En 1978 se comenzó a fabricar en Japón la camioneta L200 de Mitsubishi, que durante años se ha mantenido como la pick-up más vendida de nuestro país. Sin ir más lejos, según cifras de la Asociación Nacional Automotriz (Anac), hasta septiembre de este año se han comercializado 10.466 unidades. Sin embargo, este vehículo no estuvo en el mercado chileno hasta 2007 y, para que eso ocurriera, un ejecutivo local tuvo que inventar un país.
La anécdota está recogida en el libro "Huellas y destinos: 120 años del automóvil en Chile", de 218 páginas y escrito por los periodistas Patricio Corvalán, Alexis Cares y Leonardo Mellado (altorque.com/gallos.cl), que se presentó el jueves en Movicenter.
Allí se relata que la camioneta no se vendía en Chile porque este no era un mercado atractivo, aunque había interés por parte de los japoneses de vender en "Era necesario pedir un volumen de Latinoamérica.
unidades más grande en la fábrica que el que planteaba el mercado chileno por si solo", describe el capítulo "El país de las maravillas".
Por esa razón, Gustavo Castellanos, entonces gerente comercial de SK Bergé (representante local de Mitsubishi en la época), decidió "inventar un país" que agrupó a Chile, Bolivia y Perú, al que llamó Bopech, por las iniciales de cada nación. En una reunión en Japón, "les propuse (a los gerentes de Perú y Bolivia) hacer un país ficticio y aunar esfuerzos los tres. Con este nuevo volumen de camionetas íbamos a tener mejores precios, mayor penetración de mercado y hacer un trabajo más importante para la fábrica, también. Entonces, me miraron con los ojos redondos", cuenta Castellanos en el libro.
El ficticio Bopech
El ejecutivo, quien luego fue presidente de Anac, profundiza en la anécdota: "Los otros gerente estuvieron de acuerdo. La decisión la tomamos en una reunión previa a la negociación y fue algo improvisado, pero la alianza fue muy bien recibida por los ejecutivos japoneses", detalla.Y agrega que "además de lograr traer la camioneta, durante años fuimos conocidos como Bopech".
"Los correos iban dirigidos a la presidencia de la asociación y a las reuniones invitaban a un solo representante de la alianza, y no a los tres, como era antes de crear Bopech", recuerda, entre risas.
Aunque el país fue inventado y nunca existió una alianza comercial, el modelo fue un éxito de ventas en las tres naciones sudamericanas. "Yo estaba convencido de que debíamos vender la L-200 en Chile porque había un tremendo potencial en la minería y en el negocio agrícola. Uno de sus principales usos es el leasing en el norte y los números respaldan que fue una buena decisión", dice Castellanos.
El primer auto
El libro es una recopilación que nació de la inquietud de Patricio Corvalán en 2019. Este invitó a participar a los periodistas Leonardo Mellado, ambos especializados en la industria automotriz."Nuestro foco fue contar más sobre la industria en nuestro país y la forma en que el automovilismo se ha relacionado con la vida de los chilenos", detalla Cares. A lo cual Mellado agrega que "en total 30 marcas aparecen contando su historia en el libro y algunas de nuestras fuentes fallecieron luego de entregar su testimonio".
Las páginas también recogen el origen del mercado automotor en Chile. Según la investigación, el primer vehículo que llegó a nuestro territorio lo hizo en el año 1902 y su importación estuvo a cargo del empresario Carlos Puelma Besa, quien tenía 32 años. "Se trataba de un Darracq C, una marca que ya no existe, y que el año anterior había comenzado a fabricarse en Francia", precisa Cares.
Otro detalle histórico que cuentan es que la primera ley de tránsito se dictó bajo el gobierno de Carlos Ibáñez del Campo (1927-1931) y en ella se estableció la obligatoriedad de circular por el lado derecho de la calzada y no por la izquierda, como se usaba en Valparaíso y Viña del Mar.