Bajo la mascarilla negra, una sonrisa amplia -invisible para los demás- se tomó ese viernes el rostro del cantante y empresario Miguel Esbir Barco (Miguelo). Pocas veces en sus 64 años había experimentado una alegría similar. El responsable de todo era un recién nacido que dormía acunado entre los brazos del hombre en cuestión, el mismo que intentaba registrar para siempre el momento inédito: ese niño resultaba ser su primer nieto. Miguelo se convertía en abuelo. "Aún estoy procesando todo esto, en una de esas lo voy a malcriar, jajajajá. Quiero regalonearlo nomás, es una emoción muy grande", reconoce el artista que popularizó el hit radial "Filo contigo", protagonista de dos presentaciones en el Festival de Viña (1986 y 1990). "La sonrisa aún no se me borra", sigue el también rostro de programas televisivos como "Rojo VIP" (2005) y "Pelotón VIP" (2009).
-Miguelo rima con abuelo.
-Jajajá, de joven me imaginaba como abuelo. Siempre quise proyectar la vida, que siga adelante. Para mí es muy importante dejar legado en la vida, dejar nuevas generaciones. Yo tengo 4 hijos, todos varones y todos están grandes, entre 28 y 30 años. Tener mi primer nieto me hizo tremendamente feliz, estoy fascinado. ¿Qué te puedo decir? Es una felicidad gigantesca.
-¿Quién es el papá?
-Es de mi hijo mayor, que es músico, Miguel Esbir Cummings. Mi nuera se llama Carola Martínez. Ellos llevan harto tiempo juntos, tuvieron un pololeo largo, se casaron hace un par de años y ahora estamos con nieto. iTengo un nieto! iJajajá!
-¿Y cómo se llama el nieto?
-Algo habré hecho bien en la vida porque le pusieron mi nombre: Miguel. Sería la quinta generación con un Miguel Esbir, o sea, no doy más de la emoción. Como a la tercera o cuarta ecografía me dijeron que le iban a poner mi nombre, ahí quedé raja, muy emocionado. Me acordé de mi papá que no está, de mi familia... es muy lindo todo esto.
En rigor, independiente del primer encuentro con el infante del viernes pasado, Miguelo se había transformado en abuelo el martes 8 de diciembre. "Yo estuve acompañando a mi hijo y a mi nuera durante el parto. Estuve en la sala de espera solo. Fue larga la espera: desde las 11.30 de la noche hasta después de las 6 de la mañana. Cuando supe que todo había salido bien, pude irme tranquilo a mi departamento. Y bueno, recién pude ver a mi nieto el viernes pasado. Nunca me voy a olvidar de eso".
-¿Qué sintió, Miguelo?
-Me sentí bendecido de que mi hijo y mi nuera trajeran un varoncito sano, lindo, por medio de parto normal. Tenerlo en mis brazos fue emocionante. Uno siente afecto inmediato, de piel, se me pasaron muchas cosas en la cabeza. Lo bonito es que todas las cosas que uno piensa y enfrenta en ese momento yo las viví como positivas, y eso en este tiempo de pandemia se valora mucho más. Que mi nieto haya nacido en medio de una pandemia sólo me da esperanza y más fuerzas para continuar. Recibir vida en estos tiempos es reconfortante, es una bocanada de aire renovado. Soy un amante de la vida y esto da un impulso para todo. Imagínate en este tiempo de sufrimiento, de dolor, que te llegue algo tan lindo es maravilloso.
-¿Ha podido ver a su nieto de nuevo? Hay restricciones para salir...
-No he podido ver a mi nieto mucho porque estuvimos en cuarentena este fin de semana. Yo soy muy respetuoso de eso. También trato de serlo con mi nieto, con mi nuera y con mi hijo. Yo creo que esta semana iré a verlo un ratito, con todos los protocolos, la mascarilla, el alcohol gel y todas las medidas para evitar contagios por el virus que aún anda suelto. Pero tampoco hay que caer en la enfermedad llamada miedo, porque el miedo te puede paralizar para disfrutar la vida. Yo creo que uno tiene que tener equilibrio en estas cosas. Hay que respetar a las autoridades y no descuidar a la familia. Si algo ha enseñado la pandemia es a valorar a la familia y en eso estoy.