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Joven actriz de "Pobre gallo" cuenta su vida lejos de la tele

En cuatro años, entre 2012 y 201 6, Valentina Carvajal actuó en cinco teleseries: su debut fue en "Pobre rico" (TVN) y su última aparición fue en "Pobre gallo" (Mega). En los cuatro años que siguieron, desde el 2016 a la fecha, sus apariciones en ese tipo de producción bajaron a cero. ¿Qué pasó? ¿En qué está ahora? Todo lo cuenta ella misma.

¿Por qué no está en la tele? "Lo que pasó fue que quedé embarazada. No es que me haya salido, porque no estaba con contrato, pero me quise tomar tiempo para mi guagua, quise darme pre y postnatal y después ni me buscaron ni yo busqué", cuenta. La actriz hoy tiene 31 años, terminó su carrera de sicología y esta casada con Felipe, un odontólogo, pero no sólo eso, además tiene dos hijos: Teo (3) y Gael, de cuatro meses.

Sicología o teatro. "Combinar la sicología con la vida familiar ha sido más fácil que combinar el trabajo actoral con la familia, por eso en este tiempo me he desempeñado como sicóloga clínica, aunque ahora estoy con postnatal. Mis dos pasiones siempre han sido la sicología y el teatro, nunca he podido poner una sobre otra. Pretendo vivir un tiempo mi vida de mamá, combinarlo con la sicología, al principio, y después me gustaría volver a lo actoral".

Se extraña. "Se echa de menos actuar. En sí es una descarga emocional muy importante y todo lo que conlleva es súper entretenido: el equipo, se crean grupos lindos en cada teleserie y se extraña el contacto humano (...) Me encantaría volver a trabajar en teleseries. Son entretenidas y llegan a toda la gente. Me gusta aportar un momento de distensión".

Pandemia con dos niños. "Mis días son una locura, pero es bonito ver dos personas crecer y al final del día la felicidad de ellos quita todo el cansancio. El desafío en la pandemia ha sido entretenerlos, sobre todo al mayor, porque los niños necesitan niños, así que estoy actuando todo el día, jajajá".

Dificultades económicas. "Mi marido se quedó sin pega y hubo hartos cambios. Fue un año muy diferente al planeado. Pasamos apreturas económicos en los primeros meses, en que se cerraron todas las clínicas delantales, pero al mismo tiempo nos llegó mucha ayuda de la tierra, no digo del cielo, ayuda de humanos, de familiares, amigos que nos tendieron la mano, nos prestaron casas. Ahora ya vamos mejorando, mi marido ya se va reintegrando de a poco (al trabajo)".

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