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Los esfuerzos de Vero Roberts y su marido para adoptar

"Lo que pasa es que mi marido y yo siempre hemos querido ser papás. Desde que nos conocimos fue así y pronto nos pusimos en campaña... Como al año de eso, nos dieron la noticia de que estaba esperando guagüita". Las palabras corresponden a Verónica Roberts (37), ex Miss Chile 2004 y rostro televisivo de programas como "La granja VIP" (Canal 13, 2005) y "Calle 7" (TVN, 2009), respecto a sus ganas de convertirse en madre junto al sicólogo Fernando Farías (41), su marido desde 2015.

"Cuando supe que estaba embarazada fue lo más emocionante de mi vida. Vimos las ecos, escuchábamos su corazoncito, y cada vez que la monitoreábamos había mucha emoción... Fue una época preciosa, cada día más emocionante que otro, pero las cosas no salieron como lo esperábamos", sigue la kinesióloga.

-¿Por qué?
- En 2018 se murió la guagüita. Tenía un problema, una trisomía cromosómica incompatible con la vida. Nuestro sueño se derrumbó. Esto pasó hace dos años... Aún duele mucho, fue muy doloroso el proceso, el duelo, todo. Después de eso cuesta mucho volver a intentarlo, porque te da miedo. Pero ella nos unió mucho, nos unió como pareja. Volvimos a intentarlo, pero no hemos podido. Por eso, paralelamente empezamos a ver el otro tema, el de la adopción.

Desde noviembre del año pasado, Verónica y su esposo iniciaron el proceso de adopción por medio de una fundación dedicada al tema. "Para mí la adopción no sólo era una posibilidad, sino que siempre tuve ganas de hacerlo. Encontraba que era una opción muy linda de darle un punto cúlmine a la familia. Me acuerdo que cuando estábamos pololeando lo conversamos con la Kica (como apoda a Verónica)", explica Farías, el marido en cuestión.

Él continúa: "Nosotros ya tenemos una guagüita que falleció en 2018 y hoy queremos darle un espacio a la familia para seguir creciendo por medio de esta forma. Y ese espacio es un espacio donde el amor es fundamental... Siento que en ese clima de amor estamos cada día trabajando para que sea más y mejor".

"El camino es bien largo y cada vez piden diferentes cosas. Si nosotros pudiéramos dividir el proceso en tres partes, llevaríamos un tercio, pero lo tomamos con calma, nos han dicho que este proceso puede tardar entre 2 a 5 años", retoma Roberts. "Nos piden distintos tipos de papeles, fotos, cartas de recomendación, autobiografías, certificados de salud, de los papás y las mamás. Es harta cosa", comenta ella, quien junto a su esposo buscan un niño o niña de 0 a 3 años.

-Es entendible la burocracia.
-Claro, se entiende la burocracia porque acá está en juego la vida de un niño y el beneficio para él, no sólo desde el aspecto económico, que va y viene. Lo más importante para ellos es el núcleo familiar. Me encantaría que fuera más rápido, pero entiendo las etapas. Después se vienen sicólogos, talleres para la familia adoptiva y paralelamente hacer un trabajo con el niño.

-¿Cómo se sienten para el futuro?
-Estamos súper motivados, pero este es un camino largo y también hay que estar preparado para quizá tirar la toalla. Ahora mismo estamos full motivados, felices por la idea, estamos en esa... Tenemos harta fe de que llegue nuestro hijo.

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