Son las tres de la tarde y Natalia Duco dice que ni siquiera tuvo tiempo para almorzar. La lanzadora de bala se come un snack a la rápida, se pone sus audífonos y retoma su entrenamiento, con música de Bad Bunny para motivarse. Está completamente sola en la pista del Colegio San Ignacio El Bosque, en Providencia. Por años hizo esta rutina, aunque más intensa, en el Estadio Nacional junto a su entrenadora, Dulce Margarita García.
Su nuevo lugar de preparación calza perfecto con su actual estilo de vida, como mamá-atleta. En enero de 2021, nació su hijo, Luciano. "A mí me acomoda acá porque me voy caminando a mi casa, en seis minutos estoy en mi departamento. Lucianito puede venir en coche con la persona que me ayuda. Lanzar la bala es en un foso, no hay que complicarse más la vida. Obviamente cuando me tenga que poner más pro, volveré al Estadio Nacional, a hacerme masajes, las tinas de hielo, me faltan tantas cosas por hacer", detalla la deportista, que cumplió un castigo de tres años por doping en 2021.
Natalia dice que lo que más le cuesta es la soledad de su nueva rutina. Dulce Margarita, su entrenadora cubana de toda la vida, falleció en 2019 y hace dos años trabaja a distancia con el español José Luis Martínez, destacado ex atleta y entrenador (ver nota en página 17). Pero no es Io ideal.
"Entreno sola, yo y la bala. Lanzo y la voy a buscar, a lo más me grabo y después se Io mando a mi entrenador", cuenta la atleta de 33 años.
Natalia está retomando su antigua vida, aunque con modificaciones. El sábado volvió a competir, en el Meeting UC: salió segunda y lanzó 1 5,83 metros (su récord de Chile es 18,80, logrado en Londres 2012). La marca le permitió clasificar a los Juegos Bolivarianos, en Colombia, donde competirá el 3 de julio. Pretende viajar sí o sí con su hijo Luciano a ese torneo.
"Yo tenía dos opciones cuando decidí volver siendo mamá: ser mamá presente, cuidar a mi hijo, jugar con él, priorizarlo y no dormir si es necesario, es decir, ser la mamá que yo quiero ser. O delegar todas esas tareas a mi mamá o a alguien para poder dedicarme como lo hacía antes. Y esa no era opción. Mi opción es ser mamá, primero soy mamá y después soy lanzadora de bala", asegura Natalia.
-¿Y cómo lo hará?
-Yo necesito viajar con mi hijo porque yo le sigo dando leche. A mí me costaría mucho irme y dejar a Luciano, aunque podría hacerlo, ir y volver de un día para otro, pero no sería lo ideal.
-¿Cree que será posible?
-Yo quiero viajar con mi hijo, pero por un lado está el conflicto de que soy una mamá soltera, separada del padre de mi hijo y necesito el permiso del papá, y, por otro lado, necesito que la Federación, IND o el Team Chile me apoye en mi situación, porque debo estar con mi hijo. Es todo nuevo para mí, no he visto otra atleta que lo haga. Afuera esto es más normal.
-¿Cuál es su meta?
-Ahora volveré a representar a Chile, me siento como una niña con una ilusión. Quiero estar a un nivel mundial, pero disfrutando lo que hago, más relajada y poder viajar con mi hijo porque tampoco me quedan diez años. Me veo hasta París 2024, serían mis cuartos Juegos Olímpicos (después de Beijing 2018, Londres 2012 y Río 2016) y retirarme con mi hijo mirándome sería lo más bonito para mí.
-¿Es más factible que su entrenador venga a Chile o que usted viaje a España?
-En este minuto tengo que ir a España, porque mi entrenador, por problemas familiares de salud, no puede viajar. Mi idea es hacerlo lo antes que se pueda. Pero hay dos temas, viajar con mi hijo y tener los recursos. Esas dos cosas se tienen que unir y no tengo ninguna. Pretendo viajar por poco tiempo, un mes. Iría a Madrid o al lugar donde mi profesor quiera.