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Martina Bruce

Se sienta en el comedor al lado de su mamá, Andrea Sanhueza. Es su primera entrevista y quiere sentirse segura. Martina, la hija mayor del periodista del "Buenos días a todos" Roberto Bruce, quien falleció en el accidente aéreo de 2011, acaba de cumplir 18 años. "Mis amigos me hicieron un picnic en el parque (Araucano) y después tuve un tecito con la familia, fue bacán", asegura de su festejo.

Pasó a cuarto medio tras haber cursado el tercero online debido a la pandemia. "Siento que aprendí lo que tenía que aprender. Fui de las afortunadas que no lo consideró un año perdido", plantea. Su madre interrumpe para calificarla de "muy buena alumna y súper responsable". "Tiene promedio 6,5", advierte.

Martina planea estudiar ingeniería comercial y más adelante fashion business en España o Italia. "Desde que me acuerdo siempre me interesaron las revistas de moda y siempre pienso en el outfit que me voy a poner. Me llama la atención todo lo que se necesita para armar una colección, qué expresa cada colección, la historia que tiene cada prenda y el significado que tiene para cada uno", explica.

Tras la partida Roberto Bruce, cuando ella tenía 8 años, Martina se unió aún más a su mamá y a su hermana chica, Rafaela, de 13. "Mi papá era fundamental para mí al igual que mi mamá. Me muero sin ella. Ella siempre me ha enseñado que lo que pasó con él es algo que uno nunca va a poder superar, pero que hay que salir adelante y aprender a vivir con ello. Eso es lo que tratamos de hacer todos los días, y con mi mamá y mi hermana somos las tres muy unidas", recalca.

Andrea reconoce que le costaría mucho separarse de su primogénita si llegara a irse a estudiar al extranjero. "Pienso en el tema y casi me pongo a llorar porque ella es súper partner mía, me ayuda en todo: desde ordenar la casa hasta asesorarme con la tecnología, es mi mano derecha... Entiendo que los niños vuelan, pero no puedo creer que tengo una hija de 18 años".

Claro que la mamá chocha confiesa también que tal vez el único punto negro de Martina sea su porfía. "Es heavy pelear con ella porque defiende su punto de vista", sostiene. "Lo que pasa es que yo soy firme, defiendo mis ideales hasta el final", retruca su heredera.

-¿La han invitado a la TV?
-Postulé a "Junior MasterChef" (2016) y cuando llamaron a mi mamá para decirle que había quedado me arrepentí porque no sabía tanto. Tampoco es mi pasión, me llama la atención verlo, pero no participar. Me gusta cocinar cosas dulces. En la cuarentena hice un queque de limón una vez y les quedó gustando a todos. Me suplicaban que lo hiciera otra vez. Lo aprendí de una receta en una revista online.

-¿Las comunicaciones le llaman la atención?
-Periodismo también era una opción, porque siempre me han gustado carreras con las que pueda relacionar la moda. Pero mi mamá me decía que a mi papá le había costado. Más allá de eso me llaman mucho la atención los negocios.

-¿Por eso prefiere ingeniería?
-Me gustaría tener una carrera como base con la que tenga más oportunidades. También quisiera tener mi propio emprendimiento.

-¿Se viste de marca o vintage?
-Con mis amigas vamos siempre a la ropa usada, me encanta porque depende del valor que tú le des a la prenda. Encuentro que comprar segunda mano es la mejor opción. El fast fashion contamina mucho.

-¿Tiene muchos amigos?
-Gracias a Dios tengo un grupo de amigos que es muy unido y muy sano, y que de verdad me apoya. Mis amigos del colegio están en las buenas y en las malas.

Su mamá interviene para aclarar que "en quinto básico a Martina la expulsaron del colegio porque ella hizo cosas que estuvieron mal y eso le sirvió para madurar. Ella estaba frágil porque venía de una situación complicada. Ahí llegó a este segundo colegio, donde floreció".

-¿Pololea, Martina?
-No he pololeado nunca. Todavía no me interesa, estoy focalizada en que me vaya bien en el colegio.

-¿Practica algún deporte?
-Me encanta el yoga y subimos cerros con mi mamá. Subimos el Manquehuito, el Manquehue, el Morro las Papas y el Parque Aguas de Ramón. Con mis amigos preferimos hacer trekking, porque ellos son deportistas. Los hombres juegan rugby y algunas amigas hockey.

-¿Y come de todo o es vegetariana?
-Yo soy pescetariana, como sólo carne de pescado desde hace dos años. Por el crecimiento no lo he dejado porque es un proceso, pero feliz sería vegetariana. Desde muy chica me gustan los animales, así es que es un tema moral por el maltrato que sufren. Por suerte ahora en el supermercado es mucho más fácil adquirir productos vegetarianos y saludables.

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