Una crisis isquémica cerebral transitoria motivó la internación de Carlos Humberto Caszely (73) en la Cínica Las Condes el sábado, después de ver el entrenamiento del cuadro femenino de Colo Colo.
"Estábamos almorzando y se sintió mal. Ahora está en la clínica, estable, bien, mejorando", dijo su hijo Piero al programa "Al Aire Libre" de la radio Cooperativa.
"Le han hecho exámenes y va mejorando. Se supone que iba a salir el domingo, pero algo pasó que no pudo. Está bien de ánimo, tranquilo, el domingo no porque quería irse a la casa, pero va mejorando", agregó.
"Gracias a la oportuna reacción del paciente y su familia y la asistencia del personal médico, el Sr. Caszely actualmente se encuentra estable, asintomático y evolucionando satisfactoriamente", dice un comunicado de la clínica.
"Mi papá tuvo un TIA, con buena evolución, sin ninguna secuela. Está bien y con buen ánimo", confirmó Claudia, la hija del crack de Colo Colo y la Roja.
TIA es la sigla en inglés del accidente isquémico transitorio, que es una forma de accidente cerebro vascular y que se diferencia por la magnitud y duración del evento.
"Por definición, se habla de transitorio cuando estas fallas neurológicas duran menos de 24 horas", explica Óscar Trujillo, neurólogo de UC Christus, con formación e interés en enfermedades neuromusculares y electrofisiología clínica.
"La mayoría dura menos de una hora", advierte Dominique Lister, neuróloga de la Clínica Universidad de los Andes.
Pero en ambos la causa es una arteria cerebral que se tapa, un territorio cerebral que deja de recibir sangre y las neuronas de ese territorio dejan de funcionar.
"Después de cierta cantidad de minutos u horas, ese territorio se daña irreversiblemente. Un accidente vascular va a dejar secuelas, que depende de la parte del cerebro afectada: puede ser lenguaje, motricidad, sensibilidad, movimiento del cuerpo", añade Trujillo.
Los síntomas también son similares, en ambos casos. "Generalmente es una disfunción neurológica brusca, una función cerebral que se pierde bruscamente. Por ejemplo, falta de fuerza en la mitad del cuerpo o trastorno grave y agudo del lenguaje, una persona que pierde el lenguaje hablado o no puede entender el lenguaje, o alteraciones bruscas del campo visual, perder la mitad derecha del campo visual, por ejemplo", agrega.
Como se restituye solo el flujo sanguíneo, no alcanzan a presentarse secuelas en el accidente isquémico transitorio, aclara Lister.
"Independientemente de que se pasen los síntomas, lo ideal es consultar igual, acudir a los servicios de urgencia, porque puede ser que los síntomas pasen, pero que haya un vaso cerebral ocluido que necesite ser destapado", advierte.
"Lo primero que hay que hacer es encontrar la causa, si fue un vaso del cerebro que se tapó por una placa de colesterol, o fue un trombo o un coágulo que viajó ya sea de los vasos del cuello o del corazón hacia el cerebro. Entonces hay que estudiar el corazón, el cuello, ver la cusa y, en base a eso, es el tratamiento", agrega Lister.
"Las principales causas son enfermedades de las arterias con placas de ateromas, sobre todo en las arterias carótidas, las que llevan sangre de la aorta al cerebro; a veces vienen del corazón estos coágulos, por problemas de válvulas cardiacas o arritmias", dice Trujillo.
Los factores de riesgo de un AIT son los mismos de un ACV: hipertensión, diabetes, colesterol alto, vida sedentaria, fumar y la edad, que es el único que no se puede manejar médicamente, ya que para todos los otros existe algún tipo de tratamiento.
"Los estudios clínicos permiten descartar un infarto cerebral", añade el comunicado de la Clínica Las Condes.
"Isquemia es falta de sangre y cuando es prolongada, las neuronas se infartan y se mueren por falta de sangre. Es un infarto del cerebro. Lo positivo de este caso es que no va a quedar con secuelas y va a abrir una ventana de entrada para encontrar la causa e intervenirla", agrega Trujillo.