizó
el 18 de junio pasado. La operación
de seguimiento fue liderada por el
barco tipo cutter USCGC Douglas
Munro, que es una nave de guerra de
pequeña envergadura, usada por los
guardacostas norteamericanos.
El
Douglas Munro tiene 115 metros de
eslora (largo) y 13 metros de manga
(ancho).
En las espectaculares imágenes,
se observa la parte superior del vehículo sumergible navegando velozmente, mientras es seguido por una
lancha rápida de la U.S. Coast Guard.
Al mismo tiempo un efectivo de la
patrulla costera apunta al barco y
grita en español: "Este es el guardacostas de los Estados Unidos. ¡Alto
su barco, ahora!".
El efectivo sigue gritando para
que el barco se detenga, mientras
otra lancha acompaña su recorrido. Luego, en otra toma, la lancha en
donde van los guardacostas se acerca al minisubmarino hasta quedar
encima de él y ahí, un primer efectivo
vestido con tenida de camuflaje se
lanza encima de la embarcación sumergible, luego otro lo sigue y finalmente el que lleva la cámara se suma
y da el salto. Todo esto, mientras las
fuertes olas los desestabilizan y el
movimiento del submarino tampoco
los deja mantenerse en pie. El primer
agente comienza a golpear con el puño la escotilla del vehículo, hasta que
esta se suelta y se abre.
Las imágenes concluyen cuando, desde el interior de la embarcación, se ven solo
las manos de uno de los traficantes,
que las levanta, mientras los agentes
proceden a la detención. Los cinco
detenidos fueron entregados a efectivos de la DEA (Drug Enforcement
Administration) para su procesamiento.
El teniente comandante Stephen
Brickey, vocero de la U.S. Coast
Guard, dijo que as detenciones de
este tipo de vehículos son incautaciones difíciles de hacer. "Son como
una ballena blanca, son muy raros.
Para nosotros, detener a uno es un
evento muy significativo".