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Senador Alejandro Navarro

Una de las conclusiones del Senador Navarro a sus 62 años es que "'nadie es imprescindible, ninguna persona, porque el mundo sigue marchando con sus problemas y soluciones a pesar de que no tú ya no estés", dice desde su casa en Penco (Provincia de Concepción) donde ya cumple poco más de tres meses recuperándose de la revascularización cardiaca a la que fue sometido de urgencia en noviembre pasado. Su tercer bypass.

"Estuve al borde de la muerte, a minutos de sufrir una muerte súbita, según lo que me cuentan los cardiólogos", comenta el senador sobre la afección cardiaca que sufrió el martes 10 de noviembre.

Esa tarde una leve molestia al pecho lo hizo llamar a su médico de cabecera mientras viajaba desde Santiago a Penco. Horas después quedó conectado a un ventilador mecánico durante 6 días, un procedimiento invasivo que requiere la instalación de un tubo en la tráquea del paciente. El parte médico del miércoles en la mañana determinó que su estado era grave. El lunes 16 comenzó el retiro del respirador artificial y un par de días después continuó la recuperación en su domicilio, pero recayó. "Después de estar en la UCI me dieron de alta. Pasé 7 días en mi casa junto a Carolina y a mis 6 hijos y el día 7 Carolina, me llevó a las 8 de la mañana a urgencias del Hospital Higueras, porque comencé a sentirme muy mal. Esa noche la pasé con dolores a la espalda que me inmovilizaban. Dolores nivel 9 en escala de 1 a 10", comenta Navarro. El diagnóstico fue una embolia pulmonar.

"Recuerdo el silencio que hay en la UCI. Allí me enteré que otros pacientes con igual operación a la mía solo estuvieron un día u horas con ventilador y luego hablaban por celular, pero yo no podía hablar nada entonces desarrollé un lenguaje gestalten (con señas) que el equipo de la UCI comprendía perfectamente", relata Navarro. Allí estuvo otros tres días hospitalizado.

Al día de hoy sus cuerdas vocales siguen trastocadas, por el procedimiento de conexión al ventilador mecánico, por lo que aún el senador continúa con licencia médica. Dice Alejando Navarro que a su lado procura tener siempre un lápiz y un cuaderno para comunicarse con su señora y así no forzar tanto sus cuerdas vocales que ejercita con un particular ejercicio. M Hay uno que parece un juego y le encanta a Aleyca (su hija de 1 año) y es soplar una botella plástica de 500 cc de agua con una manguera. Tengo que soplar y hacer vibrar la cavidad bucal por 1 5 minutos al día es como hacer burbujas", explica el político de oposición.

-¿Senador, en qué ha consistido su rehabilitación?
-Hubo un periodo, al comienzo, que fue muy complejo, porque casi ni me podía mover, por la falta de musculatura. No podía levantarme solo de la cama y necesitaba del apoyo de mi familia para ducharme y vestirme. Fueron días duros, pero fui sacando fuerzas. Tenía que mejorarme para no sufrir complicaciones postoperatorias, que pudieran enviarme de nuevo a la UCI. He tenido durante este tiempo terapia kinesiológica motora y respiratoria, con ejercicios ventilatorios con fonoaudiólogo (como el mencionado anteriormente).

¿Cómo es su rutina diaria?

-Ahora, en los días que los niños están de vacaciones en casa, me levanto a las 07:00 y hago una hora de caminata a velocidad moderada de 5 kilómetros en una caminadora. Luego, preparo el desayuno y me meto a la ducha. Leo muchos libros. Ahora estoy comenzando "50 leyes del poder en El Padrino", que me lo envió de regalo a mi casa, su autor, Alberto Mayol. También le dedico harto tiempo al Twitter.

-La pandemia ha sido una carga extra
-Sin duda ha agregado una carga emocional adicional. He recibido muestras de afecto. Mis amigos celebraron sin mi presencia mi cumpleaños 62 a través de Zoom. Menos mal pude verlo. Fue emocionante.

-¿Ha sido más compleja la rehabilitación física o la sicológica?
No es solo la condición física sino también el cambio en la percepción de la realidad. Esto para mí no es un renacer. Es comprender tu vulnerabilidad y finitud en la vida.

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