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Laila Roth

Laila Roth llevaba 27 minutos sobre el escenario de la Quinta Vergara cuando comenzó a contar una historia que tenía como base una vez que se le tapó el baño. Primero hizo una larga explicación que en Argentina le dicen "inodoro" al water y luego comenzó con el relato, pero cada vez que hacía un remate y una pausa, para que la gente se riera, no pasaba nada. En cada ocasión se producía un incómodo silencio. Pese a comenzar bien, generando varias carcajadas, en ese punto ya había perdido la atención del público e hizo recordar el chiste de la ensalada de Belén Mora.

Los mejores momentos de Laila fueron cuando bromeó con personajes chilenos, como Vale Roth: "Pensé que se notaba que éramos mellizas", dijo sobre la bailarina y luego agregó: "Busque lo que decían de mí y decían que era una mezcla entre Valentina Roth y Willy Sabor", generando más risas. Benjamín Vicuña también cayó: "Hay que tener cuidado de no mirarlo fijo porque te deja embarazada... es más fértil que el yogurt de pajaritos", aseguró, ganándose aplausos.

Yamila Reyna también fue una de sus víctimas. Cuando hablaba de no revisarle el celular a la pareja, justo la cámara enfocó a la cordobesa y ella le dijo: "Yamila, te lo recomendé tarde", en referencia a su quiebre con el Mono Sánchez. Un "oohhhh", precedió a las risas en ese momento, pero todo estaba conversado. "Ella me había preguntado si podía hacerme una broma y yo soy una persona que se ríe de sí misma, de mi vida propia, entonces le di la libertad. El chiste era buenísimo", aseguró después Reyna.

La tensión comenzó a aparecer cuando Roth llevaba 17 minutos de rutina. Una historia sobre un sueño con Ricky Martin no generó muchas risas, luego vino una relacionada con su madre fallecida que tampoco enganchó y después de eso la del baño tapado. La televisión mostraba el palco y la periodista de Canal 13 Chantal Aguilar se veía muy afligida. "Da nervio cuando empiezan a escucharse las pifias, uno no quiere ser parte de esos momentos. (La historia del baño) fue un poco larga, me recordó a la de la ensalada de Belén (Mora). Hubo pifias suaves y aplausos de respaldo. Ella tiene un estilo distinto al del estandapero chileno, es más suave, hace más pausas".

Daniel Fuenzalida vio el difícil momento en primera fila. "Desde el jurado la apoyamos y nos miraba, pero después me dio la impresión que se puso muy nerviosa y eso le pasó la cuenta". Eduardo Fuentes, también desde el palco, agregó: "Estábamos todos muy nerviosos, queríamos que le fuera bien, nos reíamos, la apoyábamos pero se puso muy nerviosa, se empezó a meter en un bosque, se quedaba en silencio, se escuchaban algunas pifias, fue un momento raro, tenso para nosotros".

Yamila Reyna reiteró el problema que se produce con las historias largas. "Pienso que en un escenario como Viña, que no es fácil, vuelve a demostrarse que los remates rápidos funcionan increíble. Ella tiene muchísimo carisma en el escenario, una gran humildad, y esos factores hicieron que la esperaran harto. Las rutinas extensas y sin remate hacen que el público rápidamente se desenfoque de lo que les están diciendo. Es muy importante entender que el público de Viña es un público inmediato".

Fue la misma Laila quien le dio el punto final a su show, al cortarlo luego de 38 minutos. Ahí, el público igual la premió con una Gaviota de plata. En la conferencia de prensa, Laila reconoció: "Algunos chistes que esperaba que entraran mejor empezaron a no entrar y cuando las cosas no empiezan a ir bien es difícil mantenerse en el presente, hasta me desconecté yo de mí misma (en medio de la historia del baño). Agradezco el respeto, hubo momento en que no hubo tanta risa y me escucharon", agregó.

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