Este miércoles a las 15:55 horas partió la emisión del capítulo número 1.000 de "Verdades ocultas", la teleserie vespertina de Mega que comenzó el 24 de mayo de 2017. La producción, que ya tiene fijado su fin para junio del próximo año, desde su inicio mantiene a Camila Hirane como la actriz protagónica: primero como Rocío Verdugo, una cálida educadora de párvulos que mutó a una fría abogada motoquera y, desde marzo pasado, cuando la trama avanzó 25 años, fue Martina Benavente, la hija de Rocío. Su antiguo rol quedó en manos de Solange Lackington.
Durante los cuatro años de emisión, la trama inicial de unas hermanas (Hirane y Carmen Zabala) que se reencontraban tras ser separadas al nacer, comenzó a expandirse en conflictos, intrigas, viajes, cirugías, y varias y estrambóticas disparos, muertes autos por desbarrancándose, infartos, envenenamientos y hasta una crucifixión.
El cambio de rostro, "el mejor giro dramático en lo que va de la teleserie" según Camila Hirane, fue cuando en 2018 Agustina (el personaje de Zabala), se operó el rostro y se convirtió en Amelia (Javiera Díaz de Valdés) y en 201 9, tras otra cirugía, Zabala se reintegró como la Agustina original. "Ese hito marcó el precedente de que todo puede pasar, no hay leyes de la física aquí. Entiendo el humor de esto, pero eso abrió una puerta de libertad creativa y eso fue un valor, y una de las grandes razones por las cuales la teleserie ha durado tanto. Sigue siendo un proyecto experimental que sigue y sigue, y la gente lo sigue viendo, y eso lo mantiene al aire. A mí me emociona", argumenta Hirane, que durante esta jornada comió junto a sus colegas una torta conmemorativa por los mil episodios en las dependencias de Chilefllms.
Según datos de Mega, en noviembre la teleserie era el duodécimo programa más visto de la TV local con 11,8 puntos de rating en promedio.
-Camila, ¿Cómo ha sido darle coherencia al relato?
-Para mí con mi personaje nunca he sentido que le debo dar coherencia. Esto es un melodrama y como tal está muy bien escrito, ha sido muy fiel a los principios que se plantearon desde un comienzo con toda la carne a la parrilla en ese sentido. Y están los actores y el director (Felipe Arratia) a la altura de eso para darle verdad al relato. Más allá de cosas como el cambio de rostros, que se ha hecho en películas y otras teleseries, para mí aquí todo es coherente. Me hace todo el sentido haber interpretado una dinastía de personajes y las verdades ocultas en una familia.
Sobre las críticas por lo fantasioso que podían resultar algunas escenas, Hirane se sincera: "En algún momento sufría cuando criticaban la coherencia en la teleserie, pero ahora no. Las críticas las entiendo, y yo también me mato de la risa y disfruto cosas como el cambio de rostro y el paso del tiempo, pero la libertad creativa es positiva. Para mí esta teleserie ha sido un valioso aprendizaje y crecimiento personal. Yo soy mejor actriz ahora que cuando la empecé, y lo paso increíble haciéndola. Para mí Rocío es el personaje más importante de mi carrera. Si es el mejor, eso lo dirá el público".
Solange Lackington, Rocío Verdugo mayor, admite: "Cumplir mil capítulos, que es un récord salvaje, tiene que ver con las cabezas que están arriba, Pipe Arratia y su capacidad. Estudia mucho, este es su gran proyecto y él lo protege y Io quiere, así que uno confía a ojos cerrados en cada escena. Hay que tener mucha madurez y tolerancia emocional para bancarse mil capítulos".
-¿A usted la sorprenden estos giros en la trama?
-Estoy sorprendida con la capacidad para inventar tanta cosa. Me entregan el guión del capítulo y lo devoro, y empiezo a suponer y apostar sucesos, víctimas, y hay cosas con las que he quedado para adentro. Me pongo nerviosa al leer porque me intrigo y me sorprendo. Es entretenido.
Hirane y Lackington declaran su admiración por la otra. Ya se conocían desde 2018 cuando presentaron el montaje "¿Quién le teme a Virginia Woolf?". "Era una responsabilidad muy grande hacer esta posta en la teleserie. El personaje ya estaba instalado y validado en la gente, con un trabajo precioso de Camila, a quien le tengo un cariño entrañable, es sumamente talentosa y trabajólica". "Para mí trabajar con la Sol es un privilegio, la admiro como maestra y ser humano", responde Hirane.