La historia de las cerezas gigantes de la provincia de Curicó partió el viernes 11 de diciembre, cuando Sebastián Fuenzalida, miembro de la familia propietaria del predio Las Rosas, de la comuna de Romeral, seguía algunos pasos más atrás la avanzada de cosechadores que recolectaba la fruta de su predio. "Siempre voy rezagado viendo que no quede mucha fruta en los árboles y cuando veo alguna la saco para que no se pierda. En eso estaba cuando vi varias cerezas grandotas en un árbol, las saqué y una era inmensa, gigante, de un tamaño que nunca antes había visto", cuenta Sebastián.
"Pesaba 25 gramos y medía 40 milímetros de diámetro. Era tan grande que nos metimos a Google a ver el récord Guinness y la mayor era de 25 gramos y la segunda de 24, así que decidimos ir a registrarla a la notaría para postularla al ranking, pero no alcanzamos a terminar el trámite", explica.
Fuenzalida no lo terminó porque supo que pocos días después, en la vecina comuna de Sagrada Familia, también de la Provincia de Curicó, habían pillado una cereza aún más grande. El afortunado fue Wenceslao Valenzuela, dueño de un predio ubicado en el sector de Colin. "Me contactaron de la exportadora Garcés Frut porque en la planta de Molina habían encontrado una cereza de 28,3 gramos y 41 milímetros de diámetro, era muy, muy grande", cuenta Valenzuela.
Marlene Ayala, investigadora del departamento de Fruticultura y Enología de la Universidad Católica, dimensiona los 28,3 gramos y 41 milímetros. "Es inmensa, algo inédito. Normalmente se ven cerezas de entre 10 y 12 gramos, yo he visto de 14 en algunas variedades excepcionales en cultivares que producen poco, pero 28 es mucho", explica la especialista. Para hacerse una idea, 41 milímetros es el diámetro de una mandarina.
Tan grande era que superó a la cereza más grande del mundo registrada en diciembre de 2019 en el récord Guinness. Se trata de una fruta de 25,53 gramos cosechada en Orange, Australia. El récord chileno registrado es de una fruta de Chile Chico que pesó 23,92 gramos. En cuanto a la nueva cereza gigante de Sagrada Familia, el proceso de registro estaría en curso.
Aunque la zona de Curicó se caracteriza por dar cerezas de buen calibre, el caso de Wenceslao Valenzuela implica una conjunción muy particular de factores. "Lo más determinante para el tamaño es la genética, que está dada por la variedad, que en el caso de la de 28,3 gramos es rainier, que se caracteriza por ser grande; a eso se agrega el ambiente, es decir, un clima adecuado y el manejo", explica Ayala.
"En el manejo se incluye el riego, la nutrición, una buena poda y un buen raleo para dejar el número indicado de frutos por árbol que permita un buen calibre, además de una buena intercepción de la luz y el uso de reguladores de crecimiento. Como sea, una fruta de 28 gramos es algo nunca visto en Chile ni en el exterior", recalca la investigadora de la UC.
Los hallazgos curicanos, aunque exorbitantes, se inscriben dentro de una temporada que los productores de la zona califican de óptima. "Hace años que no había una temporada tan buena. La primavera fue muy adecuada, con un buen clima que permitió la floración y con buen vuelo de abejas para polinizar. Se alinearon los astros", dice Valenzuela.
Un regalo fino
Su fruta, al igual que el 90% de las cerezas chilenas, va a China, donde son muy utilizadas como un regalo de gran fineza para el año nuevo chino. Chile es el mayor exportador de esta fruta del hemisferio sur, a mucha distancia de la competencia de países como Argentina, Australia y Nueva Zelanda, todos los cuales envían fruta en contra estación al Hemisferio Norte, donde está el líder mundial, Turquía.En la temporada 2019/20, Chile exportó 228.548 toneladas de cerezas por un valor de US$I .600 millones, lo que la ubica como la tercera fruta más exportada, luego de las manzanas y las uvas.