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Las diez playas del país en riesgo de desaparecer en la próxima década

Más de algún viñamarino escuchó a sus abuelos comentar que antiguamente en la avenida Perú y en la avenida Marina (entre el Castillo Wolf y el Sheraton) había playas. En la década del 20, muchos de ellos disfrutaron de sus doradas y gruesas arenas. E inclusive había hasta una piscina en Recreo, que estaba colindante al mar y luego se demolió. Por motivos urbanísticos, las autoridades de ese entonces reemplazaron esas playas por infraestructura vial.

De las pocas playas que actualmente tiene la ciudad, la mayoría está perdiendo su franja arenosa por diversos motivos. Esta semana, olas de 7,5 metros, asociadas al sistema frontal, dejaron huella. El fenómeno no solo afecta a esta ciudad, sino que a gran parte de nuestro borde costero. El último análisis del Observatorio de la Costa UC reveló que las playas de Chile están duplicando sus niveles de erosión, con tasas de retroceso que superan los cinco metros por año. Sus datos también muestran que el 86% presenta retrocesos preocupantes y que inclusive diez de ellas podrían desaparecer.

Dentro de esa lista figuran Hornitos (Región de Antofagasta), Pichicuy, bahía de Concón, Reñaca, Caleta Portales, Algarrobo, bahía de Cartagena, Santo Domingo, Los Molles y Pichilemu (Región de O'Higgins): ocho de ellas están en la Región de Valparaíso (ver tabla ).

La doctora en geografía Carolina Martínez, directora de este organismo, sostiene que este fenómeno responde a causas naturales que se dan bajo nuestro escenario geográfico.

"Tenemos una costa que se mueve por el contexto tectónico y por los terremotos de subducción que generan cambios verticales en las playas. Otro factor tiene que ver con los fenómenos de marejadas que son muy recurrentes, sobre todo desde el 2015 a la fecha.

Ahora ocurren todo el año y muy altas", plantea.

Pablo Rebolledo, geógrafo y doctor en estudios de Desenvolvimiento, reconoce que las playas siempre están afectas a los cambios geológicos que se producen por efectos naturales.

"Puede ser por el oleaje que va moviendo la arena o por la corriente de Humboldt que arrastra la arena hacia el norte. El cambio climático también incide", añade.

Una mirada similar tiene el máster en Gestión Integrada de Áreas Litorales Francisco Barriga, académico de la Universidad Andrés Bello sede Viña del Mar: "El motivo principal está asociado a estos eventos que tenemos en invierno. Cuando hay lluvias y vientos, se producen erosiones en las playas. Es decir, el material arenoso es transportado hacia el mar. Y en verano ese material se deposita nuevamente en las playas".

El escollo son los efectos que está dejando el cambio climático.

"Los eventos invernales, asociados a los frentes que tenemos hoy en día, se están haciendo cada vez más recurrentes y mucho más fuertes, por lo que los impactos negativos se están haciendo más visibles que en años anteriores. Es decir, ahora no se alcanza a recuperar ese material arenoso que se perdió. En la medida que sea algo que va a seguir pasando y con mayor frecuencia, nuestras playas se van a ir reduciendo", afirma.

Factor humano

Martínez manifiesta que la principal causa de la erosión de las playas es por la actividad humana.

"Hay una alteración de las cuencas hidrográficas andinas (por hacer embalses), que son las que aportan sedimentos al océano costero. Se produce una alteración en el caudal y los sedimentos, que son nutrientes que tienen que llegar al mar, explica.

Pone como ejemplo el caso de la playa de Algarrobo que durante este año ha retrocedido casi cinco metros (en 2023 la cifra era de 2,54 metros).

"Su playa ha retrocedido más en los últimos seis años que en los últimos 40 años y esto ha sido impulsado por las marejadas, pero también por un efecto de urbanización que han tenido las quebradas locales, que son aportantes de sedimentos en la playa. La urbanización ha sido muy brutal. Hay hasta construcciones dentro de la playa, como es el edificio San Alfonso del Mar que está entre dos humedales", enfatiza.

Reñaca también duplicó su proceso de erosión. En 2023 había retrocedido 0,37 metros al año y ahora lo hizo en más de un metro.

'La cuenca del Marga Marga también ha sido una de las más intervenidas, lo que produce un impacto inmediato en la morfología de la playa. Hay algunos lugares que son estacionamientos en el verano y también hay ferias. Si fallan los aportes de sedimentos, impacta en la playa y retrocede. Los campos dunares también empiezan a ser inestables", señala la especialista.


Algunas soluciones

Barriga revela que en otras partes del mundo se está trabajando en este problema. "Una solución es extraer arena desde el fondo del mar y arrojarlo en la playa, generando una mayor anchura. Pero el problema de esta medida es que se necesita invertir mucha plata. Otro escollo es que no resuelve el problema. Lo único que se hace es ensanchar la playa para que dure unos años más", advierte.

Martínez menciona que en nuestro país falta una normativa que ordene los usos de la costa. "No hay una norma que proteja a la playa y su interrelación con el humedal y las dunas. En eso tenemos un vacío normativo de 100 años", sentencia.
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