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El origen de los túneles que hay debajo de esta casona de Limache

Hacia fines del siglo XIX, Valparaíso era uno de los polos económicos más importantes del país. La primera bolsa de valores de la cuenca del Pacífico se emplazó en esta ciudad, llegaron importantes bancos y fue el punto de recalada de grandes embarcaciones.

Sin embargo, la vida para sus habitantes era poco amable: había que construir viviendas en cerros y hubo muchos problemas de higiene. Por ello las personas con mayor poder adquisitivo buscaron áreas con mejor calidad de vida para habitar y se apuesta por un modelo denominado Ciudad Jardín. El proyecto urbanístico se situó a 32 kilómetros de Valparaíso y se le denominó Limache. Es por eso que en esta localidad son habituales las grandes casonas de estilo colonial y clásicas, inspirándose en las viviendas rurales de Francia, Italia o Inglaterra.

Una de ellas es la Casona Eastman, proyectada por el reconocido arquitecto chileno Josué Smith Solar (quien diseñó el Club Hípico de Santiago, la Universidad Técnica Federico Santa María, el Gran Hotel Papudo y el Ministerio de Hacienda, entre otros importantes edificios) y su hijo Teodoro Smith Miller. El encargo provino del ingeniero civil Tomás Eastman Quiroga, reconocido empresario de la época.

Mucho tiempo pasó desapercibido este inmueble: estaba casi abandonado. Pero cuando el municipio de Limache lo estaba restaurando (lo adquirió en 2013), se descubrieron debajo misteriosos túneles.

¿Qué hay detrás de ellos?

"Los túneles obedecen a un sistema de regadío de una ambición gigantesca que se construyó en la década de 1860 y que traía agua del río Aconcagua", cuenta el doctor en Historia Fernando Wilson, miembro del Centro de Estudios Patrimoniales (CEPA) de la Facultad de Artes Liberales de la Universidad Adolfo Ibáñez, quien durante un año investigó el trasfondo de este enigma. "Servía tanto para regar como para abastecer a la maestranza. Limache se diseñó como una ciudad jardín, con avenidas grandes y una enorme plaza. Y todo este sistema de canales resultaba útil para el abastecimiento de agua en la ciudad".

El escollo es que esta solución representaba un problema estético para la ciudad, por eso se diseñaron túneles -de 1,70 de altura en promedio- que cruzaban gran parte de la ciudad. Dos de los accesos quedaron en el sitio de los Eastman.

"Se pensaba que los túneles obedecían a una respuesta de la casa en sí. O que eran una vía de escape. Pero en realidad se trata de una obra anterior y de una complejidad mucho más allá de la casa", explica Wilson.

¿Los Eastman ocupaban los túneles?
"No tenían acceso interno desde la casa: los dos accesos estaban en los jardines. Tiendo a creer que se utilizaron para regar el jardín".

¿En qué situación están en este momento?
"La red de túneles está interrumpida producto de los sismos y no tienen flujo de agua".

Familia extendida

Wilson define a la casa como ecléctica, pues combina diversos estilos arquitectónicos.

"Se construyó en 1929 y tiene aires neoclásicos y georgianos. Estaba cerca de la estación de trenes original de Limache, parte del centro de la ciudad. Es una casa predominantemente de adobe, recubierta de estuco, con acabados de madera. Tiene una escalera bonita y un amplio jardín particularmente cuidado y bien diseñado", describe.

"El ingeniero Eastman vivía con su familia extendida. Es decir, hijos, nietos, tíos, hermanos. Era una familia extensa. Se puede notar por la gran cantidad de dormitorios y pequeñas subáreas de reuniones que están distribuidas en toda la construcción. Además tiene un enorme comedor y living que dan hacia el jardín principal", precisa.

La vivienda se enmarca justo en un escenario de bonanza económica: se levantó antes del colapso de la industria salitrera del 31 y justo para la crisis del 29 en Estados Unidos, que contagió al resto de los mercados mundiales.

¿Qué pasó con la propiedad?
"Ocurrió lo mismo que pasa con este tipo de construcciones de alto valor histórico, se rompió el lazo emocional con los que la construyeron y para las generaciones posteriores pasó a convertirse en una molestia. La casa sufrió terremotos y temporales. De hecho, el terremoto de 2010 fue muy duro con ella. Quedó inhabitable por más de una década. La sucesión decidió venderla al municipio, que la restauró. Hoy funciona como una suerte de casa de la cultura".
El origen de los túneles que hay debajo de esta casona de Limache

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