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El difícil cambio de turno en el Faro Evangelistas

Le llaman La Roca, pero no es Alcatraz, la legendaria prisión en una pequeña isla de la Bahía de San Francisco, en Estados Unidos. Es el Faro Evangelistas, también sobre una isla, pero en la boca occidental del Estrecho de Magallanes. "Está construido sobre una roca. Es un verdadero búnker sobre una roca", define el suboficial Roberto Araneda Torres, jefe subrogante del Centro Zonal de Señalización Marítima de la Armada en la Región de Magallanes.

El faro fue encendido por primera vez el 18 de septiembre de 1896. Su torre tiene una altura de 13 metros y su base está a 59,5 metros del nivel del mar. Sin embargo, el número más importante es otro. "Este faro se reaprovisiona cada cuatro meses y las dotaciones están destacadas ahí también por cuatro meses. Normalmente son grupos de cuatro personas, para poder tener a una de guardia cada cuatro días y al mismo tiempo cumplir con todas las labores que implica estar en una estación aislada: ellos mismos se tienen que cocinar y hacer el mantenimiento de los generadores y de la casa", explica.

El Buque Marinero Fuentealba transportó a la nueva dotación del Evangelistas y los pertrechos para el siguiente período. "Este faro tenía una red adosada a una ladera de la misma roca. La gente llegaba a la orilla y escalaba la red. Actualmente eso se dejó de lado, ya que contamos, acá en la Tercera Zona Naval, con un buque capacitado para llevar un helicóptero. Desde hace alrededor de diez años, este relevo se está haciendo a través del helicóptero", cuenta.

Desembarcar el personal y la mercadería no es un paseo. La maniobra debe considerar las habituales condiciones climáticas desfavorables. "Es normal tener vientos de 50- 60 nudos, lo que significa que bordean los 100 kilómetros por hora. También el golpeteo de las olas en la roca hace que el faro esté permanentemente salpicado de espuma y agua de mar", explica.

El suboficial Araneda estima que entre el barco y el faro el helicóptero hizo alrededor de 40 viajes. "Además de llevar a la gente, hay que considerar que lleva alrededor de 6.000 a 7.000 litros de petróleo, para los cuatro meses, y víveres para seis meses", explica. A pesar de que las dotaciones duran cuatro meses, los wveres son para seis, en caso de que las condiciones meteorológicas retrasen el relevo. "Saben cuándo llegan al faro, pero no cuándo van a salir", asegura. Por eso mismo, si un miembro de una dotación tiene apéndice, debe sacárselo antes de hacerse cargo del faro, explica el suboficial Araneda. Una apendicítis durante el periodo de guardia podría ser grave.

El helicóptero puede transportar hasta 200 kilos en cada viaje. Eso significa un solo tambor de combustible lleno.

Entre los víveres hay harina, para hacer pan, y carne y verduras congeladas que se guardan en el congelador del faro. "En otra época, en los faros había pesebres y se llevaban ovejas, animales en pie, para que el farero pudiera tener carne", explica.

En un comunicado de la Armada, el comandante del Grupo Aeronaval Sur, capitán de fragata Sebastián Palacios, explicó el trabajo del helicóptero. "Se realizó durante horas de la mañana, superando bajas temperaturas, en donde se tuvo que considerar los vientos sobre 40 kilómetros por hora y olas de aproximadamente de cuatro metros. Desembarcamos más de 9.490 kilogramos de carga", detalló.

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