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todo lo que se sabe sobre Manuel Rodríguez

Vistas por ojos escolares, las proezas de Manuel Rodríguez emergen como lo más parecido a una película de aventuras y, ciertamente, como uno de los aspectos más entretenidos de la historia de Chile. En el caso de Javier Campos, la figura del audaz guerrillero patriota fue motivo de admiración infantil, claro, pero también dio origen a numerosas preguntas que siguieron dándole vueltas en la cabeza hasta su adultez.

"Como a muchos, lo primero que me llamó la atención de Rodríguez es que su figura se encuentra al borde de lo mítico, porque se le atribuye una serie de hazañas que han ido construyendo la imagen de un verdadero superhéroe chileno. Esto se contrapone fuertemente a la solemnidad o sobriedad que la historiografía tradicional ha proyectado en contemporáneos suyos como O'Higgins, Carrera o San Martín", comenta Campos, quien es diseñador de oficio.

Tras pasar muchos años interrogándose qué tanto había de cierto en la fabulosa leyenda que rodea al prócer, Campos decidió buscar las respuestas por su propia cuenta. Comenzó así una larga y exhaustiva investigación que incluyó revisiones bibliográficas, exámenes de documentos vetustos, indagaciones en museos, consultas con arqueólogos y salidas a terreno en lugares como el valle de Colchagua y el pueblo de Tiltil. El resultado de esa ardua labor se encuentra ahora en Tras la huella de Manuel Rodríguez , libro recién publicado y que incluye ilustraciones realizadas por el propio autor.

Uno de los rasgos más importantes del volumen es que en él se cuestionan casi todos los datos que suelen aceptarse como hechos comprobados. De esa manera, arroja dudas respecto de si el guerrillero pronunció realmente la famosa frase "¡Aún tenemos patria, ciudadanos!", pero no se detiene ahí: también desmiente los informes sobre la personalidad chispeante y rebelde que Rodríguez habría manifestado desde pequeño, y trata de verificar si los Húsares de la Muerte que él comandaba tuvieron en verdad alguna participación en la batalla de Maipú. El objetivo de Campos es "'generar una imagen verosímil del personaje histórico sobre evidencias sólidas".

Explica el investigador: "La imagen que hoy tenemos de Rodríguez debe mucho al movimiento nacionalista que se manifiesta durante el primer conflicto de Chile como nación independiente: la guerra contra la Confederación Perú Boliviana (1837-1839). En ese momento, los personajes destacados de la Independencia, que hasta entonces eran de carne y hueso, ascienden a un verdadero panteón de figuras heroicas, y Rodríguez se transformó en un símbolo de la astucia, la valentía y la entrega desinteresada por la patria". Y añade: "Ya con esa imagen instalada, comienza una pugna por su apropiación entre diversos sectores políticos, y esa disputa se mantiene hasta hoy. Cada sector ha ido moldeándolo según sus necesidades y distanciándolo, por lo tanto, del personaje real".

—Después de realizar toda esta labor desmitificadora, ¿cuánto quedó del héroe que todos conocemos?
—La imagen que emerge a la luz de estos datos es la de un insurgente letrado, simpático, a veces hasta patudo, que supo ganarse el afecto de los sectores populares y que tenía un potencial político lo suficientemente grande como para que el gobierno de O'Higgins y la logia lautarina lo percibiesen como una amenaza y tuviesen la urgencia de sacarlo, de modo poco elegante, de su camino.

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