En la víspera de Navidad, justo el día en que se convirtió en la primera vacunada contra el coronavirus en Chile, Zulema Riquelme, de 46 años, debía regresar a trabajar a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Sótero del Río en Puente Alto, lugar del que se había trasladado 23 kilómetros al norte para recibir la primera dosis en el Hospital Metropolitano, en Providencia, donde se inició el proceso de vacunación nacional.
En el Sótero, cuenta la técnico en salud (TENS), sus compañeros del turno de 24 horas la esperaban con un festivo coctel de papitas fritas, canapés y platos desechables para celebrar la Navidad y su reciente inoculación.
-¿Logró convencerlos a todos sobre la vacuna, Zulema?
- Antes de que me vacunara había súper poca gente que quería hacerlo. Pero después, cuando me vieron llegar, todos me preguntaban qué se sentía, que qué me había pasado. Vieron que no me pasó nada y todos se convencieron de vacunarse. Mi experiencia sirvió para incentivarlos.
-¿Quiénes son todos?
-Los TENS, enfermeros, enfermeras, paramédicos, paramédicas, médicos, medicas, todos.
-¿Tuvo algún efecto secundario después de la vacuna?
-Sentí molestia en la garganta y un poco de dolor en el brazo, que era algo que esperaba después de vacunarme. Nada más. Ah, y harto sueño el primer día. En la garganta se siente como una picazón. También me dio sed, mucha sed ese día de la vacuna. Los síntomas fueron los mismos que cuando me puse la vacuna contra la influenza.
-¿Cuánta agua tomó, Zulema?
-Harta. Tomé todo lo que puede, como un litro. Y eso que no soy muy buena para tomar agua. El primer día me dio sed, ahora no, estoy bien. No me duele ni el brazo ni la garganta.
-¿Y cuánta agua toma normalmente?
-Como trabajo en la UCI se me olvida tomar agua. No tengo tiempo. Me da flojera también. Debo tomar unos dos vasos de agua al día.
-¿Tuvo que reportar esos síntomas posteriores?
-Tuve los síntomas solo el primer día. Lo de la garganta, que es como si estuviese seca, lo tuve solo el día de la vacunación. El dolor en el brazo me duró hasta el segundo día. Son síntomas que no tengo que reportar porque son los esperados luego de vacunarse. Si fuesen síntomas más graves o constantes, sí habría que reportarlos. Pero lo que me pasó fue tan mínimo que no lo tuve que hacer.
Bromas familiares
Zulema Riquelme, después de otro largo turno de 24 horas que le tocó el fin de semana, cuenta que guardó los recortes de los diarios en que aparece su rostro contento luego de vacunarse. Hasta en España, donde viven dos de sus hermanas, se enteraron.-¿Qué le dijeron en España?
-En realidad toda mi familia está feliz. Tenemos un grupo familiar donde compartimos las noticias. Mis hermanas en España se enteraron así. Todavía me preguntan si es que me creció la nariz (con la vacuna), a modo de broma.
-¿Cómo son sus jornadas postvacunación?
-Sigo con las medidas de seguridad. Eso es muy importante porque me falta la segunda dosis de la vacuna. Debemos recordar que el virus se transmite por contacto, uno se puede enfermar igual. Pese a eso, me da tranquilidad estar vacunada, como que ya estoy un poco más relajada. Tengo más confianza. Yo soy técnico paramédico. Nosotros bañamos a los pacientes, controlamos signos vitales, asistimos al médico y a los kinesiólogos en los procedimientos. Somos los asistentes de todos. Estamos directamente con el paciente, reunimos el material y ayudamos a intubar. Vemos el Covid-19 a diario.
-Supongo que sus compañeros temerosos ya se vacunaron.
-Sí, están casi todos con vacuna y los que no lo están fue porque no alcanzaron las dosis. Pero van a llegar más.